“Las organizaciones ISIS y al Qaida y sus grupos afiliados constituyen una amenaza a la seguridad individual y colectiva de los ciudadanos. Las milicias armadas de Hizbulah y Hamas continúan sus operaciones internacionales, varias de ellas en el hemisferio occidental”, dice el decreto.
Trabajo combinado
Las naciones de la Triple Frontera trabajan juntas contra el terrorismo a raíz de los ataques en Buenos Aires, Argentina, a la embajada israelí en 1992 que mató a 29 personas; y al centro judío AMIA en 1994 que dejó 85 muertos.
En julio de 2018 Argentina designó a Hizbulah como organización terrorista y ordenó congelar los bienes del Clan Backarat, dedicado a la piratería de software y falsificación de dinero, tras descubrir que sus miembros realizaban maniobras por medio de un casino en Puerto Iguazú, Argentina, para lavar USD 10 millones en beneficio de Hizbulah. En septiembre de 2018, por pedido de Paraguay, fue arrestado en Brasil el líder del clan Assad Barakat, según el diario Argentino La Nación.
Aunque el terrorismo en Paraguay no reporta víctimas mortales, la presencia de grupos criminales en el país facilita transacciones comerciales ilegales que financian organizaciones como Hizbulah. El diario paraguayo ABC Color en noviembre de 2018, llamó a las actividades de Hizbulah “el megalavado”, refiriéndose al mayor esquema de blanqueo de capital en Paraguay, alcanzando USD 1200 millones. Hizbulah recauda fondos con falsas fundaciones de caridad, lavado de dinero y tráfico de armas, pero su principal negocio es el narcotráfico, asegura la agencia de noticias CNN.
Nueva ley
El nuevo decreto de Paraguay proporciona armas legales al limitado arsenal judicial de las autoridades. El documento establece que toda persona que participe o apoye en la financiación, planificación o comisión de ataques terroristas, será llevada ante la justicia.
Después del decreto paraguayo, Brasil analiza seguir los pasos de sus dos vecinos, aunque la medida no será fácil de implementar debido a las fallas legales en sus leyes antiterrorismo. Además, la medida podría incomodar a la influyente comunidad libanesa de Brasil y tensar las relaciones con Irán, un aliado de Hizbulah que importa USD 250 000 millones en productos brasileños por año. El Gobierno teme también convertirse en blanco del terrorismo, asegura el diario brasileño O Globo.
El ministro del Interior de Paraguay Juan Ernesto Villamayor, dijo a la Agencia [Estatal] de Información Paraguaya que el decreto empleará protocolos de vigilancia en el financiamiento de estas organizaciones, para abatir al terrorismo internacional. “[Vamos] a reforzar las tareas de prevención del terrorismo dentro de la Policía Nacional, y los sistemas de control de flujo de divisas a través de Seprelad [Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero y Bienes] y otras instituciones similares”, finalizó Villamayor.