El entorno espacial es más competitivo y peligroso que nunca. Los avances tecnológicos, los cambios en la orientación estratégica y los nuevos retos de seguridad exigen que el Comando Espacial de los Estados Unidos (USSPACECOM en inglés) se adapte e innove para garantizar que sus combatientes espaciales estén preparados para cumplir misiones en, desde, y hacia el espacio.
El espacio afecta a casi todos los aspectos de la vida moderna desde el comercio, los viajes, y el entretenimiento, hasta las comunicaciones y el GPS. Todas estas actividades y funciones dependen de las capacidades espaciales. La dependencia global del espacio es tan grande que cualquier degradación de la capacidad tendría un impacto significativo en la vida diaria. Las sociedades de todo el mundo esperan que los servicios proporcionados por estas capacidades estén siempre presentes y continuas.
En la actualidad hay más de 3500 satélites operativos en órbita. La disminución de los costes y la reducción de las barreras para el lanzamiento y la concesión de licencias impulsan al sector espacial comercial a convertirse en una de las industrias de más rápido crecimiento en el mundo. Las empresas comerciales participan ahora en la construcción de satélites, el lanzamiento y la exploración del espacio, e incluso en los vuelos espaciales tripulados. Estas empresas no sólo suministran productos a los gobiernos, sino que compiten en la economía mundial. La sinergia entre el sector civil y el Gobierno de los EE. UU. proporciona una superioridad espacial que permite a la fuerza conjunta pasar rápidamente de la competencia al conflicto, y prevalecer en una lucha global y multidominio.

Los EE. UU., junto con sus aliados y socios, se enfrenta a amenazas cada vez mayores contra los activos y capacidades de alto valor en el espacio. La República Popular China (RPC) está gobernada por un partido revisionista y comunista, que pretende socavar el orden internacional y moldear la región Indo-Pacífico en su beneficio. La RPC apoya públicamente los usos pacíficos y responsables del espacio, mientras que simultáneamente desarrolla y despliega armas contra espaciales, diseñadas para poner en riesgo las capacidades espaciales de los EE. UU. y sus aliados. La República Popular China ya tiene misiles antisatélites operativos, y en julio de 2021 probó un arma hipersónica orbital, lo que aumenta aún más las tensiones en la región y fuera de ella. El crecimiento de los arsenales contra espaciales del adversario representa una amenaza inmediata y grave para todas las actividades espaciales pacíficas.
El USSPACECOM proporciona poder de combate en el espacio, integrando plenamente las operaciones ofensivas y defensivas con aliados y socios de larga data. El USSPACECOM integra y sincroniza las capacidades y operaciones espaciales como parte de la fuerza conjunta y combinada para disuadir, y si es necesario derrotar, la agresión del adversario. El mando aprovecha los acuerdos de conocimiento del dominio espacial (SDA en inglés) y los ejercicios conjuntos como Pacific Fury, Pacific Sentry y Talisman Sabre 21, para mejorar las relaciones y la capacidad operativa con aliados y socios. El USSPACECOM está dedicado a los aliados y socios -construyendo una coalición para defender el dominio espacial de las amenazas-, y seguirá participando en ejercicios conjuntos y acuerdos SDA a nivel mundial. Demostrar su compromiso con los aliados y socios al tiempo que se mejora la interoperabilidad envía una fuerte señal disuasoria a los adversarios, que buscan explotar las vulnerabilidades.
Alrededor de 100 elementos del USSPACECOM, el Mando de Componentes Espaciales de la Fuerza Combinada, el Mando de Operaciones Espaciales (SpOC en inglés) y el Mando de Defensa Espacial y de Misiles, se integraron sin problemas con la Fuerza de Defensa Australiana y el Centro de Operaciones Espaciales, durante el Ejercicio Talisman Sabre 21. Los objetivos incluían la coordinación y orquestación del mando y control de las operaciones espaciales, así como el control de los dominios espaciales defensivos y ofensivos.
Ejercicios como el Talisman Sabre 21, en el que participaron 17 000 personas de Canadá, Japón, Nueva Zelanda, República de Corea, el Reino Unido y los Estados Unidos, proporcionan una formación eficaz y práctica para garantizar que los combatientes y las fuerzas espaciales sean capaces, interoperables, desplegables en poco tiempo, y estén preparados para el combate. “En la guerra moderna, la superioridad multidominio es el alma de las operaciones eficaces de las fuerzas combinadas. Con el Talisman Sabre 21 hemos dado pasos decisivos para promover la interoperabilidad y demostrar la flexibilidad, capacidad de respuesta y relevancia de nuestras fuerzas espaciales en el Indo-Pacífico”, dijo el General de División David N. Miller Jr., director de operaciones, entrenamiento y desarrollo de fuerzas del USSPACECOM. “No podría estar más entusiasmado con el futuro, ya que el Comando Espacial de los Estados Unidos consolida nuestra relación duradera con el Comando Indo-Pacífico y nuestros socios regionales, para promover la seguridad y la estabilidad, y garantizar que nuestras fuerzas combinadas y conjuntas tengan la ventaja de combate habilitada para el espacio de la que dependen… todo el día, todos los días”.
Talisman Sabre 21, que tuvo lugar del 14 al 31 de julio de 2021 en Australia, marcó el primer despliegue de ejercicios desde que el USSPACECOM y el SpOC establecieron el Sistema de Contracomunicaciones, un sistema de guerra electrónica espacial que niega reversiblemente la comunicaciones satelitales del adversario.
Los EE. UU. junto con sus aliados y socios, promueven el uso responsable del espacio. Los EE.UU., otras naciones que realizan actividades espaciales, y la comunidad internacional, consideran que el acceso seguro y sin restricciones al espacio y la libertad para operar en él son intereses vitales. En caso de conflicto, el USSPACECOM está preparado para apoyar a la fuerza conjunta, al tiempo que rechaza cualquier agresión extranjera relacionada con el espacio.