Olas enormes, vientos intensos, sueño interrumpido, orcas depredadoras, marlines en acecho y llagas de sal, son algunos de los peligros de los mares abiertos que no impidieron que el Cabo del Ejército británico Jack Jarvis alcanzará su meta. Se entrenó incansablemente durante meses para alcanzar un récord de remo transatlántico en solitario con fines benéficos.
El 24 de marzo, tras la peligrosa travesía de 111 días en el mar, que abarcó 4600 millas náuticas mientras remaba durante unas 15 horas al día, el Cabo Jarvis se convirtió en la primera persona en completar la odisea de remar en solitario y sin apoyo a través del Atlántico, desde Europa continental hasta los Estados Unidos.

Su aventura, que comenzó el 3 de diciembre de 2021 partiendo de Lagos (Portugal), le llevó a pasar por las Islas Canarias, frente a la costa de África occidental; y por la República Dominicana, para terminar en la orilla de Riviera Beach, a unos 120 kilómetros al norte de Miami.
“Alivio, alegría, un poco de tristeza porque se acabó. . . estoy sintiendo todas esas cosas; es una montaña rusa emocional” dijo el soldado británico mientras su familia, amigos, compañeros militares y medios de difusión, lo recibían en suelo estadounidense.
A pesar de las agotadoras jornadas el Cabo Jarvis, de 28 años, que presta servicio en la Real Escuela de Ingeniería Militar, estaba muy animado cuando por fin pisó tierra firme, ondeando la bandera del Reino Unido, y sonriendo a través de su gruesa barba.

Él completó el esfuerzo que se había propuesto en un intento de recaudar fondos –más de USD 72 500 a su arribo–, para la organización benéfica del Reino Unido Brainstrust, que apoya a los pacientes que sufren tumores cerebrales y a sus familias. La causa está especialmente cerca del corazón del Cabo Jarvis cuyo abuelo, Budgie, falleció en noviembre de 2007 a causa de un tumor cerebral.
El Cabo Jarvis, que se alistó en el Ejército a los 16 años y sirvió en la Brigada de Comandos N.º 3, hizo una pausa en su carrera militar para conquistar su travesía récord. Aunque otros han cruzado antes el Atlántico remando, nadie lo había hecho sin apoyo desde Europa continental hasta los Estados Unidos.
Estos son algunos datos del viaje del Cabo Jarvis:
- Remó un promedio de 16 horas cada día; descansó, se recuperó y repostó durante cuatro horas; y durmió las cuatro restantes.
- Remó completamente solo, por lo que cargó todas sus provisiones antes de partir.
- La comida consistió en alimentos congelados en seco y barritas nutricionales.
- No había letrina a bordo, por lo que el Cabo Jarvis tuvo que utilizar un balde.