En el norte del estado de Santa Catarina, sur de Brasil, se concentra la mayor flota pesquera industrial del país, en donde diariamente cientos de embarcaciones llevan a cabo actividades de pesca. Sin embargo, agrupaciones criminales aprovechan las actividades legales de los trabajadores del sector para camuflar sus prácticas ilegales.
El 20 de julio de 2021, la Policía Federal (PF) detuvo a ocho hombres que se hacían pasar por pescadores. Al abordar el barco, los efectivos hallaron 844 kilogramos de cocaína ocultos entre redes de pesca.
“La actividad operacional de la Policía Federal aquí es intensa, con el patrullaje permanente de embarcaciones del Núcleo Especial de Policía Marítima (NEPOM)”, manifestó Anelise Wollinger Koerich, Comisaria de la PF en la ciudad de Itajaí, hacia donde trasladaron a los ocho tripulantes acusados de narcotráfico.

Tráfico nacional e internacional
En poco más de 15 días las autoridades hallaron un segundo cargamento importante de estupefacientes, a bordo de un barco pesquero al norte de Santa Catarina. El 3 de julio, la Policía Federal incautó 2,8 toneladas de cocaína en una embarcación que navegaba por el río Itajaí-Açu, el cual desemboca en el océano Atlántico. Según confesaron sus siete tripulantes, el barco tenía como destino final el continente africano.
Los delincuentes utilizaron unas 30 toneladas de hielo para cubrir decenas de bolsas impermeables que contenían los paquetes de drogas. La carga estaba dentro de la cámara frigorífica, parte de la embarcación en la que normalmente se almacena el pescado.
Esta operación contó con el apoyo de la Marina de Brasil, a través de la Comisaría de la Capitanía Portuaria de Itajaí. Durante el operativo de los agentes de la Policía Federal, los militares se encargaron de controlar el tráfico por vía acuática, en especial la circulación de embarcaciones en el río.
Según la Comisaria Koerich, además de prevenir y reprimir el narcotráfico, el NEPOM de Itajaí trabaja para combatir los delitos ambientales con operaciones permanentes que tienen como objetivo detener sobre todo la pesca ilegal.

De sur a norte
El uso de vías fluviales para el transporte de drogas también es común en el norte de Brasil, especialmente en la región amazónica, donde además de los pesqueros circulan cientos de embarcaciones de pasajeros.
El 17 de julio, las autoridades detuvieron a una mujer que llevaba 18 kg de marihuana ocultos en maletas. Diez días antes, el 7 de julio, los efectivos detuvieron a tres hombres que transportaban 28 kg de pasta base de cocaína. Ambos operativos estuvieron a cargo de equipos de la Base Arpão, que realizaron los abordajes en embarcaciones que circulaban por el río Solimões. Se trata de uno de los principales ríos de la Amazonia y área de operaciones de la Base Arpão, una instalación móvil donde policías y militares trabajan en conjunto para combatir el tráfico de personas, el narcotráfico y los delitos ambientales.
En agosto de 2021, la Base Arpão cumplirá un año de existencia. En este período, las operaciones de la base hicieron que el crimen organizado perdiera más de USD 19 millones en el estado de Amazonas. En el río Solimões se incautaron un total de 4 toneladas de estupefacientes, además de 42 toneladas de pescado y 79 armas ilegales de fuego. En las operaciones resultaron detenidas 192 personas.