Petrocaribe, el proyecto de alianza comercial de gasolina y crudo entre Venezuela y los países del Caribe promovido por el régimen en Venezuela durante años, está en decadencia y su fracaso es palpable.
“El programa cae estrepitosamente, producto de la crisis en Venezuela y más específicamente del declive de producción de Petróleos de Venezuela (PDVSA)”, explicó a Diálogo desde los Estados Unidos el venezolano Mariano de Alba, abogado especialista en Derecho y Relaciones Internacionales. “Aunque todavía se mantienen algunos envíos, la realidad es que son reducidos, prácticamente insignificantes. Lo que sí prevalecen son deudas millonarias de los países caribeños a Venezuela, y se desconoce cuál es su estatus actual”.

La larga crisis generada por la corrupta administración del petróleo por parte de PDVSA condenó a la alianza al fracaso, y tienen a la mayoría de los 17 socios de Venezuela en el Caribe en una situación de incertidumbre.
“Es un proyecto fracasado que subsiste por la necesidad de los beneficiarios de tener petróleo barato, para no decir gratis por la incapacidad de pago, que siguen desangrando las arcas venezolanas y que cada vez deja menos recursos a la élite en el poder”, aseguró a Diálogo Carlos Murillo, especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad de Costa Rica. “Está en decadencia porque no puede clausurarse, pero tampoco puede prolongarse mucho, porque no hay como mantener la asistencia a un enfermo terminal”.
Por su parte, José Ricardo Thomas, politólogo de la Universidad Central de Venezuela, considera que el proyecto solo se mantiene en pie porque es fundamental para las estructuras de corrupción del régimen de Maduro.
“Petrocaribe se usó para crear una base de financiamiento para todos los partidos de izquierda que estuvieran relacionados con el régimen de Hugo Chávez. Ahora ya casi desaparece, pero están los negocios que se montaron con dinero de PDVSA; esos negocios siguen funcionando y posiblemente variaron hacia el tráfico de drogas”, aseguró a Diálogo Thomas. “Petrocaribe sufre los problemas del petróleo pero sigue teniendo todas las empresas que se crearon, las estructuras de apoyo al chavismo y a la corrupción siguen rampantes”, agregó.
Golpe geopolítico
La situación también demuestra, según De Alba, los graves problemas que aquejan al régimen de Nicolás Maduro y a los países que se volvieron sus aliados durante las últimas décadas. “Geopolíticamente, el declive de Petrocaribe ocasiona una pérdida de influencia política de Venezuela en la mayoría de los países del Caribe que apoyaron a Maduro. Algunos ya no dependen de Venezuela y por lo tanto asumen posiciones muy críticas de lo que sucede en el país”, aseguró. “Hoy Venezuela es una potencia en decadencia. ¿Qué lo mantiene como protagonista? Solo la urgencia de sus aliados para aprovechar al máximo las ventajas para sobrevivir a costa del asistencialismo venezolano”, agregó Murillo.
Esa situación coloca a los países que confiaron en el chavismo en una situación desesperada, concuerdan De Alba y Murillo.
“Los países dependientes de Venezuela no parecieran tener muchas opciones. Algunos han tenido que empezar a comprar petróleo a precios de mercado y en otros casos reciben algunas ayudas de otras naciones y organismos internacionales”, dijo De Alba. “De momento parece que solo les queda seguir usufructuando del petróleo venezolano, lo cual no seguirá por mucho tiempo”, concluyó Murillo.