A fines de enero de 2020, al despedirse del cuerpo docente y de los alumnos de la Academia de la Fuerza Aérea Brasileña en la que era comandante, el General de División David Alcoforado sabía que también se despedía de su país, ya que pronto asumiría el cargo de subdirector de Estrategia, Políticas y Planes (J5), del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM en inglés).
El Gral. de Div. David también estaba al tanto de que participaría activamente en el desarrollo de iniciativas en los dominios aéreo, espacial, terrestre, marítimo y cibernético, entre otras actividades propias de su nuevo rol.
Lo que el oficial superior de la Fuerza Aérea Brasileña no sabía era que no solo tendría que enfrentar los tradicionales desafíos del Comando Sur, como la lucha contra las redes transnacionales de narcotráfico, sino también la mayor pandemia que se haya conocido hasta la fecha: el COVID-19.
Diálogo habló con el General de División David, quien ya se reincorporó por completo a su trabajo de forma presencial en SOUTHCOM.
Diálogo: Apenas asumió su nuevo rol, estalló la pandemia de coronavirus. ¿Cómo afectó y afectará este fenómeno a su misión en SOUTHCOM?
General de División de la Fuerza Aérea Brasileña David Almeida Alcoforado, subdirector del J5: Si bien afectó la integración inicial de la rutina de mando y, en consecuencia, implicó la cancelación de una serie de actividades programadas, también constituyó una oportunidad para aprender lecciones importantes sobre liderazgo, manejo de crisis, transformación rápida para un entorno virtual, planificación de tareas dirigidas tanto a los efectivos como al apoyo de países socios y, sobre todo, a observar el cumplimiento de la misión, incluso en un entorno tan adverso como el que está generando la pandemia
Diálogo: El hecho de que un oficial superior de la fuerza aérea de una nación socia forme parte del personal de SOUTHCOM como subdirector de una de sus dependencias, dice mucho sobre el trabajo combinado entre los EE. UU. y sus países amigos. ¿Qué importancia tiene esto?
Gral. de Div. David: Lo veo como la evolución natural de una sólida asociación estratégica que se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando luchábamos codo a codo en el teatro de operaciones europeo. Demuestra la confianza mutua, el deseo de ampliar la cooperación militar en favor de la estabilidad, la prosperidad y la paz social en el hemisferio occidental, un escenario liderado por naciones que comparten los mismos ideales y valores democráticos, pero que también tienen enormes desafíos comunes que solo pueden afrontarse mediante una sólida integración regional.
Diálogo: ¿Cuál fue la reacción del Ministerio de Defensa de Brasil ante esta designación?
Gral. de Div. David: Con el objetivo de cumplir con sus funciones, el Ministerio de Defensa busca incrementar, cada vez más, la confianza mutua y la interacción entre las fuerzas armadas de naciones amigas, a través del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, estableciendo una serie de medidas para concretar este objetivo, ya sea mediante convenios internacionales, participación en reuniones de alto nivel, coordinación o participación en ejercicios combinados, cursos e intercambios, entre otras medidas. En este sentido, el acuerdo suscrito entre los Gobiernos de los EE. UU. y Brasil, que contempla la asignación de un oficial superior brasileño para ejercer funciones en el Comando Sur, está plenamente alineado con la intención de fortalecer los lazos con países socios, en busca de una mayor eficiencia para luchar contra amenazas comunes en nuestro entorno geoestratégico.
Diálogo: ¿Qué dice esto sobre la relación entre las Fuerzas Armadas de Brasil y de los EE. UU.?
Gral. de Div. David: El reciente reconocimiento de Brasil como Major Non-NATO Ally [socio no-OTAN en español], brinda la oportunidad de ampliar la cooperación militar entre estos dos países amigos, una confianza lograda durante años de trabajo junto con otros importantes socios. Además de fortalecer la asociación, permite ampliar la cooperación en diversas áreas, como la implementación de medidas para combatir amenazas transnacionales, ayuda humanitaria en caso de catástrofes o las grandes calamidades que anualmente afectan a nuestro hemisferio. Destaco que, con motivo del triste suceso del terremoto de Haití en 2010, los EE. UU. y Brasil trabajaron en conjunto con otras naciones para brindar asistencia humanitaria a ese país, con un contingente nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial.
Diálogo: ¿Cree usted que esta experiencia podría repetirse con otros países?
Gral. de Div. David: El Comando Sur considera al fortalecimiento de asociaciones una prioridad entre sus objetivos estratégicos. En este sentido, actualmente hay ocho naciones que cuentan con representantes en SOUTHCOM, y creo que en el futuro podría ampliarse este tipo de cooperación, para lograr una mayor eficiencia y coordinación entre naciones amigas, en el combate de amenazas comunes en nuestro hemisferio.
Diálogo: ¿Cómo piensa aprovechar su experiencia en la Fuerza Aérea Brasileña para ejercer su nuevo cargo en SOUTHCOM?
Gral. de Div. David: A lo largo de una carrera de más de 30 años de trayectoria, habiendo formado parte de comandos, jefaturas y posiciones de liderazgo en varias oportunidades, con una sólida formación académica, experiencia en operaciones y ejercicios nacionales y multinacionales, los oficiales superiores brasileños que tienen posibilidades de acceder a puestos de relevancia tienen mucho que aportar a la misión del Comando Sur, trabajando en base a los intereses comunes previamente establecidos por las autoridades competentes, a través de convenios de cooperación suscritos entre ambos países.
Diálogo: ¿Por qué es importante que Brasil tenga un oficial superior ejerciendo una función de mando en SOUTHCOM?
Gral. de Div. David: Al tener la oportunidad de formar parte de la estructura jerárquica de un importante comando de los EE. UU., cuyas actividades abarcan precisamente gran parte del entorno estratégico brasileño, se busca incrementar la eficiencia en materia de cooperación militar para el desarrollo de programas importantes, como el Programa de Educación y Entrenamiento Militar Internacional, el Programa de Ventas Militares al Extranjero, el Programa de Educación Militar Profesional e intercambios militares, entre otros, además de la planificación y ejecución de ejercicios combinados a gran escala para Brasil, como UNITAS, PANAMAX, entre otros. Todo ello contribuye a construir o mejorar las capacidades militares y la coordinación interagencial, para enfrentar mejor las amenazas transnacionales, contribuir al desarrollo de capacidades con naciones amigas, y a trabajar de forma conjunta en caso de desastres ocasionados tanto por la acción humana como por la propia naturaleza.
Diálogo: ¿Cuál supone que será el principal desafío que enfrentará para cumplir esta misión?
Gral. de Div. David: Por el momento, el principal obstáculo ha sido la pandemia, ya que afecta a toda la sociedad, altera sus estructuras fundamentales, pero por otro lado me ha impresionado mucho la agilidad en las respuestas del comando para que la misión siga cumpliéndose como corresponde.
Diálogo: ¿Cuál es la principal lección aprendida que espera llevarse a Brasil?
Gral. de Div. David: Por una cuestión coyuntural, como ya he mencionado, quizás la principal lección aprendida sea, precisamente, cómo responder a una crisis de la magnitud de la pandemia por COVID-19. Pero seguramente, también me llevaré conocimientos extraordinarios que serán de gran utilidad para fortalecer la asociación, aumentar la eficiencia de los programas de cooperación y combatir amenazas comunes en nuestro hemisferio.