“Las mujeres que integran el Ejército de Guatemala son, al igual que el resto de los integrantes de esta institución, soldados al servicio de la patria, quienes se desempeñan sin distinciones más que las ganadas por sus actos meritorios. Muchas de ellas, con su servicio, fortalecieron la respuesta institucional ante los fenómenos climáticos Eta e Iota, que causaron graves daños al país, dejando más de 1,7 millones de afectados”, declaró el General de División Juan Carlos Alemán Soto, ministro de la Defensa Nacional de Guatemala.
Del 2 de noviembre al 2 de diciembre de 2020, militares de los Estados Unidos, encabezados por la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo (JTF-B* en inglés), apoyaron los esfuerzos de asistencia en casos de desastre en Colombia, Guatemala, Honduras y Panamá, después del paso de los huracanes Eta e Iota. El Ejército de los EE. UU. llevó a cabo operaciones de rescate aéreo para salvar vidas y entregó ayuda y suministros a cada uno de los países afectados. La participación de las mujeres militares en estos esfuerzos de auxilio, reconstrucción de áreas y distribución de ayuda humanitaria a los que se refirió el Gen. Div. Alemán Soto fue fundamental.
“Con su conocimiento, experiencia, destreza y el gran espíritu militar que las caracteriza, el personal femenino se ha sumado a todas las labores que han requerido estas emergencias, apoyando desde el primer momento en las misiones de búsqueda y rescate, carga, descarga y distribución de víveres a la población de las zonas afectadas. También en la seguridad de las fronteras y la imposición de medidas de restricción a la movilidad, así como en el proceso de evaluación de daños y análisis de necesidades posterior a la emergencia, que actualmente se realiza para determinar los daños en la infraestructura nacional”, añadió el ministro de la Defensa Nacional guatemalteco.
Eta fue un huracán devastador de categoría 4, que causó graves daños en partes de Centroamérica a principios de noviembre de 2020. El huracán Iota fue el último huracán del Atlántico en alcanzar la intensidad de categoría 5 y el segundo huracán del Atlántico de categoría 5 registrado durante un mes de noviembre (el otro fue el huracán que devastó Cuba en 1932). Iota causó graves daños en zonas de Centroamérica ya devastadas por el huracán Eta, poco menos de dos semanas antes. Ambas fueron tragedias sin precedentes.
Apoyo con maquinaria pesada
“Nosotros apoyamos con maquinaria pesada. Ahí se movilizó un convoy con un cargador frontal, un minicargador, una retroexcavadora y un camión de volteo. Estuvimos trabajando en el kilómetro 153 de la carretera hacia la aldea Pasmolón, en el municipio Tactic de Alta Verapaz, porque sobre la carretera principal hubo un deslizamiento de tierra. Entonces lo tuvimos que remover con el convoy, con la retroexcavadora y el cargador frontal”, explicó la Subteniente de Ingenieros del Ejército de Guatemala Wendy Audrey Saquiq Melecio, de alta en el Cuerpo de Ingenieros “Teniente Coronel de Ingenieros e Ingeniero Francisco Vela Arango”.
A petición de los gobiernos de Honduras y Panamá, el Equipo de Evaluación Situacional de la JTF-B compuesto por 27 militares, dos UH-60 Black Hawks y dos CH-47 Chinook, fue desplegado rápidamente desde la Base Aérea de Soto Cano a San Pedro Sula, Honduras, donde proporcionaron apoyo inmediato para salvar vidas en áreas devastadas por el huracán Eta. En Panamá, la JTF-B apoyó los esfuerzos de rescate con aproximadamente 20 militares, un UH-60 Black Hawk y dos CH-47 Chinook. “Como socios y vecinos de Honduras y Panamá, estamos ayudando a nuestros amigos en su momento de necesidad”, dijo el Coronel del Ejército de los EE. UU. John D. Litchfield, comandante de la JTF-B en esa fecha.
Emergencia nacional
Unos días después, Guatemala se unió a Honduras y Panamá al declarar una emergencia nacional, y solicitar al Gobierno de los EE. UU. asistencia inmediata para salvar vidas. La misión se convirtió en un esfuerzo de colaboración entre los gobiernos y organizaciones de las naciones anfitrionas, el Comando Sur de los EE. UU., la Agencia de los EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y las embajadas de los EE. UU. en cada uno de estos países. Para el 12 de noviembre de 2020, había aproximadamente 250 tropas de la JTF-B, del Ejército Sur de los EE. UU., del Comando Sur de Operaciones Especiales y otras entidades del Comando Sur de los EE. UU., distribuidas entre Honduras, Panamá y Guatemala.
“Gracias a Dios ellos [los militares estadounidenses] estuvieron siempre al pendiente de nuestras comunidades. Nosotros caminábamos cerca de dos horas y media para llegar a una comunidad, porque quedó totalmente incomunicada. Había mucho lodo y ellos siempre estuvieron hasta el último momento. Ellos decían, ‘no, ustedes no están solos, ni tampoco los de la comunidad’. Ellos llevaron medicinas, alimentación. Llevaron ropa, colchonetas. Llevaron todo tipo de ayuda a las comunidades”, dijo a Diálogo la Soldado de Primera Clase Especialista del Ejército de Guatemala Lesvia Leticia Gallardo Morales, de alta en la Sexta Brigada de Infantería “Coronel Antonio José de Irisarri”, quien participó en los esfuerzos de auxilio.
Los huracanes Eta e Iota dejaron pérdidas en Guatemala por USD 780 millones, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) y la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN). Keyla Gramajo, directora de SEGEPLAN, recordó que fueron “14 días de inundaciones, deslizamientos y flujos de lodo” provocados por ambos huracanes, con daños en 16 de los 22 departamentos del país. Iota y Eta dejaron 61 muertos y 99 desaparecidos en Guatemala, según el conteo final divulgado por las autoridades guatemaltecas. Los huracanes obligaron a evacuar a 311 317 personas y causaron daños a 1,7 millones de habitantes del país centroamericano, puntualizó la SEGEPLAN y la CONRED.
A pesar de todo, para los que trabajaron en los esfuerzos de auxilio, termina siendo una experiencia muy gratificante, “porque son momentos en los que uno da todo”, expresó en una entrevista a Diálogo la Sargento Técnico Especialista Berta Leonor Alemán Chajchic, de alta en el Batallón Humanitario y de Rescate UHR-CFAC. “En mi situación de rescatista esa es mi misión: ayudar a la población afectada, poniendo en práctica todo lo que he entrenado para poder hacer un buen trabajo, un buen papel, y que la gente del pueblo esté tranquila y que confíe en nosotros. Porque la verdad es que cuando miran al Batallón o miran a alguien que va con el chaleco anaranjado o que vamos representando al Ejército de Guatemala, la gente confía y es como si ahí tuvieran a sus héroes”.
*La Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo (JTF-B en inglés) es una fuerza de tarea conjunta expedicionaria que opera bajo el liderazgo del Comando Sur de los Estados Unidos en Centroamérica para promover la estabilidad y la seguridad, así como para combatir a las redes de amenazas transnacionales y transregionales. JTF-B opera desde la Base Aérea Soto Cano, Honduras, ubicada 16 kilómetros al sur de la ciudad de Comayagua y a 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la capital.