Unos 5000 elementos del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente (C-9) de las Fuerzas Armadas de Honduras se encuentran desplegados en varias partes de Honduras para combatir incendios forestales que azotan al país desde principios de 2020. Casi 55 000 hectáreas de bosques han sido afectadas por 835 incendios forestales entre enero y mediados de mayo, informó el Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal (ICF).
“Estamos combatiendo más de seis incendios forestales a diario, en todo el país”, dijo a Diálogo el Coronel de la Fuerza Aérea Yuri Chávez, director de Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas de Honduras. Los militares del C-9 trabajan mano a mano con unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Honduras y oficiales del ICF para controlar los incendios que según el C-9 tienen por causa principal la quema para cultivos.

Según el ICF, la sequía y el aumento de la temperatura en los últimos dos años han incrementado los incendios forestales en Honduras. Toda Centroamérica, que cuenta con un área forestal de casi 20 millones de hectáreas, sufre las amenazas de incendios, especialmente durante la época seca de febrero a mayo.
Sandra Canales, directora de la unidad de protección a los bosques del ICF, dijo a la agencia internacional de noticias EFE que por cada hectárea de bosque afectada por el fuego, Honduras pierde un promedio de USD 1200. “Cuando hay un incendio, no se le está haciendo un daño a alguien específicamente, sino a todo el pueblo”, precisó Canales a EFE.
Las zonas boscosas las más afectadas, indican datos del ICF, son las de los departamentos de Gracias a Dios, zona al oriente del país donde se encuentra una de las tres reservas de biosfera de Honduras, y Francisco Morazán, donde esta la capital Tegucigalpa. En las dos zonas, más de 25 800 hectáreas han sido arrasadas por 195 incendios desde inicios del 2020.
Además de las consecuencias graves para el medioambiente, los incendios forestales generan una densa capa de humo que cubre muchas regiones del país y afecta la salud de la población. Según dijo al diario hondureño La Tribuna el neumólogo Carlos Aguilar, médico del Hospital Cardiopulmonar en Tegucigalpa y ex ministro de la Salud, el humo ha incrementado las enfermedades respiratorias y podría agudizar la emergencia por el COVID-19 ya que problemas respiratorios son algunos de los síntomas del virus.
Con recursos terrestres, aéreos y marítimos, y 170 destacamentos militares de protección de bosque, el C-9 está altamente calificado para responder a estas emergencias. “Tenemos presencia militar a nivel nacional”, dijo a Diálogo el Coronel del Ejército Juan Ramón Hernández, comandante del C-9. “La institución tiene el personal especializado para la ejecución de actividades como oficiales que son ingenieros forestales, biólogo y personal certificado para el combate de incendios forestales por el Servicio Forestal de los EE. UU.”.
Hasta la fecha, el C-9 no ha necesitado el apoyo de países amigos para combatir los incendios, precisó el Cnel. Hernández, “pero si hemos apoyado a países miembros de la CFAC [Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas] cuando lo solicitan”.
Desde 2018, el C-9 coordina anualmente el Curso Internacional de Manejo de Fuego donde capacita a miembros de la CFAC (El Salvador, Guatemala, Nicaragua y República Dominicana), quienes enfrentan incendios forestales con características similares. En 2019, el curso contó con el apoyo del Comando Sur de los EE. UU. con la participación del Departamento de Bomberos del 612.º Escuadrón de la Base Aérea de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo (FTC-Bravo). Dos veces al año, los bomberos militares también incrementan sus destrezas y participan del ejercicio Centroamérica Compartiendo Conocimientos y Experiencias Operacionales Mutuas (CENTAM SMOKE, en inglés), que imparte la FTC-Bravo desde su sede en Comayagua, Honduras.