Luego del referéndum consultivo del 3 de diciembre, el régimen de Nicolás Maduro continua en la preparación para una escalada conflictiva con su vecino de la República Cooperativa de Guyana, a propósito de un viejo litigio por la zona del Esequibo.
La Asamblea Nacional inició el 13 de enero la segunda discusión de la Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, que dispone la incorporación a Venezuela de ese territorio de 155 000 kilómetros cuadrados.
“El régimen de Maduro intenta alimentar un sentimiento nacionalista, que le permita ganar cierta popularidad en lo interno”, aseguró a Diálogo el 15 de enero Félix Arellano, doctor en Ciencias Políticas y profesor titular de la Universidad Central de Venezuela. “Esta (…) una distracción con respecto a los problemas que agobian a una población afectada por una emergencia humanitaria compleja”.
En abril, la representación venezolana deberá exponer sus alegatos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde se ventila la controversia por el territorio Esequibo.
Arellano advirtió que el régimen de Maduro no ha recopilado las informaciones necesarias para sustentar su posición. “Se requieren expertos nacionales en derecho, en historia, en geografía, en política y en relaciones internacionales. Pero yo no veo nada de eso. Si eso se está haciendo, será en un secreto muy bien guardado”, afirmó.
El referéndum de diciembre, incluía una pregunta de rechazo a la jurisdicción de la CIJ. Luego de esta votación, Maduro anunció que daría “carácter vinculante” al resultado de la consulta.
Arellano advirtió que la CIJ dará el fallo correspondiente, aún si Venezuela se niega a comparecer en la oportunidad para la que fue convocada. Entonces, “puede venir una confrontación militar”.
Improvisación
El 28 de diciembre, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) inició una maniobra que Maduro describió como “una acción conjunta de carácter defensivo” en toda la frontera oriental, como respuesta a la visita de la embarcación patrullera HMS Trent de la Armada británica a Guyana.
La decisión del régimen fue dada a conocer dos semanas después de la reunión entre Maduro y el mandatario guyanés Irfaan Alí, en la isla de San Vicente, donde ambos acordaron abstenerse del uso de la fuerza.
Según la cadena France24, en estas maniobras participaron más de 5000 militares venezolanos pertenecientes a la Armada, el Ejército, la Guardia Nacional, la Aviación y la Milicia Nacional Bolivariana.
El General de Brigada (R) del Ejército de Venezuela Rodolfo Camacho, advirtió que Maduro y su élite militar intentan construir capacidades y movilizar activos militares hacia la frontera oriental. “Pero ves un montón de improvisaciones efectistas”, afirmó el Gral. de Brig. Camacho a Diálogo.
Los traslados de tropas, precisó el Gral. de Brig. Camacho, son efectuados por carretera desde lugares tan lejanos como Mérida, en los Andes venezolanos. Por esta razón, muchos de los soldados enviados a Delta Amacuro y Bolívar “nunca habían ido a la zona”.
“Hay una entrada y salida de personal muy grande. Eso forma parte de la misma improvisación. En isla Anacoco, el General Serrano mandó a la gente acantonada a patrullar por tres días. Todo era porque [los soldados] no cabían en el campamento”, reveló Camacho.
Esa isla, ubicada en la margen venezolana del río Cuyuní, un afluente del río Essequibo, carece de servicio eléctrico continuo. El agua potable debe ser trasladada en tanques. De acuerdo con Camacho, tanto allí como en otro emplazamiento de La Esperanza han ocurrido brotes de paludismo.
“A pesar de los intentos por llevar el proceso por vías diplomáticas, la movilización [militar] hacia Guyana sigue”, finalizó Camacho. “La perspectiva de un conflicto con Guyana tiene como propósito principal ejercer un dominio sobre los factores políticos internos de Venezuela, e igualmente mantener a la FANB ocupada con un potencial enemigo”.