La Escuela Naval (EN), en Río de Janeiro, celebró el 9 de octubre uno de los eventos náuticos más tradicionales de Latinoamérica: la Regata de la Escuela Naval, que estuvo abierta a todas las clases de veleros. Unos 400 botes participaron en la competición que reunió a deportistas nacionales e internacionales de diversas disciplinas náuticas, y contó con la participación de los regatistas brasileños Marcos Soares, medallista olímpico en Moscú, y Maurício Santa Cruz, reconocido deportista de vela.
Para el Contralmirante Adriano Marcelino Batista, comandante de la Escuela Naval, la Regata de la Escuela Naval genera un incentivo al deporte y es relevante para la formación de los militares. “La Regata llega a su 77.ª edición y estamos muy orgullosos del logro ininterrumpido, incluso durante los años de la pandemia, ya que las actividades marítimas siguieron efectuándose. Es quizás la regata más democrática y la más grande de Latinoamérica, porque ofrece la posibilidad de que participen varias clases de veleros: radiocontrolados, canoas, piraguas e incluso de vela adaptada. Cerca de 1000 atletas, entre militares y civiles, participaron en el evento en varios tipos de embarcaciones”.
Para la representante de los Estados Unidos, la Capitán de Corbeta de la Marina de los EE. UU. Brianne Aiken, “siempre es un placer competir con los brasileños en este evento tan bien organizado por la EN. Estamos teniendo una gran experiencia. Cualquier momento en que los EE. UU. tenga la oportunidad de interactuar y trabajar con otros países, más aún en este tipo de eventos, es muy importante para que construyamos la paz y el entendimiento en el mundo”.
Además de las actividades en el agua, la regata reunió a unas 3000 personas en la EN. El evento también incluyó exposiciones de las Organizaciones Militares y de los Recursos Operativos de la Marina de Brasil, una presentación de los perros de guerra de la Compañía de Policía, y la Banda Militar del Cuerpo de Infantería de Marina.
En la categoría de Naves Amigas, el equipo de los EE. UU. ocupó el primer puesto, con Brasil en segundo lugar y Chile en el tercero.