La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó por unanimidad un referéndum nacional que buscaría apoyo “en contra del imperio estadounidense”, para la “defensa” de Venezuela del disputado Essequibo, una franja de tierra rica en recursos controlada y administrada por Guyana, informó Reuters el 23 de septiembre, citando al ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela Yvan Gil Pinto.
El presidente de Guyana Irfaan Ali, respondió diciendo que la medida de Venezuela es una “afrenta al Estado de derecho internacional”.
El venezolano Nicolás Maduro respondió a través de X (antes conocido como Twitter), acusando a Ali de “hipocresía y falsa victimización”. Alí está “convirtiendo a Guyana en una sucursal de ExxonMobil” y permitiendo que los Estados Unidos la convierta “en una base militar contra la Venezuela de Bolívar”, escribió Maduro.
Los Estados Unidos han negado previamente que tengan planes de establecer una base militar en Guyana. El Pentágono no hizo comentarios sobre la última acusación de Maduro.
Maduro también afirmó: “Presidente Irfaan Ali, basta de mentiras y de tratar de ocultar la verdad histórica que pesa sobre la disputa por el territorio del Esequibo, cuyo único medio de resolución, como usted bien sabe, es el Acuerdo de Ginebra de 1966”.
“Los pasos que está dando su Gobierno violan la legalidad internacional y ponen en peligro la paz en la región”.
Eso es engañoso.
El Acuerdo de Ginebra de 1966 dice que en caso de que Venezuela y Guyana no logren resolver pacíficamente la disputa fronteriza, “remitirán la decisión sobre los medios de solución a un órgano internacional apropiado sobre el que ambas partes estén de acuerdo, o a falta de acuerdo sobre este punto, al secretario general de la Organización de la Naciones Unidas (ONU)”.
Eso es exactamente lo que hizo Guyana. Al no poder resolver la disputa territorial con Venezuela sobre el Esequibo, Guyana apeló a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU, a través del Acuerdo de Ginebra de 1966.
Contrariamente a las acusaciones de Maduro contra Ali, fue una iniciativa de su país para someter a votación la “defensa” del Esequibo, lo que se ha considerado una violación del acuerdo de Ginebra de 1966.
La Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya carta ha sido ratificada por los 35 Estados independientes de América del Norte y del Sur, calificó el referéndum de la Asamblea Nacional de Venezuela de “ilegal según el Acuerdo de Ginebra de 1966”, advirtiendo de que este tipo de maniobras se han utilizado “para justificar las peores acciones entre Estados, incluido el crimen de agresión”.
CARICOM, un bloque comercial de 15 naciones caribeñas que incluye a Guyana, calificó de “intención declarada” de Venezuela para aplicar “todas las medidas necesarias” para impedir que Guyana desarrolle los recursos naturales de Essequibo y de amenaza de uso de la fuerza “contraria al derecho internacional”.
La disputa tiene sus raíces en la época colonial.
En 1831, Gran Bretaña fusionó varias antiguas posesiones coloniales holandesas, entre ellas Essequibo, en una sola colonia llamada Guayana Británica (la actual Guyana).
Venezuela no estaba de acuerdo con la forma en que Gran Bretaña delimitó las fronteras de la Guayana Británica, argumentando que el río Essequibo constituía una frontera natural. En 1844, Venezuela reclamó toda la Guayana al oeste del río Essequibo, aproximadamente dos tercios del territorio de la Guayana Británica.
En 1899, un tribunal de cinco árbitros –dos británicos, dos estadounidenses y un ruso– concedió la mayor parte del territorio en disputa a la Guayana Británica. Venezuela no estuvo de acuerdo con el fallo, pero lo acató.
Guyana sostiene que, entre noviembre de 1900 y junio de 1904, una comisión mixta de límites anglo-venezolana “identificó, demarcó y fijó permanentemente” la frontera establecida por el laudo del tribunal de arbitraje. Guyana afirmó que las comisiones firmaron un informe conjunto y un mapa de los límites en 1905.
Posteriormente, Venezuela alegó que el laudo que concedía Essequibo a Guyana era el resultado de un acuerdo político entre Gran Bretaña y Rusia. Guyana lo niega.
En 1962, Venezuela reintrodujo su reclamación sobre Essequibo en la escena internacional, alegando que el laudo de 1899 era “nulo e inválido”.
En 1966, meses antes de que Guyana obtuviera su independencia, el Reino Unido y Venezuela alcanzaron el Acuerdo de Ginebra, en el que se establecía que las partes resolverían pacíficamente la disputa fronteriza.
De 1990 a 2017, el secretario general de la ONU utilizó el procedimiento de “buenos oficios” previsto en la Carta de la ONU y en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, para resolver esta disputa.
En enero de 2018, después de que ambas partes no llegaran a un acuerdo, el secretario general de la ONU Antonio Guterres, eligió la CIJ “como el medio a utilizar para la solución de la controversia”.
En marzo de 2018, Guyana presentó una demanda contra Venezuela ante la CIJ “para confirmar la validez legal y el efecto vinculante” de la sentencia de 1899. Maduro argumentó que la CIJ carecía de jurisdicción para conocer el caso. Sin embargo, la CIJ dictaminó en abril que tenía jurisdicción para conocer el caso.
Las tensiones aumentaron después de que ExxonMobil, que inició actividades de exploración de petróleo y gas en Guyana en 2008, hiciera su “primer hallazgo significativo de petróleo frente a las costas de Guyana” en 2015.
Un consorcio dirigido por ExxonMobil, que incluye a la empresa estadounidense Hess Corporation y a la China National Offshore Oil Corporation, de Pekín, está desarrollando el bloque de petróleo y gas Stabroek frente a la costa atlántica de Guyana.
Al reclamar Essequibo, Venezuela afirma que el bloque Stabroek se encuentra dentro de su zona económica exclusiva (ZEE) de 200 millas, no de la de Guyana.
En 2013, Venezuela incautó un buque petrolero operado por los Estados Unidos que navegaba en la zona, y en 2018 interceptó un buque que realizaba un estudio sísmico para Exxon.
En 2020, los Estados Unidos, que apoyan la reclamación territorial de Guyana, anunciaron que realizarían patrullajes conjuntos con Guyana en la disputada región marítima.
La explotación de los recursos del Esequibo podría convertir a Guyana en el cuarto productor mundial de petróleo en alta mar.
El 25 de septiembre, el vicesecretario de Estado estadounidense Brian Nichols, declaró que Washington apoya el derecho de Guyana a explotar sus recursos naturales.