Pese a que el año estuvo marcado por la pandemia de COVID-19, el Programa de Recompensas del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en Colombia continuó con éxito.
En 2020, el programa permitió que las fuerzas de seguridad de Colombia realizaran 14 operaciones contra las organizaciones narcoterroristas del Clan del Golfo, disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las fuerzas de seguridad de Colombia que participan en este programa son el Ejército, la Policía Nacional y la División Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia (DIRAN).
“Esta cooperación ha permitido el despliegue de operaciones de impacto, que se refleja en el incremento de recursos humanos de alto nivel que han afectado significativa y directamente a los grupos ilegales financiados por el sistema de drogas ilícitas”, manifestó el Mayor General Jorge Luis Ramírez Aragón, director de la DIRAN.
“Esta cooperación ha permitido el despliegue de operaciones de impacto, que se refleja en el incremento de recursos humanos de alto nivel que han afectado significativa y directamente a los grupos ilegales financiados por el sistema de drogas ilícitas”, Mayor General Jorge Luis Ramírez Aragón, director de la DIRAN.
“La asignación de recursos de los EE. UU. ha contribuido a la continuidad del programa, además de la presencia permanente de miembros del Comando Sur de los EE. UU., quienes brindan entrenamiento en forma precisa y transparente a nuestras fuerzas [colombianas], así como también la administración de pagos de recompensas”, agregó.
Resultados de neutralizaciones e incautaciones de 2020:
- 107 individuos neutralizados (capturados o abatidos)
- 26 alijos de armas/explosivos
- 2500 kilogramos de drogas ilícitas
- Siete laboratorios de drogas
- USD 66 millones en pesos colombianos
- 218 minas antipersonas
- Materiales empleados en la fabricación de explosivos (24 barras de Indugel y 63 barras de Pentolita)
- 155 granadas de 40 mm
- 79 granadas de mano
- 10 fusiles automáticos
- 5700 cartuchos de municiones
- Equipamiento minero empleado en operaciones de minería ilegal
La incautación del equipamiento minero que utilizaba el ELN fue un duro golpe, ya que la minería ilegal se ha convertido en la principal fuente de ingresos para los guerrilleros. Mientras que el ELN continúa a ser empujado fuera de Colombia, sus miembros se han trasladado a Venezuela donde operan con impunidad debido al apoyo del régimen de Nicolás Maduro, y realizan operaciones mineras ilegales de oro y otros metales.
El Programa de Recompensas del Departamento de Defensa, que comenzó en 2009, está diseñado para remunerar a quienes proporcionen información que conduzca al decomiso de armas ilegales o a la captura de delincuentes de alto valor, así como también a cualquier información que beneficie las operaciones militares o actividades de las fuerzas armadas contra el terrorismo internacional.
En 2020, el Programa de Recompensas del Departamento de Defensa llevó a cabo 54 operaciones y pagó más de una decena de recompensas, que ascienden a un total de USD 979 000. En dos oportunidades, los informantes proporcionaron testimonios beneficiosos que propiciaron la captura y/o neutralización de dos delincuentes de alto perfil: Franco Ruiz, alias Motorola, y Ángel Emiro Vidal Echeverry.
Las autoridades identificaron a Ruiz, quien fue capturado en la ciudad de Popayán, departamento de Cauca, como el principal traficante de armas y jefe de finanzas de los frentes Manuel Vásquez Castaño y José María Becerro, del ELN, también en dicho departamento. Además, las fuerzas de seguridad colombianas señalaron que a Ruiz se lo considera el zar de las drogas del ELN.
Echeverry, que pertenecía al Frente Efrén Vargas Gutiérrez del Clan del Golfo, murió durante una operación en la que participaron miembros de la DIRAN, de la Armada y del Ejército de Colombia.
El monto de las recompensas por cada una de estas neutralizaciones fue de USD 50 000.
En años anteriores, el Programa de Recompensas del Departamento de Defensa fue fundamental en la neutralización de dos altos mandos de las FARC: Mono Jojoy (USD 100 000 en 2010) y Alfonso Cano (USD 200 000 en 2012).