Los ejércitos de los Estados Unidos y Colombia buscan continuamente formas de fortalecer aún más la ya rica asociación que comparten. El ejemplo más reciente es la incorporación de una compañía de infantería del Ejército colombiano al Equipo de Combate de la 3.ª Brigada de la 82.ª División Aerotransportada de los EE. UU., junto con soldados estadounidenses de la 1.ª Brigada de Asistencia a las Fuerzas de Seguridad, durante una reciente rotación del Centro de Entrenamiento de Preparación Conjunta (JRTC) en Fort Polk, Luisiana.
“La importancia de esta rotación del JRTC con el Ejército Colombiano es doble: ayuda al Ejército Colombiano a entender un nuevo ambiente operacional, incluyendo cómo responder en operaciones de combate a gran escala, y fortalecer la preparación del Ejército de los Estados Unidos”, dijo el Mayor del Ejército de los EE. UU. Joseph Macchiarella, oficial del área extranjera del Ejército Sur de los EE. UU. en Colombia. “La 3.ª Brigada, junto con la 1.ª SFAB, pudieron entrenarse en su tarea crítica de integrar a los aliados y a las fuerzas de las naciones asociadas en las operaciones, así como identificar las lagunas en las capacidades que tendrán que ser abordadas en un futuro próximo”.
Cuando se le preguntó sobre la importancia de las asociaciones militares como la que existe entre los ejércitos de los EE. UU. y Colombia, el Coronel Richard Taylor, comandante del Equipo de Combate de la 3.ª Brigada de la 82.ª División Aerotransportada, habló sobre cómo las amistades y asociaciones estratégicas son la base de cualquier gran organización.
“Sabemos que el Ejército de los Estados Unidos no opera solo; cada oportunidad de servir junto a nuestras fuerzas aliadas es una oportunidad para fortalecer lazos y establecer confianza”, dijo. “Ambos rasgos son cruciales para la interoperabilidad y, en última instancia, nos permiten saltar, luchar y ganar en el día más duro del combate terrestre”.
El Cnel. Taylor también elogió la profesionalidad demostrada a lo largo de la rotación: “Los soldados y líderes del Ejército colombiano son disciplinados, letales y muy competentes. Nuestros paracaidistas adquirieron conocimientos sirviendo con ellos durante toda la rotación”.
Aunque cada vez que los ejércitos de dos países operan juntos se plantean varios retos, un adiestramiento coherente y realista crea un entendimiento que puede aliviar esas preocupaciones en caso de que esta asociación se ponga a prueba en una operación real.
“Aún quedan muchos retos por superar para lograr la interoperabilidad, las rotaciones de los centros de adiestramiento de combate son el escenario perfecto para identificar las carencias y encontrar una solución inmediata”, declaró el May. Macchiarella al término de la rotación. “Hubo muchas lecciones aprendidas por todos los participantes y ahora queda el reto de cómo mejorar antes del próximo gran evento”.
La asociación militar entre los EE. UU. y Colombia es de larga data y en los últimos años las dos naciones comenzaron a trabajar juntas hacia un objetivo común, más optimista.
“Desde 2021 los Estados Unidos y Colombia han tenido un proceso de preparación y entrenamiento de una unidad del ejército, con el objetivo de trabajar hasta un nivel de batallón, para mejorar y lograr una verdadera interoperabilidad”, explicó el Mayor General Álvaro Vicente Pérez, subcomandante del Ejército de Colombia. “Empezamos en 2021 trabajando juntos a nivel de pelotón y durante esta rotación del JRTC entrenamos juntos a nivel de compañía”.
El entrenamiento a nivel de compañía, a diferencia del nivel de pelotón o escuadrón individual, proporcionó una mayor comprensión de las capacidades y tácticas de cada uno durante un entorno de tipo de operaciones de combate a gran escala.
“Lo más importante de un entrenamiento como éste, después de hablar con nuestros soldados, es la oportunidad de interactuar, entrenar y comprender las capacidades de otros ejércitos como el estadounidense y ver las operaciones desde otro punto de vista”, afirmó el May. Gral. Pérez.
Además de esta rotación de entrenamiento del JRTC organizada por los EE. UU., Colombia acogió el pasado otoño a soldados estadounidenses de la Guardia Nacional de los Ejércitos de Illinois y Georgia durante el Ejercicio Vanguardia del Sur 23, que consistió en un ejercicio de entrenamiento de dos semanas en la Base Militar de Tolemaida, en Colombia. El ejercicio incluyó una mesa redonda sobre la iniciativa Mujer, Paz y Seguridad, en la que altos mandos de ambos ejércitos compartieron experiencias e ideas sobre la promoción del papel de la mujer en los esfuerzos de seguridad en sus respectivos países.