El 7 de agosto, agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay decomisaron casi 3 toneladas de hachís, en Capitán Bado, una ciudad del departamento de Amambay fronteriza con Brasil. La droga tenía como destino final el país vecino, informó el diario paraguayo La Nación.
La incautación ocurrió luego de que reportes de inteligencia alertaran sobre la existencia de un campamento y su localización, reportó el diario paraguayo ABC Color. En el lugar, los agentes hallaron unos 3600 paquetes de hachís. “En total los paquetes alcanzaron un peso de 2850 kilogramos. Dentro del campamento también fueron hallados una arma larga y todos los enseres necesarios para el trabajo de empaquetado”, precisó la SENAD en un comunicado.
Según los reportes de varios medios como La Nación, la mercancía pertenecería a una “poderosa facción criminal” que en ese punto fronterizo despachaba el hachís a Brasil. La droga fue incinerada en el lugar, reportó ABC Color, y ninguna persona fue capturada durante el operativo.
A finales de julio, la SENAD desmanteló un laboratorio de producción de hachís también en el departamento de Amambay. Según la SENAD, las apariciones de este tipo de estructuras serían debido al aumento de demanda de nueva variedades de marihuana en el mercado brasileño.
“El hachís tiene bastante demanda y genera más ganancia, aunque no es muy frecuente por los cuidados que debe tener para que sea conservada”, explicó el director de Comunicaciones de la SENAD, Francisco Ayala, al portal Última Hora.
Por su parte, el ministro de la SENAD, Arnaldo Guizzio, explicó a Última Hora que el hachís se suele ingresar del extranjero al país y por lo general se incauta en los aeropuertos y puertos, pero no tanto en campamento de cultivos.
Según el Informe sobre el comercio ilícito 2019 de la Organización Mundial de Aduanas, las administraciones de aduanas reportaron la incautación de más de 540 000 kilogramos de marihuana en el mundo, de los cuales el 20,8 por ciento eran de hachís.