El número de casos de coronavirus en Ecuador sigue en aumento, con casi 2000 casos a fines de marzo y cerca de 30 muertes.
El 16 de marzo, el presidente Lenín Moreno decretó el estado de emergencia en todo el país y estableció un toque de queda de las 9 de la noche hasta las 5 de la mañana para contener la propagación del coronavirus. “He decretado el estado de excepción en el país, por lo cual se cierran los servicios públicos, a excepción de salud, seguridad, servicio de riesgos y aquellos que, por emergencia, los ministerios decidan mantener abiertos”, manifestó Moreno en cadena nacional. “Quédense en casa, trabajen desde casa”, pidió el presidente Moreno.
Según Moreno, la humanidad enfrenta “una guerra”, y en esta lucha hará “lo posible e incluso lo imposible” para proteger al pueblo ecuatoriano. El presidente anunció que “la circulación de personas y vehículos quedará limitada a las siguientes actividades: comprar alimentos, artículos de necesidad básica y productos farmacéuticos; asistir a centros de salud; llegar al lugar de trabajo y volver a su domicilio y para cuidar a ancianos o discapacitados”.
Además de estas medidas, se suspenderá el trasporte público interprovincial de pasajeros por 14 días, además de la circulación de automóviles privados, a excepción de aquellos vehículos que tengan autorización para circular.
Respuesta militar
Según un artículo del 25 de marzo publicado por el diario ecuatoriano El Universo ,“las Fuerzas Armadas refuerzan los operativos en la frontera norte con un equipo ‘hipomóvil’ que se desplaza por diferentes sectores que limitan con territorio colombiano”. Durante este período de emergencia por el coronavirus, la misión de este equipo montado es evitar el tráfico de personas y el contrabando que fluye a través de las 37 áreas binacionales no reconocidas, que los ejércitos de ambos países identificaron hace unas semanas.
El Universo también informó que Franklin Pico, comandante de la Brigada Andes de Tulcán, había explicado que estas medidas pretendían blindar las fronteras y bloquear cruces no autorizados por el tiempo que dure la emergencia sanitaria. Los comandantes regionales de los ejércitos acantonados en Carchi y Nariño, Colombia, coinciden en que se intenta mitigar el riesgo de contagio del virus entre la población fronteriza, ya que podría ingresar a través de extranjeros que cruzan la frontera de forma irregular sin respetar los protocolos sanitarios, que son asintomáticos o portadores del virus.
Después de que el presidente Moreno declarara a la provincia de Guayas una “zona de seguridad nacional”, CNN en español informó el 24 de marzo que el gobernador de Guayas Pedro Pablo Duart, y autoridades de las Fuerzas Armadas y de la Policía, habían difundido detalles sobre una Fuerza de Tarea Conjunta que operará en dicha provincia, las más afectada por el coronavirus.
La Fuerza de Tarea Conjunta prevé la presencia de 3300 uniformados en las calles, entre agentes de policía y unidades militares, en unos 300 vehículos. Los controles se intensificarán en cuatro cantones: Guayaquil, Durán, Samborondón y Daule.
El jefe del Estado Mayor de la Armada, Amílcar Villavicencio, indicó que “por la razón o la fuerza, salvaremos la vida de la gente”; y destacó que debían enfocarse en Guayas debido a la acelerada expansión del coronavirus. Villavicencio agregó que la Fuerza de Tarea Conjunta involucra la participación de todas las fuerzas de seguridad en Guayas para evitar la propagación del virus.