En los últimos años, China logró comercializar y exportar armas a más de 40 países en el planeta. Sin embargo, un creciente problema surge en relación con la calidad, la seguridad y el rendimiento de esos equipos, indicó en un informe de junio la organización global de investigación RAND Corporation.
“Muchos países que adquirieron equipo militar chino por primera vez se encuentran con que los estándares de certificación son inferiores a diferencia de occidente, donde existen estándares de excelencia compartidos por los países de la OTAN, que avalan la certificación de las tecnologías”, dijo el 11 de julio a Diálogo Andrei Serbin, especialista en inteligencia geopolítica y director del laboratorio de ideas argentino CRIES. “China no cuenta con un sistema siquiera cercano”.
A pesar de la promesa inicial, los equipos militares chinos no logran superar las pruebas posteriores a la entrega. Esta situación deja a los países compradores en una posición precaria, sin el nivel de seguridad esperado y con agotamiento en sus presupuestos militares, precisó.
La falta de compatibilidad tecnológica con el equipo militar chino es costosa. Los países receptores carecen de personal capacitado para resolver problemas y enfrentan dificultades para obtener piezas de repuesto. Las exportaciones militares chinas principalmente van a países en desarrollo en Asia, África y Sudamérica.
Equipos defectuosos
En casos concretos, el Ejército de Nigeria experimentó numerosos problemas técnicos con los aviones F-7 de fabricación china entregados a partir de 2009. Casi todos los aviones se perdieron en accidentes y para 2020, de los 9 restantes, 7 tuvieron que ser devueltos a China para un mantenimiento y reparación profundos, abundó RAND.
La mayoría de los aviones chinos de combate JF-17 adquiridos en 2022 por Myanmar, fueron dejados en tierra debido a graves fallas técnicas, incluyendo grietas estructurales. Estos aviones resultaron ser inadecuados para su uso en el Ejército de Myanmar, reportó la plataforma The Irrawaddy de Myanmar.
En 2022 Pakistán, el mayor importador de equipo militar chino, expresó su molestia con las fragatas chinas F-22P que adquirió. Según el Centro de Estudios de Geopolítica y Relaciones Internacionales, con sede en Italia, descubrieron fallas en el dispositivo de imágenes, el sistema de sensor de infrarrojos y los radares de los barcos.
La Fuerza Aérea de Bangladesh informó problemas con el disparo de las municiones cargadas en su avión K-8W de fabricación china, poco después de su entrega en 2020. Las repetidas solicitudes de asistencia a Beijing no fueron atendidas, indicó Eureporter en marzo de 2021.
China muestra poco compromiso en el mantenimiento y reparación de los equipos que vende, obligando a algunos países a buscar ayuda de terceros. Por ejemplo, Myanmar se alió con técnicos paquistaníes para solucionar los problemas técnicos del JF-17, lo cual era responsabilidad de China. Estos retrasos afectan la modernización militar de los países compradores, indicó RAND.
Tecnología atrasada
“Todo lo que venden los chinos es tecnología atrasada que copiaron de occidente”, dijo el 9 de julio a Diálogo Carlos Sánchez Berzaín, director del Instituto Interamericano para la Democracia, con sede en Miami. “No vamos a ver que haya una iniciativa china en el desarrollo tecnológico”.
“Beijing no tienen desarrollo tecnológico propio, porque eso cuesta mucho dinero”, precisó Sánchez Berzaín. Cuando sale alguna nueva tecnología en los EE. UU., China opera rápidamente la retro ingeniería y a los pocos meses están presentando su copia pirata.
Para muchos países, la opción de China resulta ventajosa por diversas razones, manifestó Serbin. “En primer lugar, no impone limitaciones técnicas o tecnológicas a la introducción de nuevas ciencias aplicadas en diferentes regiones, lo que brinda mayor flexibilidad a los países interesados”. Ofrece productos de pésima calidad, pero a precios bajos.
Además, China da condiciones de financiamiento favorables, lo cual representa una ventaja significativa para países que enfrentan crisis económicas y sociales crónicas. “Este financiamiento no solo es una decisión económica, sino también política por parte del Gobierno chino”, detalló Serbin.
En Sudamérica, el Ministerio de Defensa de Argentina se encuentra en una etapa de evaluación para la posible adquisición de 12 aviones de combate JF-17 Thunder de China, para sustituir los aviones de combate Mirage de la Fuerza Aérea Argentina (FAA), que fueron dados de baja en 2016, reportó el diario argentino La Nación, el 31 de mayo.
“China no consideró los JF-17 en su arsenal, lo cual indica algo malo sobre el sistema. Inicialmente usaba un motor ruso, pero ahora debería usar uno chino. China llega tarde a los motores de alto rendimiento, por lo que pueden surgir cuestionamientos sobre su tecnología”, explicó Serbin.
La aviónica del JF-17 también “muestra sistemáticamente un rendimiento inferior y ha estado plagada de varios problemas operativos”, informó el Taiwan Times.
Todo esto “dificulta especialmente la evaluación del equipamiento chino y la capacidad de garantizar la calidad de los materiales que adquieren”, concluyó Serbin. “Este problema no debe subestimarse, ya que [es] fundamental para que un país pueda evaluar si el equipo que está comprando cumple realmente con los requisitos de seguridad y eficiencia necesarios”.