China invade Latinoamérica con inversiones estratégicas en minas, puertos y fábricas, especialmente dirigidas al creciente mercado de los vehículos eléctricos (EV). Un reporte de la plataforma estadounidense The China Project, resalta estas inversiones como un claro indicio de la ambición de Pekín para gobernar la región.
El informe subraya que el país asiático asegura su acceso a los metales esenciales como el litio, abundantes en Latinoamérica. Además utiliza cualquier negociación para acaparar este material clave para fabricar las baterías para los EV, indica en Internet la agencia británica BBC.
“Esta expansión se relaciona directamente con la explotación estratégica (…) de la región sudamericana conocida como el triángulo del litio, donde están las mayores reservas del mundo de este metal”, dijo a Diálogo Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacífico e India de la Universidad Nacional de Tres de Febrero en Argentina.
Ruta logística
Para asegurar su suministro constante de litio, Pekín está desarrollando el puerto de Chancay, en Perú. El mega puerto, que pretende ser el epicentro del Pacífico sudamericano y un punto clave en el intercambio entre Asia y la región, estará listo en noviembre de 2024, según la plataforma francesa RFI.
Chancay tendrá una inversión superior a los USD 3500 millones y 15 muelles, precisa. Este proyecto, liderado por Cosco Shipping, una empresa estatal china, posee el 60 por ciento del embarcadero. Cosco tiene presencia en 37 puertos en el mundo y es propietaria de más de 1300 buques, detalla.
La economista Julia Cuadros, de la ONG peruana CoperAcción, señaló a RFI que China, con notables inversiones en sectores como minería, electricidad, hidrocarburos e infraestructura en Perú, “será el principal beneficiario del puerto de Chancay, siendo destinatario del 48 por ciento de las exportaciones minerales del país”.
Cesarin destacó que Chancay está diseñado para impulsar las actividades de las empresas chinas, brindando una ruta logística que conectará a Brasil, Bolivia y Chile. Esta conexión busca aprovechar al máximo los recursos y la ubicación geográfica de la región, especialmente el litio para la industria de EV y las baterías, de alta demanda.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, el triángulo del litio
compuesto por Argentina, Bolivia y Chile, resguarda el 56 por ciento de las reservas mundiales de este mineral. Otros países como Brasil, México y Perú, albergan depósitos de litio, elevando los recursos regionales a casi el 60 por ciento del total global.
Internacionalización vs seguridad
Las compañías chinas de EV invierten fuertemente en países latinoamericanos como Argentina, Brasil y México, aprovechado el crecimiento del mercado regional y el interés de estas naciones en la reducción de emisiones.
En Brasil, el fabricante chino de baterías BYD planea construir una base de exportación para Latinoamérica. En Argentina, las empresas chinas Chery y Gotion, se unieron para fabricar 20 modelos de vehículos eléctricos cerca de sus reservas de litio. En México, varias empresas chinas ya ensamblan vehículos con miras a exportar a los Estados Unidos, según reporta Diálogo Chino, una plataforma de periodismo de investigación.
Sin embargo, el profesor Jim Saker, presidente del Instituto de la Industria del Motor, en Reino Unido, advirtió sobre la posible amenaza a la seguridad por parte de los EV chinos. En una entrevista con el diario británico Telegraph, dijo que existe una enorme posibilidad de que estos vehículos sean manipulados a distancia, causando a placer una paralización considerable.
Saker mencionó que “un fabricante de automóviles con sede en Shanghai podría detener entre 100 000 y 300 000 vehículos en toda Europa, generando inmovilidad a nivel nacional, a pesar de los esfuerzos regulatorios para detectar software malicioso u otras debilidades”.
También subrayó la complejidad de realizar pruebas exhaustivas en miles de vehículos, lo que representa un desafío significativo en términos de seguridad y control. Telegraph informó que el Partido Comunista Chino pretende crear una importante industria exportadora de EV.
Para el avance de China en este mercado, el Gobierno chino subsidia y otorga exenciones fiscales a la industria de vehículos de nueva energía, estrategia que ha sido replicada en otros países. Sus inversiones en el mercado mundial de EV crecieron de USD 605 millones a más de USD 24 000 millones entre 2016 y 2022, abunda.
“No hay duda de que la expansión internacional de las empresas chinas es respaldada en subsidios estatales consistentes, una práctica estándar en su estrategia de internacionalización durante las últimas tres décadas”, comentó Cesarin.
Asimismo, resaltó que este apoyo desencadenó disputas y controversias en organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio.
Cesarin destacó que “la adquisición de empresas europeas como Volvo ha fortalecido la internacionalización de las compañías chinas en la industria automotriz, permitiéndoles acceder a tecnología, conocimientos, experiencia y mercados relevantes”.
“Aunque los EV chinos pueden ser más asequibles, los vehículos occidentales suelen ser más resistentes y seguros. Pero, esta mayor calidad conlleva un precio más elevado”, aseguró Cesarin. “En ocasiones, como consumidores en Latinoamérica, optamos por la opción más económica. Esta elección involucra una compleja ecuación que a veces desconocemos como compradores”.
Enfrentamiento desleal
Según un reporte de la revista mexicana Expansión, Luis Fernando Pedrucci, presidente de Renault Latinoamérica, advirtió sobre la competencia desigual generada por las ventajas otorgadas por el Gobierno chino a sus fabricantes locales, lo que podría restringir las inversiones en vehículos eléctricos en Latinoamérica.
“Es como si estuviéramos jugando un partido de fútbol en casa, siguiendo las reglas, mientras que el equipo contrario tiene ventajas significativas de arbitraje. Esto desequilibra la situación y al final beneficia a unos en detrimento de todos los demás”, expresó Pedrucci, subrayando la falta de imposición de aranceles a los EV importados de China por parte de los gobiernos latinos.
“Las protestas y quejas de otras empresas no me sorprenden, dado el enfoque de China. Pekín busca desestabilizar el mercado global y a través de sus empresas busca exhibir superioridad sobre las economías occidentales, ganar terreno en mercados y desplazar la producción occidental”, remarcó Cesarin.