Casi 30 días y 5000 millas náuticas es el tiempo y la distancia que le llevó a un submarino chileno viajar desde su base de operaciones en Talcahuano, Chile, a la Base Naval Point Loma en San Diego, California, para participar de junio a septiembre de 2021 en la Iniciativa de Submarinos Diésel-Eléctricos (DESI en inglés), junto a la Marina de los Estados Unidos.
El Capitán de Fragata de la Armada de Chile Sergio Carter tiene más de 10 años de experiencia en navegación de submarinos, y actualmente es el capitán del SS-22 Carrera, un submarino clase Scorpène con motor diésel. Considerados verdaderos ejemplos de híbridos, los submarinos diésel como el SS-22 Carrera emplean baterías para viajar bajo el agua en forma silenciosa. Las baterías se cargan a través del motor diésel que requiere oxígeno para su funcionamiento, por lo cual debe salir a la superficie para alimentar el motor. Como resultado, los submarinos diésel solo pueden permanecer sumergidos durante unos días cada vez, a diferencia de los submarinos nucleares que pueden permanecer bajo el agua durante semanas.
Con una capacidad de carga útil de 18 torpedos o misiles el SS Carrera posee seis silos, y ha demostrado ser un digno oponente para la Marina de los EE. UU. a lo largo del ejercicio de 3 meses. El Cap. de Frag. Carter se reunió con Dialogo para hablar sobre la participación de Chile en la DESI, y los beneficios del entrenamiento con los EE. UU.
Diálogo: ¿Cómo describe DESI?
Capitán de Fragata de la Armada de Chile Sergio Carter: DESI es una iniciativa que comenzó con el Comando de las Fuerzas de Flota de los Estados Unidos en 2001, para poder generar fuerza opositora en el proceso de entrenamiento de los grupos de batalla, y en el grupo de ataque de la Marina de los Estados Unidos con medios reales y verdaderos.
Para el caso puntual de Chile, antes de eso y desde 1994, nosotros hemos participado en distintos eventos en la costa oeste, principalmente de los Estados Unidos; desde que se inició el programa DESI nosotros participamos desde el 2007. Es un ejercicio que es de beneficio mutuo, muy interesante para nosotros por los desafíos logísticos y operacionales que tiene.
Logísticos primero, porque sostener un submarino por más de cuatro meses, casi cinco meses, a más de 5000 millas náuticas de nuestro puerto base, hablando de la comunidad de submarinos diésel eléctricos en el mundo, es único. Creo que son muy pocos países los que pueden y tienen esa capacidad, y nosotros sistemáticamente lo hemos podido realizar. Eso genera un valor agregado en nuestro proceso de preparación, y en nuestra capacidad de conducir y mantener operaciones por tiempo prolongado y relevante.
En el ámbito operacional es tener la oportunidad de interactuar durante tanto tiempo con los mejores recursos de transporte, que eso es lo que tiene la Marina de los Estados Unidos. Nos genera una experiencia en todos los niveles que tenemos a bordo; a nivel de operadores, mantenedores, y el nivel de conducción que realizan los oficiales y quien habla, durante las operaciones. Así que es un beneficio fabuloso para nuestras tripulaciones, y creo que también para el Gobierno de los Estados Unidos.
Diálogo: ¿Puede hablar acerca del ejercicio?
Cap. de Frag. Carter: Este ejercicio consiste aproximadamente de entre 25 a 30 días de tránsito para llegar de Chile a San Diego. Una vez que estamos en San Diego son alrededor de dos meses y medio acá, y esos dos meses y medio son 40 a 45 días en el mar, donde esta vez interactuamos durante 10 días con el Grupo de Ataque Uno, compuesto por el USS Carl Vinson, y luego otros ejercicios de submarinos contra submarinos nucleares; ejercicios con medios aéreos como el helicóptero MH 60 Romeo en las instalaciones en la isla San Clemente; y también el ejercicio de rescate submarino llamado Chile Mar, con el Comando de Rescate Submarino.
Diálogo: ¿Cuál ha sido el beneficio de entrenar con los Estados Unidos?
Cap. de Frag. Carter: Es invaluable en términos de la experiencia para los operadores, para mantenedores y para quienes conducen los submarinos; por la cantidad de medios aéreos y submarinos de superficie con los que interactuamos. Haciendo de fuerza opositora nos permite entrenarnos en el ambiente más demandante que podemos llegar a tener. Eso entrega capacidades a este equipo, que una vez que volvemos a Chile y se mezclen las dotaciones permite que ese conocimiento se incremente, con el resto de las fuerzas superiores que se encuentran en Chile.
Diálogo: ¿De qué manera puede ayudar un submarino a combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada?
Cap. de Frag. Carter: Dentro del ámbito de acción de las Fuerzas Armadas de Chile nosotros tenemos cinco áreas de misión de la defensa, y esas decantan en la Armada. Una de esas áreas de misión de la defensa es preservar nuestros intereses económicos donde estén, y dentro de eso se encuentra resguardar nuestra zona económica exclusiva, de la pesca ilegal no declarada y no reglamentada. Para eso los submarinos son una excelente plataforma. Primero porque son discretos, nadie ve cuando están operando, y segundo porque tienen una cantidad de sensores que permiten detectar sobre y bajo la superficie prácticamente a cualquier medio. Tienen la capacidad de grabar y localizar mediante sensores ópticos, infrarrojos, electromagnéticos y acústicos, y eso permite tener información esencial para poder después determinar si es que los buques estaban o no efectuando la acción que se condice, con la reglamentación internacional vigente al respecto.