Líderes mundiales expresan su apoyo al pueblo cubano, luego de que el 11 de julio de 2021 se produjeran manifestaciones en toda la isla.
Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), instó al Gobierno cubano a escuchar las “manifestaciones de descontento”, durante una conferencia de prensa que tuvo lugar el 12 de julio en Bruselas, tras reunirse con ministros de relaciones exteriores de la UE.
Erika Guevara-Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas, calificó las protestas como “una jornada histórica para Cuba” y expresó su preocupación por las denuncias de “cortes de Internet, detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza, incluyendo policías disparando contra manifestantes”, además de “una larga lista de personas desaparecidas”.
Guevara-Rosas exhortó al presidente cubano Miguel Díaz-Canel y a su gobierno a “atender las demandas sociales de su ciudadanía, ante la crisis económica, el desabasto de alimentos y medicinas, el colapso del sistema de salud que no responde a la actual crisis de COVID-19 y la acumulación de reivindicaciones históricas por que se respeten los derechos a la libertad de expresión y asamblea pacífica”.
El 12 de julio en Ciudad de México, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador manifestó ante la prensa que “sería un gesto verdaderamente humanitario” que los EE. UU. levantaran el embargo comercial que pesa sobre Cuba desde hace cinco décadas.
“Ningún país del mundo debe ser cercado, bloqueado”, indicó.
En los EE. UU., Francis Suarez, alcalde de Miami, Florida, pidió al Gobierno del presidente Joe Biden que liderara un esfuerzo internacional para ayudar a los cubanos, que están sufriendo bajo el gobierno comunista de la isla.
“El Gobierno de Cuba es un gobierno ilegítimo”, dijo Suárez a la prensa el 12 de julio. “Y el pueblo cubano se está muriendo de hambre. Necesitan medicinas. Necesitan ayuda internacional. Y francamente, a menos que los militares cubanos o la policía cubana se vuelvan contra el Gobierno cubano, el pueblo cubano seguirá siendo reprimido sin ninguna esperanza de libertad en el futuro”.
Miami alberga una gran comunidad de exiliados cubanos que huyeron de su tierra natal, luego de que Fidel Castro tomara el poder en la revolución de 1959.
Otra figura política de Florida, el senador republicano de los EE. UU. Marco Rubio, elogió las manifestaciones en una carta al presidente Joe Biden, caracterizando los eventos como “protestas históricas, pacíficas y orgánicas, que surgieron en La Habana y otras provincias de Cuba”. El senador Rubio instó al presidente a tomar una serie de medidas para ayudar al pueblo cubano, incluyendo la identificación de los involucrados en “actos de represión violenta dentro de Cuba” y prohibirles el ingreso a los EE. UU.
El senador demócrata estadounidense Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de los EE. UU., pidió el fin de la “violencia y represión” contra el pueblo cubano.
“Los ojos del mundo están puestos en Cuba esta noche, y la dictadura debe entender que no toleraremos el uso de la fuerza bruta para silenciar las aspiraciones del pueblo cubano”, expresó en un comunicado publicado el 11 de julio.