Del 8 al 22 de septiembre, Brasil fue sede de la 63.ª edición de la Operación UNITAS, que reunió a veinte países. El ejercicio naval es promovido anualmente por el Comando Sur de los Estados Unidos en diferentes países de América en un sistema rotativo, y es considerado el más antiguo en continuidad en el mundo, desde 1959. La operación pretende reforzar los lazos de cooperación amistosa entre las marinas participantes, mejorando la capacidad de las fuerzas navales para alcanzar objetivos comunes, realizar operaciones marítimas conjuntas, y desarrollar una mayor interoperabilidad entre los participantes.
Los ejercicios marítimos se realizaron entre las costas del sur de Río de Janeiro y Espíritu Santo, en la región sureste. Además de Brasil, participaron en esta edición Belice, Camerún, Chile, Colombia, Corea del Sur, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Guyana, Jamaica, México, Namibia, Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, República Dominicana y Uruguay. En total, UNITAS reunió a 5500 militares, 12 barcos brasileños y 8 extranjeros, además de 21 aviones y helicópteros. Por primera vez, buques africanos cruzaron el Atlántico para participar en los ejercicios.
Entre el moderno equipamiento utilizado por la Marina de los EE. UU. fueron los helicópteros Bell AH-1Z Viper y Bell UH-1Y Venom, ambos a bordo del destructor USS Lassen (DDG 82), así como un avión de patrulla marítima Boeing P-8 Poseidón. La flota estadounidense también incluía el buque de transporte anfibio USS Mesa Verde (LPD 19) y el submarino de propulsión nuclear de clase Los Ángeles USS Albany (SSN 753).
“Esta nación está siendo testigo en este momento de la unión de diversas marinas y guardacostas de diversas regiones del mundo. Hoy, más que nunca, podemos experimentar este sentimiento reconfortante de amistad y unión, que me hace tener aún más fe en el potencial de nuestras marinas, como instrumentos para promover la cooperación entre las naciones, en aras de la paz, la seguridad y la prosperidad de todos”, dijo el Almirante Almir Garnier Santos comandante de la Marina de Brasil.
UNITAS consta de dos fases, portuaria y marítima. La primera tuvo lugar poco después de la llegada de las fuerzas multinacionales a Brasil, e incluyó actividades de intercambio cultural, eventos deportivos y proyectos comunitarios de relación con el público civil. La segunda fase, que comenzó el 10 de septiembre, se dividió en otras tres etapas: formación en operaciones navales, seguridad marítima, y búsqueda y rescate. La primera fue de preparación, en la que se realizaron ejercicios de acciones de superficie, antisubmarinas y antiaéreas, de guerra electrónica, y de operaciones de interdicción marítima; en la segunda hubo ejercicios específicamente relacionados con la seguridad marítima; y en la última fase, se realizó un simulacro de rescate de civiles, mediante una incursión anfibia en la playa de Itaoca, en Espíritu Santo.
“Hoy [16 de septiembre] desembarcaron más de 1000 militares de la Marina de Brasil y de otros 11 países. Anteriormente, los equipos de operaciones especiales, miembros de la Fuerza Multinacional de Operaciones Especiales Combinadas, comandada por el Mando Naval de Operaciones Especiales [CoNavOpEsp], quedaron en puntos estratégicos. Esta Fuerza contaba con 158 operadores especiales entre infantes de marina y buzos de combate de Brasil, Ecuador, Estados Unidos, Paraguay, Perú y Uruguay, que realizaron operaciones de apoyo destinadas a posibilitar el desembarco de la Fuerza de Ataque”, dijo el General de División del Cuerpo de Infantería de Marina de Brasil Claudio Eduardo Silva Dias, Comandante Naval de Operaciones Especiales.
“Desde 2008, UNITAS se celebra con una fase anfibia. Esta inclusión demuestra la importancia que la Marina Brasileña concede a la preparación de sus fuerzas, para llevar a cabo operaciones de auxilio humanitario y de ayuda ante catástrofes. Una de las contribuciones importantes de este tipo de entrenamiento es la experiencia de aprendizaje que tuvimos en la ayuda humanitaria a Haití”, explicó el comandante de UNITAS, Contralmirante Marcelo Menezes Cardoso, Comandante de la 1.ª División de la Marina.
Para el secretario de la Marina de los Estados Unidos Carlos Del Toro, las dos semanas de intensos ejercicios incluyeron complejas operaciones en alta mar, poniendo a prueba la capacidad de acción internacional conjunta, que requiere coordinación en todos los ámbitos.
“El éxito en este tipo de misiones requiere comunicación constante, cooperación multilateral y, lo más importante, confianza; confianza en la capacidad y las decisiones de nuestras marinas y nuestras naciones”, finalizó el secretario.