El 2 de diciembre de 2020, la Policía Federal (PF) de Brasil lanzó la Operación Arena Blanca (Areia Branca) con el objetivo de desmantelar una organización internacional de tráfico de drogas y lavado de dinero.
Casi 80 policías federales ejecutaron 5 órdenes de prisión preventiva y 19 de allanamiento e incautación en varias ciudades de los estados de Mato Grosso do Sul y Espírito Santo.
Las investigaciones comenzaron en 2018, cuando la FP recibió información sobre un individuo señalado como uno de los seis narcotraficantes más buscados de Brasil.
“[El traficante] estaba prófugo en Bolivia, y desde allí comandaba el envío de aproximadamente 3 toneladas de cocaína por mes a Brasil, desde la región del Chapare boliviano”, informó la PF en un comunicado, sin revelar el nombre del sospechoso.
“[Las autoridades] localizaron y detuvieron al principal investigado y a su esposa, también prófuga de las autoridades brasileñas, durante las investigaciones”, indicó la PF.
La droga cruzaba la frontera en avionetas y seguía su recorrido en camiones, rumbo a ciudades del interior de Brasil. “La cocaína con destino a Europa fue embarcada ilegalmente en puertos brasileños, en buques de carga”, informó la PF.
El 9 de noviembre, efectivos de la Policía Federal desbarataron otra organización criminal que traficaba drogas desde Paraguay.
Durante la Operación Cien Libras (Cem Libras) se ejecutaron nueve órdenes de captura y 23 de allanamiento e incautación, en varios municipios brasileños de los estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina.
“Las investigaciones revelaron que el grupo traía cocaína y marihuana de Paraguay a Brasil, a través de la región de Ponta Porã [que limita con la ciudad paraguaya de Pedro Juan Caballero]”, dijo la PF.
Los delincuentes transportaban drogas hasta Florianópolis, Santa Catarina, desde donde hacían envíos regularmente a los municipios del sur de Brasil y Uruguay.
Según la PF, en la fase de investigación se incautaron un total de 236,7 kilogramos de cocaína y 5300 kg de marihuana.
Las actividades contaron con la colaboración de la Policía Rodoviaria Federal, la Brigada Militar de Pelotas y la Policía Civil de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, informó el periódico Diário Popular.
“También se ejecutaron órdenes judiciales de bloqueo de cuentas bancarias y confiscación de vehículos, con el objetivo de descapitalizar la organización criminal”, informó la PF.