Treinta por ciento de la producción de oro de Venezuela es destinada al contrabando, según cifras de la ONG Transparencia Venezuela.
Expertos advirtieron sobre las actividades de minería ilegal, el contrabando, el desplazamiento y la violencia, producto de la extracción del oro, que se está desarrollando en Venezuela, con el consentimiento del régimen de Nicolás Maduro, durante una disertación que se llevó a cabo en la sede del centro de investigación Atlantic Council.
En el evento participó la periodista venezolana, Lisseth Boon, del portal digital Runrun.es, quien describió el proceso operativo de la minería ilegal en Venezuela. La periodista considera que el régimen de Maduro ha optado por esta actividad como un salvavidas para mantenerse en el poder.
“El arco minero fue creado para poner orden a la actividad minera, pero se ha convertido en anarquía e informalidad. El estado ha permitido todo este tipo de actividades ilícitas, que es controlada por los militares”, señaló Boon.
Adicionalmente, la periodista advirtió sobre cómo se están utilizando las instituciones del estado para formalizar la actividad irregular.
“Los mecanismos legales están formalizando o lavando este oro que proviene del arco minero del Orinoco. También están vendiendo las reservas de oro de la nación. Desde que Nicolás Maduro llegó al poder, las reservas han disminuido a un 60 por ciento, que se venden al extranjero, a clientes de ‘turbia’ reputación”, destacó.
Boon añadió que “organizaciones sin fines de lucro calculan que un promedio de 80 toneladas de oro al año se están fugando de Venezuela, por caminos irregulares, sin ningún tipo de rendimiento de cuentas”.
Según detalla Boon, las rutas del contrabando van desde las Islas ABC del Caribe, Aruba, Bonaire y Curazao. Y, por tierra, se trafica con la frontera de Colombia y Brasil.
Por otro lado, el experto en seguridad y presidente de IB Consultants, Douglas Farah, se refirió a la combinación de actividades criminales en la Amazonía venezolana y a los riesgos en que se encuentran sus habitantes, asegurando que están expuestos a la violencia de grupos armados y al abuso de sus derechos humanos.
“Por ser un negocio lucrativo, atrae la prostitución, muchas veces de menores, tráfico de personas, esclavitud, una serie de cosas que violan los derechos humanos, concentrado en un solo negocio que es terrible”.
Asimismo, Farah advierte sobre los daños ambientales que ocasiona la práctica de este tipo de actividades irregulares.
“La consecuencia más obvia es, en términos de medio ambiente, la destrucción total de ríos, de bosques de vida donde hay animales, porque el mercurio que utilizan para sacar el oro contamina todo”, explicó el experto en seguridad.
Según le dijo Farah a la Voz de América, controlar el tráfico del oro es mucho más complejo, con relación a otras actividades ilícitas, como por ejemplo el narcotráfico, ya que para ello existe un consenso para combatirlo. En cambio, “con el oro, construir un régimen legal para controlar su práctica ilegal es complicado, ya que al salir de Venezuela pertenece a quien lo compra y no existe manera de comprobar de si les pertenece o no”.
Sin embargo, el experto de IB Consultants aseguró que se está estudiando la posibilidad de aplicar sanciones a las empresas, corporaciones o entidades bancarias, en el extranjero, que se lucren de la compra del oro venezolano en el mercado negro.