Paraguay fue el país anfitrión del ejercicio Acrux IX, que reforzó el combate al tráfico de armas y personas por la hidrovía Paraguay-Paraná.
Las armadas de Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay incrementaron la cooperación regional contra el crimen organizado en el ejercicio combinado Acrux IX, en la zona de Puerto Rosario, en Paraguay, del 24 al 27 de septiembre de 2019. Oficiales de la Armada Argentina participaron como observadores.
“Cada vez más, las bandas del crimen organizado transnacionales aprovechan el importante flujo de buques por la hidrovía Paraguay-Paraná –la tercera flota fluvial multimodal del mundo– para transportar ilegalmente armas, sus partes, municiones, explosivos, drogas y personas”, dijo a Diálogo el Capitán de Navío diplomado de Estado Mayor de la Armada Paraguaya Oscar Antonio Girardoni Centurión, comandante de la Fuerza de Tarea Fluvial Combinada del Acrux IX.
“Por lo tanto, las armadas y marinas encargadas del control de la hidrovía deben estar cada vez más adiestradas para enfrentar los criminales en forma efectiva, utilizando una doctrina y un lenguaje en común”, afirmó el Cap. de Nav. Girardoni.
En total participaron 13 unidades de superficie, dos aeronaves de ala fija, dos aeronaves de ala rotativa y 620 hombres entre tripulación, pilotos e infantes de marina, además de vehículos terrestres de apoyo logístico.
“El ejercicio combinado mantiene en estado operativo el poder combativo”, explicó el Cap. de Nav. Girardoni. “También promueve la confianza mutua y la colaboración entre los países para combatir las amenazas que afectan la seguridad en la región”.
Fuerza irregular
La hipótesis del Acrux IX era la existencia de una fuerza irregular que simulaba ser una organización no gubernamental ambiental en la región de Puerto Rosario, 150 kilómetros al norte de Asunción. Sus integrantes embarcaban armas y estupefacientes a bordo de los buques que navegan por la zona.
Durante el ejercicio, los militares ejecutaron tareas de reconocimiento, seguridad de la Base de Combate Flotante y actualización de los datos disponibles. Así confirmaron la existencia de la fuerza irregular, dedicada al almacenamiento de estupefacientes, donde las drogas estaban listas para ser embarcadas con destino a puertos de ultramar.
“Previa a la fase final del ejercicio, se desarrollaron operaciones fluvio-ribereñas, navegación en formaciones de caravana, bloqueo de río, comunicaciones tácticas, defensa de base flotante, operaciones anfibias, de reconocimiento, incursiones nocturnas y diurnas y defensa de bases terrestres”, informó el Cap. de Nav. Girardoni.
“El 26 de septiembre se ejecutó el asalto final al objetivo, con simulacro de fuego aeronaval de preparación, fuego naval de apoyo y asalto combinado ribereño con tropas de Infantería de Marina”, completó.
Desde su creación, en 1999, el Acrux ha adquirido una creciente relevancia. Hoy es fundamental para coordinar las acciones ante fuerzas que pongan en peligro la libre navegación de la hidrovía Paraguay-Paraná.
“El ejercicio acrecienta la confianza mutua y la interoperabilidad entre las armadas y marinas componentes para hacer frente a amenazas que afectan la estabilidad regional, especialmente el crimen organizado transnacional”, concluyó el Cap. de Nav. Girardoni.