Si usted se encuentra en Irán, es probable que no pueda leer esto.
Ello se debe a que el régimen iraní ha impuesto una suspensión casi completa del acceso a Internet a sus ciudadanos desde el 17 de noviembre de 2019.
¿Por qué? Hay que preguntárselo al régimen iraní, aunque podría tener algo que ver con las manifestaciones ciudadanas por el aumento a los precios de la gasolina. El líder supremo, el ayatolá Alí Khamenei, llamó a los manifestantes “bandidos”. Más de 1000 personas han sido arrestadas informa The Wall Street Journal, quien cita a agencias de noticias semioficiales de Irán como Fars News.
El régimen iraní tiene un historial de restringir el acceso a Internet para debilitar las protestas contra la corrupción y la disminución de oportunidades económicas. Además, informes recientes indican que el régimen centraliza más las redes para aumentar su control.
Sin embargo, el pueblo iraní está eludiendo las restricciones del régimen a través de lo que algunos describen como “resiliencia digital”.
Si bien NetBlocks, una ONG que monitorea el acceso a Internet, señala que el régimen iraní ha cortado la conectividad a Internet en el país a menos del 5 por ciento de los niveles normales, los iraníes siguen recibiendo imágenes y videos de sus manifestaciones en línea. Lo hacen al aprovechar las redes que permanecen activas y en ocasiones se conectan a Internet mediante satélites o proveedores de servicio de países vecinos, dice Bloomberg.
Por lo menos dos miembros del Parlamento de irán renunciaron por no ser consultados respecto al aumento del precio de la gasolina, según The New York Times.
Y mientras el pueblo iraní sufre, el régimen iraní financia el terrorismo en todo el mundo.