La República Democrática del Congo es un país marcado por conflictos históricos. Desde 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) interviene en la región para restaurar la seguridad y la paz, además de proteger a la población civil.
En la actualidad, el comandante de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO en francés) es el Teniente General del Ejército Brasileño (EB) Elias Rodrigues Martins Filho, quien asumió su cargo en abril de 2018. Desde el 22 de junio de 2019 se sumó a MONUSCO un refuerzo brasileño: un equipo de 13 militares, todos entrenados en el Centro de Instrucción de Guerra en la Selva (CIGS) y con gran experiencia en operaciones en ese tipo de entornos.
“En el Congo, nuestros militares forman parte del Estado Mayor de MONUSCO y son responsables del entrenamiento y preparación de tropas pertenecientes a la Brigada [de Fuerza] de Intervención”, dijo el Teniente Coronel Alexandre Amorim de Andrade, de la jefatura de preparación del Comando de Operaciones Terrestres del EB.
La Brigada de Fuerza de Intervención (FIB en inglés) de la ONU es una fuerza especial, creada en 2013 en el marco de MONUSCO. La unidad se encarga de incursiones militares ofensivas para neutralizar facciones rebeldes que operan sobre todo en la región nordeste de la nación africana.
Según el Tte. Cnel. Amorim, en esa zona existen grupos armados que utilizan, para su propio beneficio, la selva local, que es muy parecida a la selva amazónica. Construyen campamentos y se desplazan para perpetrar ataques contra soldados de la ONU y la población congoleña.
Es aquí donde se utiliza la contribución del EB en MONUSCO. “El combatiente de selva se desenvuelve con naturalidad en ese entorno, porque desarrollaron un profundo conocimiento en ese lugar. “El objetivo es transformar ese conocimiento en una ventaja para el combate en la selva”, afirmó el Teniente Coronel del EB Adelmo de Sousa Carvalho Filho, jefe del equipo brasileño en el Congo.
Antes de la misión
Antes de viajar al Congo los militares brasileños que forman parte de MONUSCO recibieron entrenamiento durante casi cuatro meses, y en su selección trabajó en forma directa el gabinete del Comando del EB.
En la primera fase de la preparación el equipo se reunió durante dos semanas en la sede del CIGS, en Manaus, para desarrollar el programa de instrucciones que recibe el personal de la FIB de MONUSCO. “Aunque obviamente vamos a revisar y adaptar esa planificación, a partir del contacto con las tropas que ya están en el Congo”, afirmó el Tte. Cnel. Adelmo en una entrevista, cuando todavía estaba en Brasil.
Después del encuentro en el CIGS, el equipo viajó a Río de Janeiro, donde se sometió a una serie de exámenes físicos, médicos y psicológicos y tomó clases en el Centro Conjunto de Operaciones de Paz de Brasil (CCOPAB).
Allí los militares se familiarizaron con el material básico de formación que exige la ONU a todo el personal que presta servicios en operaciones de paz in situ. También profundizaron sobre la situación que se vive en el Congo y el accionar de MONUSCO.
“Más allá de la experiencia que tengan los integrantes del grupo, es muy importante conocer y entender el entorno en el que trabajarán”, indicó el Sargento Primero del EB Valderson Leal Dutra sobre las clases del CCOPAB. El Sgto. 1.º Dutra es uno de los 13 militares brasileños en el Congo y esta es su primera misión de paz en la ONU, aunque ya cuenta con experiencia internacional. Durante el año 2018, el Sgto. 1.º Dutra trabajó como instructor en la Escuela de Entrenamiento Anfibio y de Selva Coronel Robert Mitchell, una organización de la Fuerza de Defensa de Guyana.
MONUSCO ahora
Está previsto que el equipo de instructores brasileños permanecerá en el Congo durante seis meses, pero existen posibilidades de que ese período se extienda. Estos militares se suman a un total de 16 215 miembros de MONUSCO, según datos de la ONU de marzo de 2019.
Ese contingente se compone de militares de más de 10 países. Entre ellos, Pakistán e India son los que contribuyen con más efectivos, ya que entre ambos países suman más de 5000 representantes de sus fuerzas armadas. También hay 391 policías y 1050 agentes locales, además de 660 observadores militares de distintas nacionalidades.