Las empresas chinas de computación en nube, como Huawei, Alibaba, Tencent y Baidu, han ido abriéndose camino en muchas partes del mundo, incluida Latinoamérica, suscitando inquietudes sobre la seguridad nacional y la privacidad de los datos.
El crecimiento de las empresas chinas en el negocio de la nube repercute en muchas áreas críticas como la red 5G, la inteligencia artificial, la robótica, los vehículos autónomos y la biotecnología; elementos esenciales de la tecnología emergente, detalló The Hill. “Las firmas chinas como Alibaba, Tencent y Baidu, están haciendo lo mismo para capturar el mercado global”.
“China ha ido más allá de copiar la tecnología estadounidense, transformándola en sistemas y dispositivos propios para el mercado, con costos más atractivos”, dijo a Diálogo Víctor Ruiz, fundador del centro de ciberseguridad Silikn, en México. “Ahora, su enfoque se dirige hacia los servicios en la nube, una tendencia que cobrará mayor relevancia en los próximos años”.
La Revista Georgetown de Asuntos Internacionales, de la Universidad Georgetown, en Washington, predice que el mercado de la computación en la nube alcanzará un valor de USD 2321 millones para 2032, impulsado por su importancia en la seguridad y el desarrollo. Actualmente, tres importantes empresas tecnológicas estadounidenses dominan el mercado.
El empeño de China por hacerse con el control de la construcción de redes en la nube hace temer que el país obtenga acceso a datos confidenciales y provoque una mayor dependencia tecnológica. Existen serias dudas sobre las leyes de inteligencia del país asiático, que permiten el acceso a datos personales sin consentimiento del usuario, precisó The Hill. Este enfoque, agregó, contrasta con la perspectiva estadounidense sobre la estricta seguridad y gobernanza de datos.
Amenaza constante
Los servicios en la nube chinos están extendiendo su alcance a países aliados de los Estados Unidos y naciones en desarrollo en todo el mundo, detalló The Hill. La entrada de Huawei a Chile, en 2019, se relaciona con su cercanía a la Antártida y la presencia de centros de datos de Amazon y Google en el país, reporta en Internet la plataforma latinoamericana Telesemana.
Según Telesemana, el centro de datos de Huawei en México fue establecido para competir con los conectores de Internet en Dallas y Miami; supervisar el tráfico y ser el centro de almacenamiento para Centroamérica, el Caribe y países andinos no cubiertos por su centro en Chile.
En noviembre de 2023, Alibaba Cloud lazó sus servicios de cómputo en la nube pública y privada, con redes y diferentes opciones para empresas e industrias en México, con la intención de replicar este impacto en Latinoamérica, señaló el portal de noticias de consumo masivo América Retail.
“Los servicios en la nube chinos son respaldadas por el mismo Gobierno chino para su desarrollo y expansión internacional”, señaló Ruiz. “Esta posición les da una capacidad y ventaja amplias para operar a gran escala, contando con recursos ilimitados para acceder a mercados que, de otra manera, serían inaccesibles o requerirían más tiempo para alcanzar”.
Google, Amazon y Microsoft, los principales proveedores de servicios en la nube a nivel global, se adhieren a regulaciones rigurosas en todo el mundo. Por su parte, los proveedores chinos de servicios en la nube intentan evitar cumplir con las leyes, controles y directrices impuestas por otros gobiernos, detalló.
Por eso, el ascenso de Huawei y de otras empresas chinas también representa una preocupación para quienes defienden las libertades civiles, debido a sus fuertes lazos con el Gobierno chino, cuyo régimen no democrático y su historial de nulo respeto a los derechos humanos han sido denunciados en repetidas ocasiones, alerta Telesemana.
Dependencia tecnológica
“Nos enfrentamos a una clara dependencia tecnológica china. Los teléfonos celulares son un ejemplo evidente, ya que la mayoría de estos dispositivos incluyen componentes chinos”, explicó Ruiz. “El país asiático avanza considerablemente en este mercado y ahora busca expandir su dominio a otras tecnologías, como los servicios en la nube”.
Debido al atractivo de su menor costo, los usuarios al adquirir estos productos desconocen las implicaciones como la intervención, el robo de datos y el espionaje, algo que China aprovecha para su beneficio, dijo Ruiz.
Ruiz hizo hincapié en la importancia de crear conciencia sobre la seguridad en los servicios de nube chinos y que no se deslumbren por su menor costo. A largo plazo, lo barato sale caro. Además, destacó la necesidad de que las empresas locales desarrollen su propia tecnología o busquen opciones más seguras.
“Si no se invierte más en investigación y desarrollo tecnológico en Latinoamérica, existe el riesgo de depender exclusivamente de China en el futuro. Su fuerte inversión en este campo podría significar (…) comprometer la privacidad de la información y nuestra propia seguridad”, concluyó.