El tráfico de armas de fuego es uno de los principales desafíos que enfrenta la seguridad mundial. Tal como lo destaca el Estudio Mundial sobre el Tráfico de Armas de Fuego 2020, éstas fomentan la violencia y “suelen tener un papel clave dentro del crimen organizado y en una mayor incidencia de conflictos armados y terrorismo”.
La investigación estuvo a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC en inglés), y se publicó en julio de 2020. Los datos se basaron en información de 2016 y 2017 que proporcionaron 81 países. El primer resultado que destaca el estudio es la cantidad de armas decomisadas por año: 550 000 en todo el mundo. Estados Unidos, Canadá, Australia, Angola, Colombia y Argentina, son algunos de los países que registran el mayor número de incautaciones.
Sin embargo, se estima que la cantidad de armas decomisadas en todo el planeta es bastante mayor, sobre todo si se considera que muchos países proveen poco o nada de información sobre este asunto.
El informe de la UNODC indica que, por lo general, los fabricantes autorizados venden armas de fuego en mercados legales, aunque éstas a menudo terminan en el mercado negro. Por lo tanto, cuando el informe habla de incautaciones de armas de fuego está haciendo referencia a la incautación de armas que realizan las autoridades, de manera temporal o permanente, ya sea porque estas armas están vinculadas a delitos o se comercializan en el mercado ilícito.
La gran mayoría de las incautaciones de armas de fuego se dan dentro de los límites de cada país. Casi el 10 por ciento de estas aprehensiones ocurren en las zonas fronterizas, por lo cual se consideran tráfico internacional.
Clases de armas y violencia
Las pistolas semiautomáticas son la mayoría de armas de fuego que interceptan las autoridades. “En gran medida, este patrón está presente en toda América, en donde por lo general se incautan más armas. Las pistolas semiautomáticas constituyeron más del 50 por ciento del total de armas de fuego decomisadas en la región durante el período que comprende el informe, mientras que los revólveres ocuparon el segundo lugar, con el 24 por ciento de las incautaciones”, afirma el estudio. En el continente americano, el uso de pistolas semiautomáticas y revólveres está principalmente asociado a los crímenes violentos.
En lo que respecta a los delitos y la violencia perpetrados con armas de fuego, el informe de la UNODC destaca que, a nivel mundial, el 54 por ciento de los homicidios de 2017 se cometieron con armas de fuego. Ese dato se relaciona principalmente con las operaciones de pandillas y del crimen organizado.
Específicamente en Latinoamérica y el Caribe, los contextos en los que tiene lugar la incautación de armas son en su mayoría crímenes violentos y del narcotráfico. Lo mismo ocurre en Europa. En el continente africano, no obstante, la mayoría de las incautaciones de armas están relacionadas con operaciones oficiales para combatir el terrorismo.
Con la publicación del estudio, la UNODC busca impulsar medidas para enfrentar el problema del tráfico de armas y los delitos con los que está estrechamente relacionado. “El estudio puede ayudar a los gobiernos a fortalecer el cumplimiento de la ley y el accionar de la justicia penal, con el objetivo de detectar y detener los flujos ilícitos, desmantelar las organizaciones responsables y las redes criminales y llevar a los delincuentes ante a la justicia”, dice el informe.