La Amazonia, que ocupa una gran parte del territorio de Perú, cobija la mayor diversidad de flora y fauna que posee este país; pero por su intrincada geografía también es el escenario ideal para la minería ilegal, ejecutada por las organizaciones criminales transnacionales y destruyendo cientos de hectáreas de terreno virgen cada día.
Las autoridades peruanas no bajan la guardia para perseguir diariamente este delito, y llevan a cabo decomisos y arrestos en las que participan la Fiscalía Especializada en Medio Ambiente (FEMA), la dirección de Medio Ambiente de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Desde el 2012, un decreto legislativo ordenó en todo el territorio nacional acciones de interdicción contra este flagelo.
“Nuestro objetivo es proteger las áreas naturales que se ubican en el departamento de Madre de Dios, asimismo, recuperar áreas ya afectadas por la minería ilegal”, explicó el 23 de julio a Diálogo el General del Ejército del Perú Manuel Paz Ramos, comandante de la 6.ta Brigada de Fuerzas Especiales, en Madre de Dios. “En 2023, seguimos desarrollando acciones de interdicción de manera eficiente. Sin embargo, la problemática persiste debido a la gran extensión de terreno de estas zonas”.
Durante los dos últimos años, la minería ilegal de oro arrasó con 18 421 hectáreas de bosque en esta región, dice un estudio del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina, y el 76 por ciento corresponde al sector denominado corredor minero en ese departamento.
Plan Restauración
En 2018 se aprobó el Plan Mercurio, que promovía el desarrollo de acciones multisectoriales articuladas, con permanencia en Madre de Dios, la región más afectada por ese ilícito. A pesar de los avances en la reducción en la deforestación y de la generación de desarrollo productivo como alternativas sostenibles, sólo se había focalizado el área de La Pampa, en Madre de Dios, por lo que resultó necesario mejorar el enfoque territorial ante la expansión de la minería ilegal por otras zonas.
Es así como en 2021 fue puesto en marcha el Plan Restauración, que tiene por objetivo erradicar y evitar el desplazamiento de la minería ilegal en Madre de Dios, pero también en los distritos de Camanti, provincia de Quispicanchi, en Cusco; y Ayapata, provincia de Carabaya, en Puno. El empeño de las fuerzas del orden se enfoca en lo que enmarca este plan.
Sin bajar la guardia
“En lo que va del 2023 solo en la región Madre de Dios fueron realizadas 72 interdicciones en acompañamiento con la fiscalía especializada, donde fueron incautados y destruidos equipo y maquinaria valuada en más de USD 20 millones”, agregó el Gral. Paz. Las autoridades competentes cuantificaron que los gastos por reforestar el terreno devastado será de alrededor de USD 60 millones.
Además de la lucha contra la minería ilegal, el Plan Restauración contempla un enfoque ambiental con la recuperación de las zonas afectadas. Sin embargo, este es otro de los pendientes del Estado peruano.
“Las Fuerzas Armadas deberían ser quienes se encarguen de ejecutar las acciones de reforestación, en coordinación con los sectores e instituciones [personal técnico y especializado] encargados de velar por la conservación del medio ambiente”, finaliza el Gral. Paz. “La experiencia en esta primera década formal de lucha contra la minería ilegal es el principal argumento para poder tomar mayor control en este difícil escenario”.