La selva del Darién “no es una ruta migratoria”, afirmó Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá. Por eso, es una prioridad dar a conocer la realidad de los migrantes que atraviesan las peligrosas rutas de la selva entre Colombia y Panamá, expuestos a las redes trasnacionales de tráfico de drogas y de personas, robos, violaciones y otros crímenes.
Diálogo conversó con la directora Gozaine sobre la problemática de la migración irregular y la importancia de la participación de la comunidad internacional para lograr desincentivarla.
Diálogo: ¿Cuál es su principal desafío al frente del SNM?
Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración de Panamá: La migración irregular que ingresa por nuestra frontera con Colombia por el Tapón del Darién. En el 2016 hablábamos de crisis migratoria con 14 000 personas que cruzaron la selva ese año y en lo que va corrido del presente [2023] llevamos más de 250 000 personas. Es importante que utilicemos nuestros recursos para la contención de la migración y para brindar información ajustada a la realidad, que es lo que más creo podría ayudar a esta situación, porque la mayoría de las personas que llegan, por ejemplo de Colombia, han declarado que si hubieran conocido la realidad de lo que enfrentarían en la selva, no hubieran migrado de esa manera.
Diálogo: ¿Cómo se preparó el SNM para afrontar la migración irregular?
Directora Gozaine: Lamentablemente esta tragedia humana nos tomó desapercibidos en medio de la pandemia de COVID-19. Tuvimos que solicitar más entrenamiento para nuestro personal e infraestructura, y sobre la marcha, tomar decisiones para cambiar nuestra dinámica institucional ya que cumplimos otras funciones de carácter administrativo y de seguridad. Somos una institución pequeña de 1600 funcionarios para abarcar todos los puestos de control formales del país y con el apoyo del ministro de Seguridad Pública Juan Pino se constituyó un equipo en coordinación con el Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN), la Policía Nacional y el SNM para atender en conjunto este problema.
Diálogo: El crimen organizado no solo prospera con el tráfico de drogas sino con el de seres humanos. ¿Cuál es su mayor preocupación al respecto?
Directora Gozaine: La preocupación es que los organismos internacionales, especialmente el Grupo de Movilidad Humana (un equipo de coordinación operativo que el Sistema de las Naciones Unidas y sus socios crearon para dar respuesta humanitaria a los migrantes irregulares) sigue hablando del derecho de la movilidad humana –independientemente que sea irregular y peligrosa para los derechos humanos de los individuos que la están haciendo. Aunado a esto, es el crimen organizado el que lidera este traslado de personas y se ha convertido en un negocio cada vez más lucrativo. Hemos escuchado un sinfín de historias de los migrantes en tránsito que expusieron sus vidas caminando por la selva, a quienes les vendieron “paquetes turísticos” para pasar por la selva y a quienes les dijeron que era una vía segura, que no se requerían visas, etc. Hoy tenemos una migración masiva de seres humanos con sus familias, en donde un 25 a 30 por ciento son menores de edad, y de esos, el 50 por ciento son menores de cinco años.
No existe nada humanitario en seguir dejando pasar a los migrantes transitorios y permitir que el crimen organizado se lucre y reciba fondos que los ayuden a perpetuar sus demás actividades criminales. El tapón del Darién debería mantenerse como un tapón, pero el mismo Clan del Golfo nos los abrió y no se debería permitir que se continúe con esta migración irregular. No criminalizo la migración sino a los traficantes que utilizan la necesidad de un ser humano para beneficiarse y lucrarse, por eso los países de la región necesitamos dialogar y definir formas y vías seguras de migración.
Diálogo: El crimen organizado se ha beneficiado con la migración irregular, en especial con los niños. ¿Cuál es su perspectiva de esta situación?
Directora Gozaine: Esta situación es muy peligrosa porque no existe forma de saber si los menores de edad que vienen son hijos de las personas que los traen. Hemos tenido casos en donde los menores fueron abandonados en la selva, entregados a otros para que los avancen, encontrados al lado de los cadáveres de sus padres o vendidos por ellos para pagar el viaje.
Diálogo: Usted ha reiterado el compromiso de Panamá de trabajar para desincentivar la migración irregular, reafirmando el mensaje del Gobierno de que la selva del Darién no es una ruta migratoria. ¿Qué acciones se realizan al respecto?
Directora Gozaine: El presupuesto que tenemos destinado no asciende a lo que nos hemos gastado en la atención humanitaria a esta población migrante. Tenemos la voluntad de hacer lo necesario para desincentivar la migración, sin embargo requerimos apoyo, y la asistencia que los organismos internacionales nos ha dado ha sido limitada. No tenemos todas las capacidades, pero con la que tenemos estamos haciendo un esfuerzo grande, por ejemplo, el SENAFRONT ha detenido en la frontera a un gran número de traficantes de personas y rescatado cientos de personas. Los rescates aéreos diarios se quintuplicaron en lo que va del año y hemos empezado a deportar y repatriar, por ejemplo a algunos colombianos que tienen récord y antecedentes policivos.
Diálogo: ¿Cuál ha sido la colaboración a nivel internacional recibida para enfrentar esta situación?
Directora Gozaine: La ayuda de la Embajada de los Estados Unidos y todas las agencias que laboran ahí ha sido muy positiva, ya que nos han donado equipo para hacer las biometrías, entregado recursos a SENAFRONT con logística y camiones y apoyo con helicópteros al SENAN para hacer los rescates en el Darién, y en general nos han apoyado para luchar frontalmente contra el crimen organizado en el área.
De la comunidad internacional en general, hemos recibido ayuda con relación a los purificadores de agua de los lugares de acogida, comedores infantiles, ayuda con algunos kits comida, kits de limpieza, pero la ayuda ha sido muy limitada. Por ejemplo, el año pasado solicitamos asistencia internacional para repatriar a más de 10 000 venezolanos que querían devolverse a su país y no logramos conseguirlo; las donaciones las recibimos de la iglesia católica, evangélica y protestantes y los particulares.
Diálogo: ¿Cuál es la importancia de la “alerta Amber” ante la migración irregular?
Directora Gozaine: La “alerta Amber” es una herramienta importante para detectar si dentro del flujo migratorio por la selva de Darién hay niños secuestrados desde sus países de origen. Contamos con una comisión formada por varios ministerios e instituciones que tienen que ver con la seguridad para ayudarnos con la información necesaria y poder detectar si algún menor de edad que estuviese en nuestro país, pudo haber sido secuestrado y ayudar a su repatriación. Hacemos biometría a todo aquel que pasa por el Darién.
Diálogo: ¿Cuál es el daño ambiental en el Tapón del Darién, declarado en 1981 como Patrimonio de la Humanidad y en 1983 como Reserva de Biosfera?
Directora Gozaine: Han pasado más de medio millón de personas en estos últimos cuatro años por el Darién y aún no sabemos realmente la magnitud del daño ambiental ocasionado, ya que los migrantes han dejado todo tipo de basura por la selva como pañales desechables, latas, zapatos, ropa, etc. que tardarían siglos en descomponerse.