El ser humano a lo largo de su existencia ha sido testigo y protagonista de la lucha entre el bien y el mal. La historia nos ilustra desde diferentes perspectivas como el hombre ha evolucionado y se ha transformado en un ser de conocimientos, de ideales y de intereses. Cuando estos no están cumplidos o satisfechos se establecen diferentes mecanismos para obtenerlos.
En este contexto el terrorismo no es un fenómeno nuevo; ha sido utilizado ya sea para ejercer el poder del Estado en forma excesiva o para reclamar los intereses de forma violenta cuando grupos de diversa índole se han sentido amenazados o afectados. El desequilibrio psicológico no es un factor crítico para explicar el terrorismo, ni tampoco lo es una turba enardecida. Es más bien un fenómeno ligado a situaciones políticas importantes, en los diferentes períodos de la historia.
Es así que David C. Rapoport, profesor emérito de Ciencias Políticas de la Universidad de California, sostiene en un artículo publicado en 2004 que el terrorismo moderno se ha manifestado en oleadas definidas como: “un ciclo de acontecimientos en un determinado tiempo, un ciclo caracterizado por fases de contracción y expansión, en las que una serie de grupos terroristas de diferentes Estados cometen acciones terroristas”.
Esta teoría y la postulación de las cuatro oleadas cobrarían importancia tras el evento que marcó un antes y un después en la concepción del terrorismo, ya que lo hizo de trascendencia mundial y con la necesidad de estrategias globales para eliminarlo: el 11 de septiembre de 2001. Los ataques del 11 de septiembre desencadenaron en la invasión de Afganistán y el inicio de una lucha terrorista sin precedentes.
En la Estrategia Nacional para combatir el Terrorismo de 2006, el entonces presidente de los EE. UU. George W. Bush definió a la lucha terrorista. “Estamos participando en una lucha mundial contra los seguidores de una ideología asesina que desprecia la libertad, elimina toda disensión, tiene ambiciones territoriales y va en pos de objetivos totalitarios (…). Y contra tal enemigo, sólo hay una respuesta eficaz; nunca retrocederemos, nunca cederemos y nunca aceptaremos nada menos que la victoria total (…). Venceremos a los terroristas y su ideología de odio al propagar la esperanza de la libertad en todo el mundo (…). La seguridad de nuestra nación depende del avance de la libertad en otras naciones”, aseguró.
Según Rapoport, cada una de estas oleadas se repiten en el tiempo pero las motivaciones y las doctrinas son distintas; están lideradas por organizaciones que tienen la posibilidad de perdurar o no en el tiempo, y esto se determina por su capacidad de transformarse y adaptarse a los cambios. Su duración aproximada es de 40 años, excepto la tercera oleada por razones que explicaremos más adelante. Las anteriores son características comunes que podrían determinar factores de comparación de las oleadas del terrorismo moderno. Se suman a estas el tipo de estructura de la organización: las tres primeras con una estructura jerarquizada y la última con estructura reticular o de red.
Para establecer sus diferencias dentro de este estudio comparativo es necesario conceptualizar rápidamente cada una de las oleadas, para posteriormente determinar algunos factores que permitan establecer sus diferencias.
La primera de ellas, según Rapoport, inicia en 1879 y la denomina “anarquista”. Se produce en contra del terrorismo del Estado o del poder que lo representa, sea este el gobierno o el monarca, y busca como fin último la abolición del Estado como forma de gobierno y de poder.
La segunda oleada denominada “anticolonial” inicia en 1920. Rapoport indica que el terrorismo se produce en contra de la dominación colonial; se da por la liberación nacional y termina con la conformación de algunos de los nuevos Estados que pretendieron este objetivo.
Desde 1960 con una estructura jerárquica más organizada aparece la llamada “nueva izquierda”, como resultado de la confrontación ideológica producida en la Guerra Fría y lógicamente, según el mismo autor, de los cambios geopolíticos y estratégicos que causaron el fin de esta lucha del capitalismo contra el comunismo. Esta oleada terminó en 20 años, a diferencia de las otras con este tipo de lucha terrorista. Si bien sus objetivos no se cumplieron en su totalidad, la vigencia de estos grupos terroristas se ha producido por la inmersión de otro tipo de delitos en estas organizaciones, como son el narcotráfico y el crimen organizado transnacional.
Finalmente, a partir de 1979 inicia la “oleada religiosa”, cuya dimensión internacional se logra entre otros por un cambio en la estructura de la organización, que pasa a ser reticular. Esto ha dificultado capturar a los cabecillas y el fenómeno se ha vuelto de trascendencia global. El Yihadismo y el nivel de víctimas de sus actos son lo más representativo de esta oleada, que aparentemente sería la que vivimos en esta época.
De lo anterior se pueden colegir los siguientes factores de comparación:
FACTOR | 1.a Oleada
Anarquista |
2.a Oleada
Anticolonial |
3.a Oleada
Nueva izquierda |
4.a Oleada
Religiosa |
Motivación | Abolición de la forma de gobierno y poder (sin éxitos) | Lucha nacional contra procesos de dominación (produjo más éxitos) | Lucha política ideológica y armada (objetivos medianamente cumplidos) | Imposición de la religión como forma de gobierno (objetivos en ejecución) |
Duración | 40 años | 40 años | 19 años | 40 años |
Organización | Poco jerarquizada | Jerarquizada | Muy Jerarquizada | Reticular |
Alcance | Local | Local | Regional | Mundial |
Ejemplos | Narodnaya Volya, Maniktala | IRA, Haganá, Irgún, Lehi, EOKA | Rev. Cubana, FARC, Sendero Luminoso, Alfaro Vive Carajo, OLP | Al Qaida, Estado Islámico |
Vigencia | No se encuentran vigentes | No se encuentran vigentes excepto el IRA | Pocas se encuentran vigentes y asociadas con otros delitos | Vigentes |
Tácticas | No se asesinaba | No se asesinaba, solo un grupo lo hizo | Secuestros, asesinatos, toma de rehenes, ataques a infraestructura crítica | Destrucción de infraestructura, grandes pérdidas humanas, ataques suicidas |
Como conclusión de este trabajo se evidencia que la sistematización realizada por Rapoport permite que se analicen y se comparen las coincidencias y diferencias, así como las motivaciones y doctrinas que ha empleado el terrorismo desde 1879 hasta nuestros días. Resulta interesante este análisis porque de esta manera se entiende claramente este fenómeno de carácter político, que por medio de la violencia ha intentado alcanzar sus objetivos en todo el mundo. Es paradójico pensar que esta lucha política va a terminar algún día, considerando que los intereses de los seres humanos siempre serán insatisfechos en la medida de su propia naturaleza, lo que nos hace pensar que es muy posible que diversos factores como la naturaleza transnacional de las amenazas, el avance tecnológico, el calentamiento global y sus repercusiones en el ecosistema, los efectos de agentes virales que han logrado paralizar al mundo, podrían estar configurando el nacimiento o ya la presencia efectiva de una quinta oleada. En un futuro no muy lejano serán los estudiosos de nuestro presente los que nos respondan estas dudas.
BIBLIOGRAFÍA
- Rapoport, D. C. (2004). Las cuatro oleadas del terror insurgente y el 11 de septiembre. En F. Reinares y A. Elorza (Eds.)
- Estrategia Nacional para combatir el Terrorismo USA, 2006
- El nuevo terrorismo islamista. Del 11-S al 11-M (pp. 45-74)
El Coronel del Ejército Ecuatoriano Xavier Riofrío Játiva asumió el puesto de consejero militar del programa de naciones amigas (PNMA en inglés) para el Comando Sur de los Estados Unidos en marzo de 2021. El Cnel. Riofrío, oriundo de Quito y con 35 años de servicio militar, es uno de los 11 consejeros militares del PNMA.
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