Desde hace algunos años la presencia de las mujeres en las Fuerzas Armadas de Uruguay incrementó en 25 por ciento, asumiendo además responsabilidades de relevancia en el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, informó el Ministerio de Defensa de Uruguay.
A principios de febrero se concretó un hito histórico, cuando la Alférez de Fragata de la Armada de Uruguay Nati Fontaine se convirtió en la primera aviadora naval de la historia de esa institución militar, tras pilotear un avión de instrucción Beechcraft T-34C-1 Turbo Mentor.
“Esto representa un gran desafío en la carrera de las armas, ya que ahora las mujeres pasamos a formar parte de una tripulación de vuelo”, dijo a Diálogo el 16 de abril la Alf. de Frag. Fontaine. “Con esto adquirimos mayores responsabilidades como son la toma de decisiones, tener tripulación a cargo y la misión propiamente dicha, como búsqueda y rescate en el mar”.
Para incrementar la integración de la mujer militar, el Poder Ejecutivo remitirá próximamente al Parlamento la solicitud para ascender al grado de coronel a las primeras dos mujeres en las Fuerzas Armadas, anunció el ministro de Defensa Javier García. Las propuestas de ascenso serán en una primera instancia para dos oficiales de la Fuerza Aérea.
“Es la primera vez que en las Fuerzas Armadas de Uruguay habrá mujeres ocupando la jerarquía de oficial superior; quiere decir que dentro de pocos años habrá mujeres generales o almirantes o brigadieres generales, lo cual es un cambio muy significativo y bueno”, señaló García a la prensa.
Para la Alf. de Frag. Fontaine, contribuir a la historia de la Aviación Naval era motivo de alegría. “La esperanza es que esto sirva para que otras mujeres se animen a intentarlo también, y no solo me refiero a la Aviación Naval, sino a todas aquellas áreas en las que las mujeres aún no forman parte de la historia de las Fuerzas Armadas”, indicó la oficial.
Según el Ministerio de Defensa casi el 20 por ciento de las Fuerzas Armadas son mujeres. Algunas de ellas están desplegadas en operaciones de paz bajo la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde previenen el abuso sexual contra niños y colaboran en orfanatos, entre otros.
Los militares uruguayos integran contingentes en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) y en la Fuerza Multinacional de Paz y Observadores, que supervisa la aplicación de las disposiciones de seguridad del Tratado de Paz egipcio-israeli.
“La presencia de la mujer es muy importante. A la fecha existen mujeres desplegadas como observadores militares en Congo”, abundó a Diálogo el Capitán de Navío de la Armada de Uruguay Alejandro Chucarro, jefe de Relaciones Públicas. “Tienen la misma posibilidad que sus camaradas hombres de formar parte de esas misiones”.
Actualmente, Uruguay despliega 1057 militares en operaciones internacionales de paz, de los cuales el 6,1 por ciento son mujeres. La meta es llegar a 2024 con un 11 por ciento, informó el Ejército de Uruguay.
“Las actividades realizadas por las mujeres son variadas, ya que no existen restricciones en las tareas que pueden cumplir”, especificó el Cap. de Nav. Chucarro.
“Existen mujeres embarcadas que han sido comandantes y segundas comandantes, o trabajando como motoristas en la sala de máquinas, electrónicas, infantes de marina, tripulantes de avión y policía marítima, entre muchas otras”.
En 1992 inició la primera generación de mujeres de la Escuela de Especialidades, para su ingreso como personal subalterno de la Armada Nacional. En el 2000 ingresó a la Escuela Naval la primera mujer que 4 años después se convirtió en la primera oficial de marina.
“Si algo me demuestra esta carrera es que los desafíos nos los ponemos nosotras mismas”, dijo la Alf. de Frag. Fontaine. “En las Fuerzas Armadas una no encuentra limitaciones de género (…). Las oportunidades en las Fuerzas Armadas son dadas de forma indistinta para hombres como para mujeres. Si uno está determinado a realizar algo nadie se lo va a impedir, pero está en uno demostrar de lo que es capaz y de que puede trabajar a la par de los hombres sin distinción alguna”, concluyó.