Las fuerzas de seguridad de Honduras, en una operación especial liderada por agentes del Comando de Operaciones Especiales y de la Dirección Nacional Policial Antidrogas de la Policía Nacional capturaron a Herlinda Bobadilla, alias La Chinda, acusada de liderar junto a sus hijos un cártel de narcotráfico en el Caribe hondureño, confirmó la Policía Nacional.
De acuerdo con el informe policial, su captura se produjo en una zona selvática del municipio de Limón, en el departamento de Colón. El director de la Policía Nacional Gustavo Sánchez confirmó el 15 de mayo de 2022 que durante el enfrentamiento murió uno de sus hijos, Tito Montes Bobadilla. Juan Carlos Montes Bobadilla, el otro hijo de Herlinda, sigue prófugo.
“La organización de narcotráfico Montes suministra, importa, transporta y distribuye drogas y blanquea las ganancias ilícitas del narcotráfico a través de Centroamérica, México y los Estados Unidos”, detalló Ned Prize, portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, en un comunicado a inicios de mayo.
En el marco de su Programa de Recompensas contra los Narcóticos, el Departamento de Estado de los EE. UU. habían ofrecido una recompensa de hasta USD 5 millones a cambio de información que permitiera la detención o la condena de los líderes de este grupo criminal. Esta medida es parte del esfuerzo del Gobierno estadounidense para combatir los efectos desestabilizantes de los grupos criminales transnacionales en Centroamérica.
Según el departamento de Estado estadounidense, los roles de liderazgo de Bobadilla y sus hijos en la organización crecieron desde la detención y posterior extradición a los EE. UU. en 2019 del tercer hijo de Herlinda, Noe Montes Bobadilla. Actualmente, Noé cumple una condena de 37 años de cárcel por narcotráfico.
“Los nexos que ella tenga con su grupo familiar no aseguran que estos tengan la supremacía sobre el grupo criminal. Quien intente suplirla puede o no ser un familiar, puede o no ser una persona allegada a ella”, indicó a Diálogo Misael Rivas Soriano, analista de seguridad salvadoreño, ex decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nueva San Salvador. “Ellos saben ahora que su operación está comprometida en la columna vertebral y harán cambios, no dudo que las agencias de seguridad, tanto de los EE. UU. como de Honduras, estarán preparadas para eso”.
Los Montes Bobadilla extendieron sus operaciones en el departamento caribeño de Colón, una importante escala de la cocaína que se mueve por Centroamérica, ya que es una “vía bien establecida de la cocaína que se transporta por vía marítima, aérea y terrestre”, consignó la organización dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe InSight Crime.
En opinión del Dr. Gustavo Duncan, profesor del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la Universidad EAFIT de Medellín, Colombia, y experto en temas de narcotráfico, Honduras sigue siendo un punto importante para el narcotráfico desde Colombia.
“Los cárteles en Colombia hoy son muy diferentes (…), lo que encontramos son ejércitos privados ubicados en zonas de producción de drogas, áreas periféricas donde está el control de los cultivos, los laboratorios y las rutas de salida”, detalló a Diálogo Duncan. “Esto es parte de la dinámica que tiene el conflicto colombiano en que el Estado ha ido recuperando el control territorial, de modo que quienes controlan el narcotráfico solo pueden tener influencia en las áreas remotas, porque el Estado ha fortalecido su capacidad regulatoria”.
Herlinda Bobadilla continúa detenida, mientras el Gobierno de Honduras avanzan los trámites de extradición a los EE. UU.