La Fuerza Aérea brasileña (FAB) participa activamente en las misiones de paz en el extranjero, realiza un trabajo fundamental de búsqueda y rescate y de ayuda a las víctimas siempre que ocurre un desastre natural en Brasil, y muchas veces asiste en actividades afines de ayuda a los países vecinos.
El General de la FAB Alvani Adao da Silva asumió la jefatura de Asuntos Estratégicos de las Fuerzas Armadas Conjuntas de Brasil el 10 de marzo de 2015, y cuenta con más de 18 condecoraciones en Brasil y en el extranjero. También representó a Brasil en la Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHDEC) 2016, que trató el tema de las nuevas funciones de las fuerzas militares en Sudamérica.
Durante la misma, celebrada en Montevideo, Uruguay, del 16 al 19 de agosto, el General Alvani conversó con Diálogo sobre las actividades de la FAB y de otros temas.
Diálogo: La Fuerza Aérea brasileña participó activamente en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), con un batallón de infantería. ¿Podría hablar sobre esta participación de la FAB en esta y otras misiones de paz en el extranjero?
General Alvani Adam da Silva: La Fuerza Aérea brasileña cuenta con la presencia constante de dos oficiales de alto rango en el Estado Mayor de la MINUSTAH. En 2010, cinco días después del terremoto, se estableció el Hospital de Campaña de la FAB en Puerto Príncipe. En cuatro meses, con la participación de 114 militares, el hospital atendió a 24.184 pacientes; realizó 36.028 procedimientos médicos (cuidado dental, remoción de suturas, cambios de vendas, etc.); atendió 200 partos, realizó 1.145 cirugías y administró cerca de 460.000 medicamentos a pacientes. Al año siguiente, la Fuerza Aérea de Brasil comenzó a enviar escuadrones para reforzar las fuerzas de seguridad. En 2015, un total de 250 soldados en ocho pelotones se dividieron las actividades realizadas en las calles de la capital, Puerto Príncipe. La FAB también apoya a la MINUSTAH con aviones. Sólo en 2014, transportaron un total de 189 toneladas de carga y 1.058 pasajeros entre Brasil y Haití en aviones brasileños. Al momento del terremoto, además de los militares, el material de apoyo y el hospital de campaña, transportaron alimentos, medicinas y agua. Además de Haití, la FAB tiene un lugar en el Estado Mayor de la misión de paz de Costa de Marfil y otro en la misión de paz de Sudán del Sur. También hay dos observadores en el Sahara Occidental, uno en Sudán y otro en Sudán del Sur. Entre 1960 y 1964, la Fuerza Aérea participó en la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas en el Congo con aviones y helicópteros con un contingente de 179 militares.
Diálogo: Otro papel no tradicional de las Fuerzas Armadas de Brasil que se está volviendo más común es la asistencia a la Policía Federal y otras fuerzas en la lucha contra el tráfico de drogas. ¿Cómo participa la FAB en operaciones de este tipo?
Gral. Alvani: Un ejemplo es la Operación Ágata, que se lleva a cabo desde 2011 con el fin de impedir la delincuencia en las regiones fronterizas con la presencia masiva de las Fuerzas Armadas y de otros órganos estatales de Brasil y no sólo la Policía Federal. Se trata de una operación interinstitucional enfocada a frenar las actividades ilícitas como el tráfico de armas, municiones, explosivos, delitos ambientales, etc. La cooperación de la Fuerza Aérea brasileña con los órganos de seguridad pública también se da en muchas otras acciones, como en las misiones de Garantía de Ley y Orden, situaciones de búsqueda y rescate, y también en la coordinación de la inteligencia.
Diálogo: Además del control del espacio aéreo, ¿podría dar otros ejemplos de la participación de la FAB en los Juegos Olímpicos Río 2016?
Gral. Alvani: La FAB tuvo amplia participación en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2016. Participaron más de 11.000 militares que se encargaron de la gestión del tráfico aéreo. Esa cifra incluye a los que trabajaron en la ciudad de Río de Janeiro y los que gestionaron los vuelos que llegaban de otras partes del país o del extranjero. En la Sala Maestre de Comando y Control del Centro de Gestión de Tránsito Aéreo, con sede en Río de Janeiro, se reunieron representantes de las distintas agencias gubernamentales tales como la secretaría de Aviación Civil, la Agencia Nacional de Aviación Civil, la Policía Federal, Anvisa [Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria] y los concesionarios de aeropuertos, entre otros. Trabajaron 24 horas al día compartiendo información sobre las llegadas, los desplazamientos y las salidas de las autoridades, delegaciones y el público en general. Durante los Juegos Olímpicos, el flujo del tráfico aéreo se llevó a cabo sin problemas, a pesar de la cantidad significativa de tráfico. El día después de la ceremonia de clausura fue el día de más movimiento aéreo. El aeropuerto internacional de Río realizó 524 despegues y aterrizajes, entre los cuales 367 fueron vuelos nacionales y 157 internacionales. Los picos del tráfico aéreo estuvieron entre las 8 y las 9 de la mañana y entre las 9 y las 10 de la noche, con 33 operaciones aéreas por hora. Este incremento se debió al retorno a sus países de origen de los jefes de Estado, de las delegaciones de atletas, de familias olímpicas y de turistas. El aeropuerto también llegó a un récord de movimientos alcanzando 85.000 pasajeros, más del doble de un día normal. Durante los 17 días de los Juegos Olímpicos, los aeropuertos de las ciudades que fueron sede de los juegos registraron una puntualidad en los vuelos que estuvo cerca del 95 por ciento. Para llevar a cabo estas acciones, la Fuerza Aérea brasileña tuvo en el aire o listos para despegar aviones de caza, helicópteros y aviones-radar. Este concepto y la estructura militar para administrar el flujo de tráfico aéreo ya ha sido adoptado en los principales eventos organizados en Brasil. Por último, la Fuerza Aérea contó con 39 atletas convocados para representar a Brasil en los Juegos Olímpicos Río 2016. Cuatro ganaron medallas: el Sargento Thiago Braz (medalla de oro en salto con garrocha), el Sargento Arthur Zanetti (medalla de plata en gimnasia artística), el Sargento Arthur Nory (medalla de bronce en gimnasia artística) y el Sargento Maicon Siqueira (medalla de bronce en taekwondo).
Diálogo: Internamente, la FAB también tiene una larga tradición de participación en actividades de ayuda humanitaria y auxilio en casos de desastres. ¿Podría dar algunos ejemplos recientes de estas actividades? ¿Qué tipo de participación tiene la FAB con la región y con Estados Unidos en términos de intercambio de información, ejercicios combinados, etc.?
Gral. Alvani: La Fuerza Aérea de Brasil lleva a cabo numerosas misiones de ayuda humanitaria. Las más frecuentes son las acciones cívico-sociales, cuando los militares brindan servicios a la población. Sólo en 2015, profesionales de la salud de la FAB atendieron cerca de 15.000 personas en diversas regiones del país. Los médicos y dentistas realizaron consultas médicas en clínicas de dermatología, ginecología, otorrinolaringología, ortopedia y pediatría, así como atención dental. Las acciones cívico-sociales beneficiaron a residentes de diversas localidades. Solo en Lagoa Santa, el Hospital de Campaña de la Fuerza Aérea brasileña montado en colaboración con el gobierno de la ciudad en abril de este año, atendió a 6.739 personas de la localidad. También distribuyeron casi 24.000 tipos de medicamentos. En estas acciones participaron 74 profesionales de la salud de la FAB, entre ellos 43 médicos, 23 dentistas y ocho farmacéuticos. Otro punto que merece destacarse es el transporte de órganos y tejidos. Las misiones de transporte de órganos se llevan a cabo desde hace años. Sólo entre 2013 y 2015, la FAB transportó 68 órganos. En 2016, ya son 46. Es importante destacar las misiones tales como el transporte de vacunas, el combate a incendios, el transporte de enfermos y la búsqueda y rescate después de desastres. La FAB también está presente en los momentos de grandes calamidades como inundaciones, terremotos y sequías, tanto en Brasil como en el extranjero. Desde el año 2002, la FAB organiza el ejercicio CRUZEX, que en sus siete ediciones ha contado con la participación de Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Uruguay y Venezuela. Además, ya se hacen ejercicios de defensa aérea para combatir actividades ilegales en las áreas fronterizas con Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Con los Estados Unidos, se realizaron dos operaciones importantes en 2015. Un oficial médico de la FAB se embarcó en el buque hospital USNS Comfort, en Norfolk, Virginia, para ayudar en una misión de ayuda humanitaria en Centroamérica. En noviembre, el ejercicio UNITAS contó con ejercicios de la FAB contra el ala aérea embarcada en el USS George Washington, además de la flota de buques compuesta por los Estados Unidos, Reino Unido, México, Perú y Chile. Además, se destacan las misiones humanitarias en otros países y ejercicios combinados como PANAMAX, SALITRE y FELINO.