El secretario de Defensa de los EE. UU. Mark Esper y el vicepresidente de los EE. UU. Mike Pence manifestaron que, gracias a información de inteligencia de último momento, las fuerzas especiales lograron la apertura necesaria para llevar a cabo el ataque contra el líder del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi, luego de que el presidente de los EE. UU. Donald Trump aprobara la incursión.
El 24 de octubre, el vicepresidente Mike Pence dijo a CBS News que había “altas probabilidades” de que Baghdadi estuviera en instalaciones en Idlib, en Siria. Agregó que los EE. UU. habían recibido “inteligencia concreta” el 26 de octubre, que permitió que la misión avanzara durante la noche.
Un funcionario de los EE. UU. dijo a VOA que la operación se efectuó desde una base en Irak. El presidente Trump dijo que ocho helicópteros volaron poco más de una hora para llegar al lugar.
Esper dijo que los soldados habían intentado capturar a Baghdadi pero estaban preparados para matarlo, de ser necesario. El equipo exigió a Baghdadi que se entregara.
“Se negó. Luego descendió a un área subterránea y, mientras trataban de sacarlo, creemos que accionó un chaleco con explosivos y se suicidó”, dijo Esper a CNN.
Esper agregó que dos soldados estadounidenses habían sufrido heridas “menores” durante la operación, pero que ya habían vuelto a sus puestos. Además, Trump indicó que resultó herida una unidad canina de las fuerzas de seguridad de los EE. UU.
Mazloum Abdi, comandante de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) que trabajaron en conjunto con los EE. UU. para derrotar a Estado Islámico en Siria, agradeció por Twitter al presidente el 27 de octubre y dijo que habían vigilado y realizado “tareas de seguimiento en el lugar” con los EE. UU. durante cinco meses.
Dijo que la muerte de Baghdadi había sido una “operación conjunta” y sugirió “otras operaciones efectivas” entre los EE. UU. y la FDS en el futuro. Luego dijo que el vocero de Estado Islámico Hassan al-Muhajir había sido ubicado y neutralizado en una operación en la región. Los funcionarios estadounidenses no hicieron comentarios sobre los tweets de Abdi.