El Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció una amplia campaña contra la red mundial del fentanilo, acusando a ocho empresas químicas chinas y a 12 de sus empleados, en relación con la mortal crisis de opiáceos que asola a los EE. UU.
En ocho imputaciones separadas presentadas en Florida, los fiscales federales acusaron a las empresas y a sus empleados de producir fentanilo y metanfetaminas, distribuir opioides sintéticos y suministrar precursores químicos para la droga ilícita.
“Sabemos que la cadena mundial de suministro de fentanilo, que termina en la muerte de estadounidenses, a menudo comienza con empresas químicas en China”, dijo el fiscal general Merrick Garland en una conferencia de prensa en Washington.
“El Gobierno de los Estados Unidos está centrado en romper todos los eslabones de esa cadena, sacar el fentanilo de nuestras comunidades y llevar ante la justicia a quienes lo ponen ahí”, afirmó.
El Departamento del Tesoro anunció el 3 de octubre sanciones contra 28 personas y entidades de China y Canadá, incluida la red con sede en China, acusada de fabricar y distribuir drogas ilícitas en los EE. UU.
Esta es la segunda vez que el Departamento de Justicia estadounidense acusa a empresas chinas y a sus empleados de traficar con precursores químicos del fentanilo en los EE. UU.
En junio, cuatro empresas chinas de fabricación de productos químicos y ocho ejecutivos y empleados fueron acusados de tráfico ilegal de sustancias químicas utilizadas para fabricar fentanilo. Dos de los acusados fueron detenidos.
No fue posible contactar con un portavoz de la embajada china en Washington para que comentara sobre las últimas acusaciones.
En junio, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino tachó la primera ronda de acusaciones estadounidenses de “bravuconería que pisotea el derecho internacional”.
Ataque a la cadena de suministro
La crisis del fentanilo se alimenta de una cadena de suministro mundial que se extiende desde China, donde se producen los productos químicos; hasta México, donde los cárteles mezclan la droga y la pasan de contrabando a través de la frontera con los EE. UU.
La DEA afirma que está atacando todos los aspectos de esta cadena de suministro mundial, centrándose en los productores, traficantes y distribuidores de fentanilo.
“Estos ocho casos son el resultado de los esfuerzos de la DEA por atacar la cadena de suministro de fentanilo allí donde empieza: en China”, declaró en la rueda de prensa Anne Milgram, administradora de la DEA.
Además de precursores y análogos del fentanilo, las empresas chinas están exportando aditivos peligrosos -xilacina y nitazenos- a los Estados Unidos y México, explicó.
“La DEA no se detendrá hasta que derrotemos esta amenaza”, afirmó Milgram. Los casos anunciados el 3 de octubre abarcan dos distritos de Florida, donde los acusados presuntamente enviaban la droga y sus precursores.
En el Distrito Medio de Florida, cinco empresas chinas y ocho ciudadanos enfrentan cargos de importación ilegal a los EE. UU. de fentanilo y sustancias químicas relacionadas con el fentanilo.
Los fiscales afirman que los acusados anunciaban abiertamente su capacidad para eludir las aduanas estadounidenses y entregar fentanilo en Florida y otros lugares de los EE. UU.
En el Distrito Sur de Florida, tres empresas chinas y cuatro funcionarios y empleados enfrentan cargos de tráfico de fentanilo y opioides sintéticos, importación de precursores químicos, estafa al servicio postal estadounidense y fabricación y uso de franqueo falso.