A mediados de septiembre 44 delincuentes, entre ellos 36 venezolanos, seis chilenos, un dominicano y un colombiano, fueron presentados para enfrentar un juicio oral por varios delitos cometidos en el extremo norte de Chile. Todos ellos pertenecen a la violenta célula del Tren de Aragua denominada Los Gallegos, que causa estragos no solo en Chile, sino también en Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
La fiscalía chilena solicitó siete penas de prisión perpetua contra los líderes de esta organización. A la banda le atribuyen 22 delitos incluyendo homicidios, tráfico de drogas, trata de personas con fines de explotación sexual, secuestros, robos con fuerza y extorsiones, entre otros.
“La estrategia de penetración para sostener los delitos del Tren de Aragua involucra la creación de distintas redes que pueden o no estar conectadas, para sostener sus negocios ilícitos”, dijo el 8 de septiembre a Diálogo Guillermo Holzmann, analista internacional y de defensa y académico de la Universidad de Valparaíso, Chile. “Incorporan empresas legales para desarrollar las funciones de logística, transporte y almacenamiento, y la obtención incluso de financiamiento para realizar el lavado de dinero, lo que hace su persecución mucho más compleja”.
La Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos de la Fiscalía Regional de Arica y Parinacota, en el norte de Chile, presentó a mediados de junio la acusación en la que describió el modus operandi de la organización, que logró echar raíz en suelo chileno, informó el portal Bio-Bío Chile.
Entre junio de 2022 y enero de 2023, las autoridades incautaron a la agrupación más de 80 kilogramos de distintos narcóticos. Además, les decomisaron armas convencionales, hechizas, de guerra y municiones, que eran utilizadas para cometer los ilícitos que hoy tienen presos a los 44 imputados. Todo esto tenía el objetivo de ejercer el control territorial donde habitaban, informó Bío-Bío Chile.
“Los Gallegos en Chile eran liderados desde Perú por el imputado Félix Anner Castillo Rondón, alias Arnel, quien instruía las órdenes para el tráfico de sustancias ilícitas, la ejecución de homicidios y todo aquello relacionado a los delitos de su banda en Chile”, informó la Fiscalía. “La banda utilizaba libros contables para llevar registros de su plan criminal, con dineros que eran llevados principalmente a Perú para su conversión en soles y dólares, y así blanquear su origen”.
Incursión en Perú
Los Gallegos también causan desgracias en Perú, donde el grupo criminal tiene delincuentes vinculados al manejo de armamento y otros que recolectan dinero de la extorsión y el sicariato. El 17 de agosto tres personas fueron asesinadas en la vía pública en la provincia de Cañete.
“En este caso la banda mata conforme a una orden. Aquí no se produce la figura del sicariato normal que conocemos, donde hay una promesa de dinero”, informó a la prensa un vocero de la División de Homicidios de la Policía Nacional de Perú. “Acá hay una orden de un líder que decide matar a una persona que no paga la ‘vacuna’ [chantaje], para ‘dar permiso’ para que un negocio legal continúe”.
El combate en contra del Tren de Aragua y sus células no es tarea sencilla ya que se enquistan en la sociedad mediante organizaciones lícitas, lo que dificulta su erradicación.
“Sin embargo, gracias a las autoridades, este cártel hoy está en su mínima expresión, pues llega un momento en que para toda organización el costo contra el beneficio llama a no mantenerse o a salir de una zona”, dijo el fiscal regional de Arica Mario Carrera, al diario chileno La Segunda. “Es una de las razones por las que se redujo su actuación, sumado al hecho de que ahora tenemos una parte importante de sus integrantes detenidos”.
“Organismos internacionales como Europol [Policía Europea], Interpol [Policía Internacional], FBI [Buró Federal de Investigaciones de los EE. UU.], DEA [Administración para el Control de Drogas de los EE. UU.] y otros organismos, están ocupados en detener el objetivo final del Tren de Aragua: el lavado de activos. El crimen generado desde Latinoamérica y el Caribe termina en otras redes, que preocupan a la seguridad nacional de todos los países por el financiamiento del terrorismo”, dijo Holzmann. “Los entrenamientos que hacen la DEA, el FBI, las policías o servicios policiales, incluso fiscalías de los países de Latinoamérica, son cruciales”.
“Sin embargo, hay debilidad de algunos países en el manejo adecuado de sus bases de datos, que permitan seguir la pista de las conexiones y las redes de las bandas; seguir la hebra para establecer los puntos de convergencia o dónde se puede ir identificando la trama delictual. Estas tareas deben mejorar para continuar con la persecución a bandas criminales como el Tren de Aragua”, finalizó Holzmann.