El Coronel del Ejército de El Salvador Roberto García Ochoa, comandante de la Brigada Especial de Seguridad Militar (BESM) y del Comando Sumpul, conversó con Diálogo durante una visita a las instalaciones de la BESM en San Salvador, donde habló sobre su misión, retos y su participación en el esfuerzo nacional en la lucha contra el narcotráfico.
Diálogo: ¿Cuál es la misión de la BESM?
Coronel del Ejército de El Salvador Roberto García Ochoa, comandante de la Brigada Especial de Seguridad Militar (BESM) y del Comando Sumpul: La BESM se consolidó en 1992 y forma parte de las unidades de apoyo institucional de la Fuerza Armada de El Salvador. La BESM tiene la responsabilidad de cumplir con las funciones de protección de los 375 kilómetros de la frontera terrestre de El Salvador y [como] Policía Militar, donde se desempeña como órgano auxiliar de la administración de justicia militar. La BESM apoya a la Policía Nacional Civil (PNC) de acuerdo al Plan de Control Territorial en las misiones de seguridad ciudadana, basada en el intercambio de información e inteligencia, y realiza las coordinaciones para orientar los patrullajes de manera conjunta en los lugares donde se tiene información delincuencial. Al mismo tiempo, la BESM colabora en otras tareas como el apoyo a la población civil y la reconstrucción en casos de desastres naturales.
Diálogo: ¿Qué aporta la BESM al esfuerzo nacional en la lucha contra el narcotráfico?
Cnel. García: Estamos orientados al apoyo del Plan Control Territorial del Gobierno, con nuestras unidades de la Fuerza de Tarea Marte y el Comando Sumpul, quienes tienen dentro de sus misiones enfrentar las acciones de la narcoactividad. Las tareas de la BESM son muchas y los resultados se evidencian, ya que a diario tenemos capturas de delincuentes y decomisos. El Comando Sumpul realiza patrullajes y retenes en las fronteras día y noche para combatir el contrabando de drogas, armamento, vehículos robados, tráfico de personas y todo tipo de contrabando, manteniendo el control en nueve pasos fronterizos autorizados y 142 pasos fronterizos no habilitados.
Diálogo: El Salvador pertenece a los países del Triángulo Norte. ¿Cómo se integra la BESM con las fuerzas militares de los países fronterizos para combatir los problemas de seguridad en el área?
Cnel. García: Somos miembros de la Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas y por ello nos integramos a la mesa de Reunión de Comandantes de las Unidades Militares Fronterizas de los países del Triángulo Norte. Al ser comandante del Comando Sumpul me reúno con mis homólogos de Honduras y Guatemala para intercambiar información delincuencial sobre tráfico de personas, narcoactividad, contrabando y cualquier otro ilícito que transite por la frontera; asimismo compartimos información en tiempo real para nuestras operaciones conjuntas.
Diálogo: ¿Cuál es el proyecto más importante de la BESM?
Cnel. García: Queremos tener una policía militar con más efectivos, mejores recursos y mayor despliegue para poder continuar en un mejor apoyo a nuestro escalón superior en todo lo referente a las tareas de Policía Militar y justicia militar. También queremos un Comando Sumpul con mejor equipo militar y tecnología como drones y equipos de visión nocturna y otros para combatir con mejor efectividad la narcoactividad, el tráfico de personas, el contrabando y otros ilícitos. La BESM cuenta con el apoyo del Ejército de los Estados Unidos, en especial en la parte de adiestramiento del personal de Policía Militar.
Diálogo: ¿Qué estrategias de información se utilizan en la frontera para trabajar con los residentes del área?
Cnel. García: Los integrantes del Comando Sumpul mantienen contacto con habitantes de las comunidades fronterizas, muchos de ellos organizados en asociaciones, con el propósito de conocer las necesidades de la población civil y entender cómo la actividad delictiva afecta su vida diaria. También coordinamos acciones cívico-militares como servicios médicos, odontológicos, de asesoría legal, etc. con las unidades militares que tienen responsabilidad en las fronteras y trabajamos con la Embajada de los Estados Unidos y su personal de asuntos civiles, municipalidades y organizaciones no gubernamentales para brindar atención de salud a los habitantes del área fronteriza. En ocasiones, los residentes locales informan sobre las actividades del tráfico ilícito de drogas u otras acciones ilegales y con esa información trabajamos en conjunto con la PNC para erradicar la delincuencia de las zonas.