Nueve meses después de lanzar una gran operación para desmantelar las extensas actividades ilegales de minería de oro, en las tierras indígenas yanomami de la Amazonia, el Gobierno brasileño ha logrado un gran éxito con una reducción de casi el 80 por ciento de los territorios afectados por la actividad ilegal, dijo el Ministerio de Defensa de Brasil en un comunicado en noviembre.
La operación, que comenzó en enero, contó con la participación de unos 1200 militares del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, en apoyo de funcionarios de organismos de seguridad pública y medio ambiente, como la Policía Federal y el Instituto Brasileño del Medio Ambiente.
Para reforzar las acciones, el Ministerio de Defensa lanzó la Operación Ágata Frontera Norte, el 21 de junio. Además de prestar apoyo logístico a los órganos y organismos federales, las Fuerzas Armadas reforzaron las actividades de represión como patrullas, registros de personas, vehículos, embarcaciones y aeronaves y realizaron detenciones en flagrante delito, entre otras.
Además de reducir drásticamente las zonas donde se practicaba la minería ilegal, las autoridades impusieron multas por valor de más de USD 11 millones, e incautaron 48 toneladas de casiterita, 1859 gramos de oro y 1120 equipos, además de retirar campamentos irregulares en la región y destruir 22 explotaciones mineras ilegales.
Según el Centro de Gestión y Operaciones del Sistema de Protección de la Amazonia, en los primeros nueve meses de 2023, el área afectada por la minería ilegal se redujo a 214 hectáreas, mientras que en el mismo período de 2022, la minería ocupaba 999 hectáreas. La disminución muestra que actualmente la presencia de mineros es residual (permanecen en pequeñas áreas de la región), con una variación promedio de 4 hectáreas en los últimos cinco meses.
Según el Ministerio de Defensa, los principales ríos de la región –Uraricoera y Mucajaí– han vuelto a sus colores naturales, eliminando el tinte amarillento debido al mercurio, el elemento químico más utilizado por los mineros, que también contamina los ríos y el suelo, afectando a la dieta de los yanomami, basada en actividades de caza, pesca, y recolección de frutos y raíces.
En el ámbito de las acciones humanitarias, los militares transportaron cerca de 766 toneladas de alimentos y suministros a la región y distribuyeron cerca de 36 000 canastas de alimentos básicos.
“Diariamente se planifican y realizan acciones como el transporte de cargas [desde la ciudad] de Boa Vista hasta las comunidades indígenas presentes en el Territorio Yanomami, así como la entrega efectiva de canastas de alimentos a las comunidades. También se realizan acciones de prevención y represión de la minería ilegal, que culminan con la retirada de los mineros de esas tierras. También hay acciones de apoyo a la construcción de sistemas de agua potable, especialmente para las personas más necesitadas de este recurso”, dijo a los medios el Brigadier Aéreo Marcelo Gobett Cardoso, jefe de Estado Mayor del Comando Conjunto Ágata Frontera Norte.
Desde su despliegue en la región, los militares han utilizado 17 aeronaves, 14 embarcaciones, 38 vehículos, cinco lanchas rápidas blindadas y dos buques.
“Para alcanzar los resultados de la operación, se han utilizado más de 7300 horas de vuelo, transportando a más de 430 indígenas, se han desalojado a más de 164 delincuentes [mineros de oro] de territorios indígenas yanomami y se han realizado 205 evacuaciones aeromédicas y más de 3000 tratamientos médicos”, añadió el Brig. Marcelo. La operación continúa, sin fecha de conclusión.