Las autoridades de Bolivia incrementan las operaciones para contrarrestar los avances del narcotráfico internacional. El viceministro de Defensa Social y de Sustancias Controladas Jaime Mamani, declaró el 6 de julio al diario boliviano Opinión, que en los últimos dos años y medio realizaron más de 25 000 operativos antidroga, con un decomiso de más de 500 000 toneladas de sustancias, entre pasta base de cocaína, clorhidrato de cocaína y marihuana.
En dicho período las autoridades bolivianas destruyeron 148 laboratorios de cocaína, “que permitía refinar la pasta base de cocaína, no solo la producida en nuestro país, sino que era internado en Bolivia desde el Perú”, añadió Mamani.
“A diferencia de los últimos años en que Bolivia solo era considerado un país principalmente de tránsito de cocaína, ahora la tendencia se estaría modificando para nuevamente ser un territorio productor de cocaína”, aseguró el 10 de julio a Diálogo la criminóloga Gabriela Reyes Rodas, exdirectora del Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas. “Si bien Bolivia a nivel internacional es el tercer productor de hoja de coca y un importante productor de cocaína, de acuerdo a datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), solo representa el 15 por ciento del total de hectáreas de hoja de coca entre los tres principales países productores junto a Colombia y Perú”.
Una de las principales acciones antinarcotráfico se dio en mayo, cuando fueron destruidos siete laboratorios, afectando a las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico que operan en el país.
El ministro de Gobierno Eduardo Del Castillo Del Carpio, reportó por Twitter que la intervención de las fuerzas antinarcóticos permitió destruir laboratorios con capacidad de producir entre 80 a 100 kilogramos de clorhidrato de cocaína por día. Estos centros de elaboración de droga se encontraban en el departamento de Cochabamba, distrito de Villa Tunari, zona a la que pudieron acceder las Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, tras 14 horas de caminata en la selva.
Para la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de los Estados Unidos, Colombia, Perú y Bolivia son, en ese orden, los principales productores de cocaína a nivel mundial, y totalizaron una producción estimada de 2074 toneladas de esta droga en 2021, reportó el 23 de junio la cadena alemana Deutsche Welle (DW).
Un informe de marzo de la UNODC, reporta que la producción mundial de cocaína se disparó en 35 por ciento de 2020 a 2021, debido tanto a la expansión del cultivo de la hoja de coca como a las mejoras en el proceso de transformación de la hoja de coca en clorhidrato de cocaína. El mismo documento hace referencia que la cocaína procedente de Bolivia y Perú se transporta cada vez más por la ruta del Cono Sur a través de Paraguay y la hidrovía Paraná-Paraguay.
Reyes Rodas destacó que en los últimos años Bolivia cambió su visión en relación a la política antinarcóticos, pasando de concentrarse únicamente en incautaciones y fabricas/laboratorios, a la desarticulación de organizaciones criminales, detención de “peces gordos” y afectación económica-patrimonial, activando el Centro Regional de Inteligencia antinarcóticos CERIAN, que comparte información en tiempo real con los países vecinos; además de poner en ejecución diferentes dispositivos de control como el programa AIRCOP de comunicación aeroportuaria de la UNODC, que fortalece las capacidades de los aeropuertos internacionales para detectar e interceptar drogas, así como el programa de control de contenedores, entre otros.
“Nuestro país es un país de tránsito por la ubicación geográfica. De manera obligatoria pasan por nuestro país. La ruta de la cocaína inicia en Perú, pasa por nuestro país y llega a Uruguay y Paraguay. En el caso de la marihuana, la ruta inicia desde Colombia y Paraguay para llegar a los mercados de Chile”, indicó Mamani.
“En Bolivia operan principalmente clanes familiares y también cada vez se sabe de delincuentes con cargos importantes que se instalan en este país y provienen principalmente del Primer Comando de la Capital y el Comando Vermelho, los dos mayores grupos delictivos brasileños”, dijo Reyes Rodas. “Existe articulación del narcotráfico con dichas organizaciones en la distribución de tareas dentro de la cadena del narcotráfico, desde la producción hasta los envíos”.
Ana Soliz, docente e investigadora de la Universidad de las Fuerzas Armadas en Hamburgo, en Alemania, dijo en junio al noticiero colombiano NTN24 que en territorio boliviano además de organizaciones brasileñas, también se encontrarían grupos colombianos y mexicanos. “El destino de la producción de la droga boliviana se dirige principalmente a Brasil, Paraguay y Europa”, añadió.
Reyes Rodas añadió que al tener Bolivia amplias fronteras, los principales puntos de salida de la droga son Paraguay y Brasil, donde su mercado principal es Europa, ya sea de manera directa o con tránsito en África. “Otros destinos son Argentina y finalmente pero no menos importante Chile y Uruguay de manera escasa. Además, se sabe que Brasil es el principal consumidor de cocaína en Latinoamérica, por lo que se estima que la cocaína boliviana pudiera estar yendo también al consumo local de ese país”, añadió.
“Si se sabe de manera extraoficial que hay relación con trata de personas, principalmente para el movimiento de dinero vinculado al narcotráfico, además del uso de personas para transportar droga en pequeñas cantidades, llamados ‘tragones’”, finalizó Reyes Rodas.