Europa sufre un aluvión de grandes cargamentos de cocaína desde Latinoamérica a sus puertos, mientras las incautaciones de las autoridades de seguridad llegan a niveles récord, informó InSight Crime, organización dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe.
“En Europa hay un mercado que demanda cocaína, específicamente; y la única región del mundo que produce cocaína es Latinoamérica”, dijo el 18 de septiembre a Diálogo Carolina Sampó, coordinadora del Centro de Estudios sobre Crimen Organizado Trasnacional de Argentina. “Esa producción está concentrada en Colombia, Perú y Bolivia”.
El 10 de agosto, por ejemplo, las autoridades de Países Bajos encontraron más de 8 toneladas de cocaína en el puerto de Róterdam, en un contenedor de bananas procedente de Ecuador, lo que constituye un nuevo récord para este puerto. Durante julio, las autoridades encontraron 10 toneladas de cocaína en Hamburgo, Alemania; el segundo mayor cargamento que se ha podido detectar en este puerto hasta la fecha.
Por su parte, las autoridades de Italia incautaron el mayor cargamento de cocaína jamás detectado, 5 toneladas. En Amberes, Bélgica, fueron requisadas 6,8 toneladas de cocaína, uno de los mayores decomisos en la historia del país.
Recientemente, la Policía Nacional de España y la Agencia Tributaria, durante su Operación Nano, incautaron más de 9 toneladas de cocaína en el puerto de Algeciras, en el sur de Andalucía, convirtiéndose en el mayor decomiso de esa droga en territorio español, indicó el 25 de agosto el diario español El Mundo.
El cargamento fue descubierto en un contenedor con bananas procedentes de Ecuador y con destino a Portugal. Las investigaciones comenzaron en julio, cuando los agentes del orden tuvieron conocimiento de una red criminal que se encargaba de suministrar la cocaína desde Sudamérica hasta Europa, entrando por los puertos de Algeciras y Vigo. Así localizaron una compañía dedicada al comercio internacional de bananas, ubicada en la localidad ecuatoriana de Machala.
“Las dinámicas del aumento de incautaciones de cocaína pueden estar relacionadas con la creciente importancia de las rutas de tráfico, que están moviéndose hacia nuevas áreas geográficas”, analizó durante un reportaje de InSight Crime Yulia Vorobyeva, profesora en la Universidad Internacional de Florida y experta en mercados ilícitos. “Vemos diferentes indicadores: la prevalencia de la cocaína en aguas residuales, precios al por menor, nivel de pureza y datos del tratamiento de las drogas”.
La cooperación entre las agencias estatales y organismos internacionales de seguridad es clave para combatir el narcotráfico. Por ejemplo las policías de España y Serbia que, con la colaboración de la Armada Española y las policías de Portugal, Eslovenia, Croacia, Brasil, Polonia, Francia, la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) y el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas contra el Narcotráfico (MAOC-N), con sede en Lisboa, desmantelaron una organización criminal de ciudadanos de origen balcánico, informó el 1.º de septiembre el Ministerio del Interior español.
Se detalló que el grupo estaba involucrado en la introducción y distribución en Europa de cocaína procedente de Sudamérica por vía marítima. Concretamente fueron interceptados trasladando 2700 kilogramos de cocaína a bordo de un velero, en aguas internacionales próximas a las Islas Canarias.
“La importancia está en realizar operativos para combatir al crimen organizado y al narcotráfico”, afirmó Sampo. “La única forma de combatirlos eficientemente es de forma trasnacional y para eso se requiere la cooperación de múltiples actores. Por supuesto de todos los países involucrados, pero también del sector privado y la sociedad civil. Solamente de esa forma es posible pensar en cortar los flujos para evitar que los mercados ilícitos sigan funcionando”.
El 26 de junio, en el Informe Mundial sobre las Drogas 2023 presentado por la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), se alertó que la oferta de drogas ilícitas sigue registrando cifras sin precedentes y las redes de traficantes –cada vez más ágiles–, agravan las crisis mundiales convergentes y suponen un reto para los servicios de salud y las respuestas policiales en todos los países.
“Latinoamérica está inundada de cocaína, que permite que haya más actores involucrados en la exportación del alcaloide y posibilita que algunas organizaciones criminales se posicionen como más preponderantes que otras”, remarcó Sampo. “La distribución de cocaína tanto en Europa como en Medio Oriente es manejada por organizaciones europeas, en línea con las mafias albanesas e italianas”.
Sampó destacó en la necesidad de desarrollar un enfoque regional, que permita que todos los países ataquen y persigan de la misma manera a estas organizaciones, para evitar el efecto globo.
“Lo ideal es establecer y profundizar mecanismos de cooperación eficientes entre los Estados a través de sus agencias de seguridad e inteligencia, para evitar que las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico sigan usufructuando en América con sus maniobras delictivas en la exportación de droga a Europa”, concluyó Sampó.