Las fuerzas armadas de Brasil y Colombia intensifican en conjunto la lucha contra la delincuencia transnacional en la Amazonia. A finales de abril, las autoridades militares de ambos países firmaron un acuerdo para crear un cerco a las organizaciones criminales de la región.
“En Brasilia, firmamos el Plan de Cooperación entre las Fuerzas Militares de Colombia y las Fuerzas Armadas de Brasil, donde ratificamos la lucha contra amenazas comunes en la Amazonía como el narcotráfico y la minería ilegal, durante los próximos dos años”, dijo en X el General del Ejército Helder Fernán Giraldo Bonilla, comandante de las Fuerzas Militares de Colombia.
“Además del intercambio de experiencias, entrenamiento y doctrina, también habrá operaciones de interoperabilidad para combatir la alianza criminal entre disidentes de las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia] y grupos del crimen organizado”, informó la revista colombiana Semana.
Entre estos grupos se encuentran las facciones brasileñas Comando Rojo y Primer Comando de la Capital, conocidas por sus actividades de narcotráfico, minería ilegal y tráfico de armas, informó el portal argentino de noticias Infobae.
Mayor presencia
La cooperación con los militares colombianos forma parte de un creciente esfuerzo de las Fuerzas Armadas Brasileñas, para proteger y defender la región amazónica. “Desde la década de 1980, el Ejército de Brasil aumenta su presencia en la Amazonia brasileña”, dijo a Diálogo la Agencia Verde-Oliva, del Centro de Comunicación Social del Ejército de Brasil (EB).
Esta mayor presencia garantiza la preparación operativa y logística necesaria para las operaciones en la selva. “El Ejército de Brasil, representado por el Comando Militar de la Amazonia, el Comando Militar del Norte y el Comando Militar del Oeste, enumeran las principales acciones para estos comandos: contribuir a garantizar la soberanía nacional y cooperar con el desarrollo nacional”, dijo el EB.
Menos deforestación
La creciente presencia de militares brasileños y colombianos en la Amazonia contribuyó a la disminución de la deforestación en 2023.
En Brasil, la deforestación bajó un 62 por ciento entre enero a noviembre de 2023, en comparación con 2022. El área deforestada pasó de 10 286 km² en 2022 a 3922 km² en 2023, asegura el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia, institución científica brasileña que promueve la justicia climática.
En Colombia, la reducción fue aún mayor. Entre enero y septiembre, las alertas por deforestación disminuyeron un 70 por ciento, en comparación con el mismo período de 2022, de acuerdo con datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia.
Según el EB, la cooperación interinstitucional ha sido un “factor crítico” para el éxito de las misiones en la selva. “En los últimos cinco años, podemos destacar la participación del EB a través de operaciones conjuntas –bajo la coordinación del Ministerio de Defensa– u operaciones singulares, en acciones directas o indirectas que contribuyen a reducir la deforestación”, dijo el EB. Un ejemplo de ello fue la mega operación llevada a cabo en abril por las fuerzas militares y de seguridad brasileñas, para destruir la infraestructura criminal en la Tierra Indígena Yanomami (TIY).
“Con 312 acciones de inteligencia, inspección y represión, para desmovilizar la logística de apoyo al crimen, el gobierno incautó una gran lista de equipos, ahora inutilizados: 38 000 litros de diésel, 200 motores y 114 kilogramos de mercurio, entre otros”, informó el Gobierno Brasileño el 12 de abril. Según las autoridades, en la mega operación del TIY participaron 343 personas, la mayoría militares.