Los ejercicios bilaterales son parte importante de la construcción de relaciones entre naciones, y mejoran las capacidades de los ejércitos de las naciones asociadas para trabajar juntos a través de diversas misiones y problemas conjuntos. El Ejercicio Vanguardia del Sur 23 (ExSV23), de una semana de duración que comenzó en la Base Militar de Tolemaida, en Colombia, el 9 de noviembre, es el principal ejercicio de entrenamiento del Ejército Sur de los Estados Unidos diseñado para alcanzar estos objetivos.
“La interoperabilidad, las oportunidades y las experiencias para mí y mis muchachos no pueden ser subestimadas”, dijo el Sargento de Segunda Clase del Ejército de los EE. UU. Nate Myers, un líder de escuadrón asignado al 2.º Batallón, Regimiento de Infantería 130, Equipo de Combate de la Brigada de Infantería 33, Guardia Nacional del Ejército de Illinois, cuando se le preguntó sobre el ejercicio. “Un ejemplo de lo que hemos aprendido es que aquí, en el terreno de la selva, hemos aprendido mucho de los colombianos sobre cómo llevar a cabo operaciones desde una formación táctica diferente a la que normalmente hacemos”.
Recíprocamente, los soldados colombianos están aprovechando al máximo esta oportunidad de aprendizaje, asegurándose de aprender todo lo que puedan de sus homólogos del Ejército de los EE. UU.
“La importancia para nosotros en este ejercicio es tener la oportunidad de intercambiar conocimientos con nuestros compañeros del Ejército de los Estados Unidos”, dijo el Teniente Primero del Ejército de Colombia Simón Mosquera, quien desplegado como observador, controlador y entrenador durante el ExSV23. “También nos permite mejorar en nuestras capacidades para salvar vidas y defender nuestro país”.
La posibilidad de compartir las mejores prácticas de las operaciones militares entre los ejércitos tiene un valor incalculable para todos los participantes, pero no es lo único que tiene valor. Las amistades y los recuerdos creados en los niveles iniciales son algo que se recordará en el futuro.
El Sargento de Segunda Clase del Ejército Colombiano Octavio Muñoz, sargento de pelotón asignado a la Brigada Especial Antidroga BRNCA 1 y homólogo directo del Sgto. 2.a Cl. Myers, habló de las amistades que se hacen en los cuarteles, cuando los soldados descansan de un largo día de entrenamiento. Dijo que “tenemos la oportunidad de compartir con los demás sobre nuestras familias, incluidos nuestros padres, esposas e hijos”.
El Sgto. 2.a Cl. Muñoz también habló de los soldados estadounidenses que aprenden el juego tradicional colombiano Rana, que consiste en lanzar anillos de metal o monedas a la boca de estatuas de ranas desde una distancia corta. “Al principio no eran muy buenos, pero cada día juegan con nosotros en la zona del cuartel y siguen mejorando”, dijo.
“Hasta ahora ha sido una experiencia excelente, y todos son bastante hospitalarios y amables”, explicó el Sgto. 2.a Cl. Myers. “Creo que puedo hablar en nombre de todo el pelotón, cuando digo que desde que llegamos al terreno hemos tenido el ambiente más amistoso y hospitalario, y eso ha contribuido en gran medida a nuestra experiencia, así como a nuestra capacidad para entrenar juntos”.
Cuando los soldados asignados al Equipo de Combate de la 33.ª Brigada de Infantería regresen a su estado natal, Illinois, llevarán conocimientos, experiencias y amistades que durarán toda la vida, y muchos de los soldados intercambian direcciones de correo electrónico con planes para seguir en contacto a través de las redes sociales en el futuro.