Durante más de 20 años la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), conformada por 30 países, trabaja para construir una asociación con Rusia, promoviendo el diálogo y la cooperación práctica en áreas de interés común. La cooperación práctica fue suspendida desde 2014 en respuesta a la anexión ilegal de Crimea, Ucrania, por parte de Rusia, que la alianza nunca reconocerá, publicó la OTAN el 13 de enero de 2022.
“Las preocupaciones de los aliados sobre las acciones y políticas desestabilizadoras de Rusia van más allá de Ucrania. Incluyen actividades militares de provocación cerca de las fronteras de la OTAN (…); retorica nuclear irresponsable; postura militar y doctrina oculta; y acciones híbridas, incluido el intento de interferencia en los procesos electorales, campañas de desinformación generalizadas y actividades cibernéticas maliciosas”, detalló el comunicado.

Desmantelar democracias
El esfuerzo continuo de Rusia por “destruir la fe en la democracia” no es solo un problema para los EE. UU. y Europa, asegura la Alianza para Asegurar la Democracia, una iniciativa no partidista de los EE. UU. Colombia, por ejemplo, teme por la intromisión rusa en sus elecciones de 2022 para el congreso en marzo y para la presidencia en mayo. El Kremlin está haciendo uso de la desinformación, información falsa y propaganda a través de sus medios estatales en Latinoamérica, expone el sitio web de la ONG estadounidense Global Americans. Esta forma de influencia política es parte de una estrategia de los regímenes no democráticos para ampliar sus metas geoestratégicas y territoriales al desarrollar aliados a su favor, agrega.
Paralelamente, la Rusia de Vladimir Putin está ayudando al régimen venezolano de Nicolás Maduro a crear inseguridad en la frontera de Colombia, para socavar su soberanía nacional y desmantelar su democracia, muestra el Centro para una sociedad Libre y Segura, de los EE. UU., en su última serie de vídeos de investigación Border Wars.
En enero, Moscú amenazó con un posible despliegue militar en Venezuela y Cuba. El diario español El Mundo señala que “Rusia no ha situado tropas de manera permanente en Latinoamérica, pero tiene acceso a bases [militares] en Cuba, Nicaragua y Venezuela”; un escenario que puede ayudar a que dictadores como Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz Canel se aferren más al poder, reportó la revista colombiana Semana.