Perú firmó con los Estados Unidos un pacto de seguridad aérea, que permitirá reforzar la vigilancia en los cielos peruanos para combatir el narcotráfico. El mencionado acuerdo tiene como objetivo enfrentar conjuntamente los desafíos de seguridad compartidos, incluyendo la lucha contra el tráfico ilícito de drogas y el crimen organizado transnacional.
“Esta iniciativa de interdicción contra aeronaves no identificadas es un gran avance en términos de cooperación entre los Estados Unidos y Perú, para combatir de manera efectiva el transporte aéreo de drogas, en especial en la zona del VRAEM (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro) y del Putumayo”, dijo el 22 de septiembre a Diálogo Arturo Huaytalla, analista de seguridad de Perú. “Con este acuerdo, serán fortalecidas las capacidades de los agentes del orden que tienen a su cargo la seguridad aérea, a través de recursos, capacitaciones y de identificación de aeronaves, entre otros ámbitos. Seguramente el acuerdo tendrá impacto global en el combate al narcotráfico”.
El acuerdo se denomina Acuerdo de Interceptación Aérea No-Letal y fue firmado el 24 de agosto por la embajadora de los EE. UU. en Perú Lisa Kenna y la canciller peruana Ana Gervasi.
Aunque no trascendió el texto del acuerdo, desde la Presidencia del Consejo de Ministros de Perú se afirmó, el 4 de septiembre, que los EE. UU. brindarán apoyo en materia de radares y aeronaves, además de información de inteligencia, financiamiento, comunicaciones, mantenimiento, capacitación, soporte técnico y logístico, informó el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
“Queden avisados los cárteles de droga del país del comienzo de una lucha inmensa contra el ingreso de avionetas ilegales que diariamente vulneran nuestro cielo”, dijo el primer ministro de Perú Alberto Otárola, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias española Europa Press. “Vamos a redoblar los esfuerzos con Ecuador y los países vecinos, para cortar de una vez por todas el tráfico de drogas que afecta a las naciones y crea una economía ilegal entre la población”.
La Embajada estadounidense añadió que la asistencia de los EE. UU. no se utilizará para actividades relacionadas con dañar, destruir, inutilizar o amenazar a aeronaves civiles en servicio.
El Acuerdo de Interceptación Aérea No-Letal entrará en vigor cuando ambas partes completen los procedimientos internos necesarios. Se destinarán 24 helicópteros, radares nuevos y “la colaboración intensa de un país hermano con el que trabajamos en esta lucha contra el narcotráfico”, anunció el primer ministro Otárola.
“Por interceptación aérea se entiende el acto por parte de una aeronave rastreadora o interceptora de aproximarse y permanecer cerca de una aeronave, con el objetivo de identificar dicha aeronave”, publicó la embajadora Kenna en el portal oficial. “En caso necesario, se dirigirá a la aeronave de vuelta a su ruta prevista, se escoltará fuera del espacio aéreo restringido o prohibido, o se le indicará que aterrice”.
Desde enero a julio de 2023 ingresaron a territorio peruano unas 700 avionetas sospechosas de transportar droga, que luego se dirigieron hacia el exterior, informó la agencia estadounidense Voz de América el 25 de agosto, de acuerdo con la base a datos del Ministerio de Defensa de Perú.
El narcotráfico también afecta al país debido a que el crimen organizado logró infiltrar e implantar la corrupción en instituciones del Gobierno, publicó el sitio de noticias argentino Infobae. El Ministerio de Defensa agregó que la interdicción aérea no letal ayudará a tener más información e inteligencia.
En enero de este año, los EE. UU. anunciaron la donación de USD 8 millones adicionales a la contribución anual establecida de USD 5 millones, al Proyecto Especial de Control y Reducción del Cultivo de la Coca en el Alto Huallaga, informó CELAG el 4 de septiembre.
“Vamos a actuar sin contemplaciones para interceptar estas avionetas”, remarcó Otárola. “Esto implica la mejora de 24 helicópteros, la adquisición de radares que van a cuidar nuestra frontera y la colaboración intensa de un país hermano, con el que estamos trabajando en esta ardua lucha contra el tráfico ilícito de drogas”.