La General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos Jacqueline D. Van Ovost, comandante del Comando de Transporte de los EE. UU., y la General del Ejército de los EE. UU. Laura J. Richardson, comandante del Comando Sur de los EE. UU., hablaron el 15 de junio sobre sus experiencias en las fuerzas armadas como mujeres líderes durante una entrevista con defense.gov y el periódico Miami Today.
La Gral. Van Ovost ha servido en la Fuerza Aérea desde 1988, tras graduarse en la Academia de la Fuerza Aérea.
“Me he beneficiado de las oportunidades en la Fuerza Aérea para llegar a donde estoy. Esas oportunidades no vinieron sin sus desafíos. Una carrera en las fuerzas armadas no es un camino fácil. Hay muchos sacrificios que cada persona hace, pero las oportunidades valen la pena”, dijo.
Los mentores, tanto hombres como mujeres, le han dado sabios consejos, dijo, y añadió que está agradecida a todos ellos.
En cuanto a los retos a los que se enfrentan las mujeres y los hombres en las fuerzas armadas, dijo: “Si no me siento incómoda, no estoy aprendiendo”.
No hay que pensar en rendirse, añadió.
Cuando la Gral. Van Ovost ingresó en la Fuerza Aérea, los puestos de combate, incluidos los de piloto de combate, estaban cerrados a las mujeres. “Pero yo quería pilotar aviones de combate. Y sabía que las mujeres tenían el talento para pilotar aviones de combate”.
Sin embargo, la formación de piloto de pruebas estaba abierta a las mujeres, por lo que en 1994 ingresó en la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea en la Base Aérea de Edwards, en California.
En sus últimos períodos de servicio, la Gral. Van Ovost dirigió varias unidades, desde el nivel de escuadrón hasta el de ala.
Al reflexionar sobre su carrera y su legado, dijo que quiere que las mujeres y los hombres tengan carreras gratificantes y que sean apasionados y tengan talento para lo que hacen.
La Gral. Richardson ha comandado tropas desde el nivel de compañía hasta el de teatro.
Por ejemplo, dirigió un Batallón de Helicópteros de Asalto en combate en la 101.ª División Aerotransportada (Asalto Aéreo), en Irak de 2003 a 2004.
“Hay muchas cosas que, de no haber estado en las fuerzas armadas, nunca habría experimentado”, dijo, mencionando retos físicos y mentales como asistir a la Escuela de Paracaidismo, donde obtuvo la insignia de paracaidista.
Hablar en público fue otro de los retos a los que se enfrentó, dijo, señalando que, como general, se espera que hable ante la prensa o el público, en relación con su mando y sus responsabilidades.
“Las fuerzas armadas nunca han dejado de desafiarme en términos de hacerme mejorar y hacerme pensar, ¿cómo voy a hacer esto? ¿Estoy cualificado para hacerlo? ¿Soy capaz de hacerlo? ¿Cómo voy a hacer todo esto?”, dijo, añadiendo que simplemente hay que seguir adelante y hacerlo lo mejor posible.
Como parte de sus funciones actuales, la Gral. Richardson viaja con frecuencia por toda su área de responsabilidad para reunirse con líderes de naciones amigas, muchos de los cuales son mujeres.
Por ejemplo, se ha reunido con Mia Mottley, primera ministra de Barbados; Xiomara Castro, presidenta de Honduras; Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta de Argentina; y Erika Mouynes, ministra de Relaciones Exteriores de Panamá.
La Gral. Richardson también participa a actos en las naciones amigas de la región centrados en cuestiones que afectan a las mujeres, la paz y la seguridad, y promueve la oferta de oportunidades para las mujeres en las fuerzas armadas de los países, incluso en funciones relacionadas con el combate.
Es tarea de todos, desde los mandos subalternos hasta los superiores, ayudar a su gente a crecer y desafiarla a conseguir grandes cosas, dijo.
Todos los puestos de trabajo en las fuerzas armadas están ahora abiertos a las mujeres si cumplen las normas, señaló.
“No tenemos nada que nos frene, excepto quizá nosotras mismas. Y eso es algo tremendo para las fuerzas armadas de hoy”, dijo.