Desde el 24 de agosto de 2019, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) emplea dos aeronaves C-130 Hércules para combatir los incendios que azotan sobre todo el norte y centro-oeste de Brasil. Estas aeronaves cuentan con cinco tanques de agua que transportan hasta 12 000 litros. Al sobrevolar las regiones afectadas por el fuego, dos tubos liberan agua para contener el avance de los incendios.
El trabajo de la FAB constituye una de las operaciones de emergencia que llevan a cabo las Fuerzas Armadas de Brasil, para colaborar con el control de incendios. “El uso extensivo de personal y equipo de las Fuerzas Armadas, auxiliares y otras agencias, no solo permitirá combatir actividades ilegales, sino también frenar el avance de los incendios en la región”, dijo el presidente brasileño Jair Bolsonaro, cuando anunció una medida para garantizar la ley y el orden (GLO) que se debe extender hasta el 24 de septiembre.
En este período de GLO, el empleo de los militares es por solicitud de los gobernadores de los estados y pueden cubrir áreas fronterizas, tierras indígenas, unidades federales de conservación ambiental y otras áreas de la denominada Amazonía Legal. Esa región abarca nueve estados brasileños incluyendo Amazonas, Mato Grosso, Acre y Rondônia. Este último fue uno de los primeros estados en pedir el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Como resultado, un grupo de 100 militares del ejército brasileño comenzó a trabajar para apagar los incendios en la reserva Jacundá. En esta unidad de preservación ambiental se estableció una base con un puesto de atención médica, cafetería y dormitorios. Allí, los militares trabajan en coordinación con los bomberos y agentes del grupo especializado en prevención y combate de incendios, que forma parte del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.
Más incendios
Los habitantes de Brasil también están en plena lucha contra los incendios, que suelen aparecer en esta época del año debido a la sequía.
Bolivia sufre el peor incendio de su historia reciente. El fuego ha consumido unas 500 000 hectáreas desde principios de agosto, cuando se detectaron los primeros focos. Para intentar resolver rápido la situación el país contrató el avión cisterna más grande del mundo, el 747 Super Tanker. Aunque la aeronave está lanzando agua sobre parte del territorio boliviano desde el 23 de agosto, aún no logran sofocar los incendios por completo.
En Paraguay se quemaron 21 000 hectáreas de la reserva natural Tres Gigantes, cerca de la triple frontera con Brasil y Bolivia. El problema ya fue neutralizado en este país.
