Las Fuerzas Armadas del Ecuador incautaron más de ocho toneladas de cocaína y detuvieron a 12 delincuentes en solo cinco días, entre el 11 y el 15 de septiembre, informó el diario ecuatoriano Primicias. “Esto es parte de las labores conjuntas que realiza Ecuador con la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) y la Guardia Costera estadounidense”, remarcó.
Las autoridades informaron que esta fue la tercera captura de droga en esa misma semana en Manabí, considerado como un punto estratégico para el acopio y posterior movilización de grandes cantidades de cocaína a los EE. UU. y Centroamérica. La región ha sido protagonista en los últimos años de importantes golpes a las actividades delictivas, con el apoyo de las autoridades estadounidenses.
“Después de la pandemia, Ecuador se convirtió no sólo en paso, sino también en almacén de la droga proveniente de Colombia y Perú”, dijo el 13 de octubre a Diálogo Pedro Yaranga, analista peruano en seguridad estratégica y narcotráfico. “Desde Ecuador la droga se envía a México y mayoritariamente a Europa y los Estados Unidos, utilizando diversas rutas”.

“Estamos fortaleciendo los esfuerzos para eliminar la amenaza que se genera de los grandes recursos provenientes del narcotráfico”, aseguró la Armada de Ecuador a Primicias. “Éstos alimentan a las organizaciones criminales transnacionales y a los grupos delincuenciales organizados”.
Por otro lado, el 21 de septiembre, un operativo simultáneo de la Unidad Nacional de Investigación de Delitos Transnacionales, de la Policía Nacional de Ecuador, realizado en Manta, Portoviejo, Montecristi y Bahía de Caráquez, en esa misma provincia de Manabí, desarticuló a una banda criminal dedicada al tráfico de cocaína a gran escala desde Ecuador hacia Centroamérica, con destino final los EE. UU., informó esa institución. En esta interdicción fueron decomisadas cinco toneladas de cocaína, 10 vehículos, nueve armas de fuego y municiones diversas.
La operación, denominada Gran Jericó 34, contó con agentes de unidades especiales de la Policía ecuatoriana y fue el resultado de un gran trabajo de inteligencia con el apoyo de la Embajada de los EE. UU. en Ecuador, destacó el diario ecuatoriano El Universo.
El diverso panorama criminal transnacional en Ecuador es dominado por grupos insurgentes, criminales colombianos y cárteles mexicanos. Estas bandas refuerzan sus conexiones con organizaciones criminales internacionales, sirviendo como intermediarios en los puertos de Ecuador rumbo a Europa, los EE. UU., e incluso Australia, informa el sitio especializado en crimen organizado en Latinoamérica Insight Crime.
“Parte del crimen organizado que estaba en Colombia se trasladó a Ecuador para almacenar droga”, dijo Yaranga. “Ellos operan tranquilamente y con funciones específicas para asegurar el trasiego y comercialización”.
El involucramiento de los EE. UU. y el éxito de las operaciones en las pesquisas desarrolladas en Ecuador no es casual.
Ambas naciones suscribieron en Washington un acuerdo para fortalecer la cooperación en seguridad contra las actividades marítimas transnacionales ilícitas, informó la Cancillería de Ecuador el 28 de septiembre. Mediante el acuerdo, la Armada del Ecuador y la Guardia Costera de los EE. UU. pueden realizar operaciones marítimas combinadas contra narcotráfico; crimen organizado; tráfico de migrantes y pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
“El acuerdo reafirma el compromiso de nuestros gobiernos de luchar contra uno de los enemigos comunes de la humanidad: el crimen organizado transnacional”, aseguró el canciller de Ecuador Gustavo Manrique, durante la firma del documento. “Este acuerdo fortalece la lucha bilateral contra estas nefastas actividades y servirá para el desmantelamiento de esquemas de corrupción, lavado de dinero y otros delitos conexos”.
Además, existe desde agosto una alianza formal para la cooperación en el fortalecimiento de la capacidad de las fuerzas del orden y del sector judicial, para combatir el crimen organizado transnacional y reforzar la seguridad de los ciudadanos y las comunidades en el Ecuador. Este acuerdo incluye capacitación y equipamiento de funcionarios judiciales, destacó la Embajada de los EE. UU. en Ecuador.
“Ahora más que nunca, los EE. UU. están con Ecuador en la lucha contra el crimen organizado y comprometidos con nuestra alianza en los sectores de la seguridad, justicia y el Estado de derecho”, remarcó el embajador de los EE. UU. en Ecuador Michael Fitzpatrick. “Estamos unidos hoy, mañana y durante todo el tiempo que sea necesario, para mitigar las amenazas urgentes que enfrentan nuestros países y pueblos”.
“La DEA va a aportar a Ecuador capacidades logísticas, tecnológicas y capacitación para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, lo que podrá rendir resultados excelentes a mediano plazo”, agregó Yaranga. “Hoy Ecuador necesita tecnología de radares, sistemas satelitales y vigilancia continua, especialmente de los barcos de alto tonelaje, para localizar y fiscalizar cargas sospechosas. Los Estados Unidos proporcionan toda esa ayuda y más”.