Rusia utiliza inteligencia artificial para difundir en Internet deepfakes –combinación de los conceptos deep learning (aprendizaje profundo) y fake (falso)– es decir, montajes de imágenes o videos alterados en los que una persona hace o dice cosas que nunca hizo o dijo. Esta es una de las armas de desinformación que utilizan los cibercriminales en la invasión de Rusia a Ucrania. Son mentiras que parecen ciertas.
Una de las más recientes es un video con una noticia falsa de rendición del presidente de Ucrania Volodymir Zelenskyy, filtrada el 16 de marzo al portal de noticias Ucrania 24 por piratas informáticos que hackearon su página, informó el portal. Aunque no está claro quién creó la deepfake, los funcionarios de Ucrania llevan semanas advirtiendo de la posibilidad de que Rusia difunda vídeos manipulados como parte de su guerra informativa.
El mismo Zelenskyy confirmó que el video y su contenido eran falsos. “Estamos en casa, defendiendo a Ucrania”, dijo por Instagram. La colaboración de las plataformas sociales YouTube, Facebook, Twitter e Instagram fue relevante para detener la viralización de este material.
“Nuestros equipos identificaron y eliminaron un video falso que afirmaba mostrar a presidente Zelenskyy emitiendo una declaración que nunca hizo. Apareció en un sitio web supuestamente comprometido y luego comenzó a mostrarse en Internet”, explicó por Twitter Nathaniel Gleicher, responsable de política de seguridad en Meta. “Revisamos y eliminamos rápidamente este video por violar nuestra política contra medios engañosos y manipulados, y notificamos a nuestros pares en otras plataformas”. La portavoz de YouTube Ivy Choi confirmó que el video también fue eliminado de su plataforma.
El mismo Ejército de Ucrania alerta a través de Facebook sobre el peligro de estos materiales falsificados. “Los videos hechos a través de este tipo de tecnologías son casi imposibles de distinguir de los reales”, publicaron las Fuerzas Armadas de Ucrania. “¡Se consciente de que esto es falso! Su propósito es desorientar, sembrar el pánico, descontentar a los ciudadanos y doblegar a nuestras tropas para que se rindan”.
Antony J. Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, también advirtió sobre este tipo de contenido falso durante una rueda de prensa. “Vemos un esfuerzo significativo para impulsar la propaganda contra Ucrania, la OTAN y los Estados Unidos. Esto incluye operaciones malignas en las redes sociales, el uso de medios de comunicación por representantes en línea, abiertos y encubiertos, la diseminación de desinformación en la programación de televisión y radio, la organización de conferencias diseñadas para influir en los asistentes para que crean falsamente que Ucrania, y no Rusia, es culpable del aumento de las tensiones en la región, y el aprovechamiento de las operaciones cibernéticas para desfigurar los medios de comunicación y llevar a cabo operaciones de ‘pirateo informático y liberación’, es decir, penetrar sin autorización sitios en línea y luego liberar datos privados y comunicaciones”.
El astroturfing
Otro mecanismo empleado por simpatizantes del Kremlin para distorsionar la opinión pública y desinformar es conocido como astroturfing, una estrategia digital que oculta a los responsables de una campaña para que reciba apoyo masivo, dando la impresión de ser espontánea y natural. En las redes sociales esto puede hacerse a través de cuentas que retuitean el contenido repetidamente para amplificarlo y maximizar su alcance.
“Hemos identificado una red de docenas de cuentas de Twitter del Gobierno ruso que utilizan una laguna en las reglas de la plataforma para ejecutar un programa coordinado de desinformación”, explicó Timothy Graham, profesor de la Universidad Tecnológica de Queensland, en Brisbane, Australia, quien analizó 75 cuentas oficiales rusas en Twitter, para la revista australiana The Conversation. “Han sido retuiteados 35,9 millones de veces, recibieron 29,8 millones de me gusta y 4 millones de respuestas. Entre el 25 de febrero y el 3 de marzo de 2022 estas cuentas escribieron 1157 tuits, y alrededor de tres cuartas partes fueron desinformación sobre Ucrania. Las cuentas trataron de difundir narrativas falsas para justificar la invasión”.
Los investigadores han detectado que las cuentas más destacadas pertenecen al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. Por ejemplo, la Misión Permanente de la Federación de Rusia ante la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra publicó, el 2 de marzo, un video donde se deslegitima a Ucrania como un Estado soberano, sembrando dudas y falsedades sobre una infiltración neonazi.
Un mensaje publicado el 25 de marzo en el perfil de Twitter de la Misión Rusa en la Organización de las Naciones Unidas, en que comparte una entrevista realizada a Alexander Bastrykin, jefe del Comité de Investigación de la Federación Rusa, también asegura que existen crímenes perpetrados por nacionalistas ucranianos.
Esta cuenta también publicó un mensaje de Konstantin Gavrílov, jefe de la Delegación rusa de negociaciones sobre seguridad militar y control de armas en Viena, confirmando que “los neonazis ucranianos tienen como rehenes, como un escudo humano, a más de 4,5 millones de civiles y aproximadamente a 7000 extranjeros. Cada día mueren hasta 235 ciudadanos a manos de los radicales”, afirma.
“La gran velocidad a la que se difunde la desinformación, especialmente a través de cuentas bot automatizadas, dificulta que los moderadores de contenido se mantengan al día”, advirtió Graham en su artículo. “La naturaleza emotiva y partidista de gran parte de la desinformación en línea también significa que los usuarios de Internet y los periodistas son más propensos a difundirla sin controlarla de cerca”.