El tráfico de armas de fuego es uno de los principales impulsores de la creciente violencia en el Caribe, y Haití está cerca de su punto de ruptura. El país no sólo se enfrenta actualmente a una situación humanitaria catastrófica y a la violencia relacionada con las bandas, sino también a una crisis de armas creada y alimentada por las organizaciones criminales transnacionales (TCO) que operan en Haití y sus alrededores, y que amenazan la seguridad de los países vecinos.
En agosto de 2022, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) dijo que detectó un aumento sustancial en el número de armas traficadas ilegalmente en Haití y el Caribe. “En las manos equivocadas estas armas podrían causar víctimas en masa”, dijo el DHS en un comunicado.
Las TCO introducen armas en la región y las venden a bandas y traficantes locales, para fomentar empresas delictivas como el reciente bloqueo de la terminal de combustible de Puerto Príncipe, las actuales guerras de bandas, o el comercio de armas por drogas. Según una declaración de julio, del portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) Jeremy Laurence, más de 930 personas fueron asesinadas desde enero hasta finales de junio de 2022 en la capital haitiana de Puerto Príncipe. Entre junio y agosto la Organización Internacional para las Migraciones, una agencia de la ONU, identificó más de 113 000 desplazados internos en Haití, 96 000 de los cuales huyeron por la inseguridad en la capital.
“No sabemos cuántas [armas] pasan, no sabemos cuántas faltan por pasar, pero es un negocio lucrativo”, declaró a Reuters a finales de julio Ronald Lareche, exsenador que formó parte de la comisión parlamentaria de seguridad de Haití.
InSight Crime, una organización que estudia el crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe, sitúa el número de armas de fuego ilegales en Haití entre 270 000 y 500 000, según diversas fuentes.
“La acumulación desestabilizadora, la transferencia ilícita y el mal uso de las armas pequeñas y ligeras, siguen iniciando, manteniendo y exacerbando los conflictos armados y la delincuencia generalizada. Las armas pequeñas y ligeras siguen siendo un instrumento primordial para los conflictos armados y la violencia, y el impacto humanitario transversal de los flujos ilícitos sigue siendo una grave preocupación”, dijo el secretario general de la ONU António Guterres, en un informe de septiembre de 2020. “Con más de 270 000 armas de fuego ilícitas en posesión de civiles [en Haití], agravadas por el tráfico transfronterizo ilícito, la delincuencia alcanza alturas inaceptables”.
Propagación del terror
A mediados de septiembre de 2022, se calcula que unas 200 bandas se instalaron en Puerto Príncipe, controlando alrededor del 60 por ciento de la ciudad, informó ABC News. Las bandas se apoderaron y bloquearon el acceso a la terminal Verraux, principal fuente de combustible del país; lo que provocó una escasez de combustible que cerró los hospitales y los proveedores de agua, justo cuando el país confirmaba un brote de cólera, dijo la ONU en un comunicado. A principios de noviembre la policía haitiana recuperó el control de la terminal, poniendo fin a un bloqueo de dos meses.
Estas bandas siembran el terror entre la población civil, por lo que la representante especial del secretario general de la ONU en Haití Helen La Lime, declaró a mediados de octubre que “bajo este estado de disturbios civiles persistentes, violencia y saqueos, los derechos básicos están siendo flagrantemente socavados en todo el país. Las bandas siguen hiriendo, secuestrando, violando y matando”.
Muchas de las personas asesinadas son civiles inocentes, entre ellos mujeres y niños pequeños, algunos fusilados en ejecuciones públicas, otros secuestrados o reclutados para unirse a las bandas, con menores que reciben entrenamiento en el uso de armas, informó el diario británico The Guardian. Cité Soleil, un suburbio de Puerto Príncipe, está en el centro de la violencia donde 209 personas fueron asesinadas en tan sólo 10 días entre el 8 y el 17 de julio, indicaron cifras de la ONU.
La puerta de al lado
Vecina de Haití, la República Dominicana está igualmente preocupada por la violencia relacionada con las bandas y su posible propagación a su territorio. Una de esas inquietudes es la posibilidad de que los ciudadanos dominicanos se unan a las TCO o a las bandas en Haití, contribuyendo así a la propagación de las armas de fuego y la delincuencia en la isla, indicó InSight Crime.
En marzo de 2021, el presidente de la República Dominicana Luis Abinader, dijo que había hasta tres armas ilegales por cada una de las 238 000 armas de fuego registradas en el país, informó el periódico dominicano Diario Libre. Según InSight Crime las autoridades dominicanas incautaron cerca de 5000 armas entre abril de 2019 y marzo de 2022.
Al menos un ciudadano dominicano fue apresado con las pandillas en Haití y aumenta la preocupación de que se descubran más, debido a los dominicanos que viven en Haití o que cruzan la frontera hacia ese país, informó el diario dominicano Dominican Today en junio.
El dominicano detenido, miembro clave de una banda haitiana, dijo que “legiones de dominicanos son parte integral de las bandas armadas que operan en Haití; cada grupo de bandas [haitianas] tiene ciudadanos dominicanos en sus filas”, informó Dominican Today. Además, la policía haitiana confirmó la incautación de armas enviadas desde República Dominicana, lo que aumenta la preocupación de que las TCO aprovechen las tensiones y debilidades existentes para explotar las oportunidades.
Muy cerca, Jamaica también está sintiendo el efecto de las OTC que operan en la región. Jamaica, que obtuvo el primer puesto como país caribeño con la peor tasa de homicidios en 2021, según InSight Crime, sigue viendo un aumento de la violencia, específicamente relacionada con la violencia armada.
Unas 2400 armas ilegales entran desde Haití cada año, dijo el diario jamaiquino Jamaica Gleaner, en un editorial de principios de octubre. Las bandas criminales de Jamaica y Haití participan en el intercambio de marihuana y de cocaína (en menor medida) por armas, más conocido como comercio de armas por drogas.
“Sólo en septiembre tuvimos 19 asesinatos múltiples, 18 asesinatos dobles y un triple asesinato”, dijo el el Mayor General Antony Anderson, comisionado de la Policía de Jamaica, informó el diario Jamaica Star. Según la Policía jamaiquina, entre el 1.º de enero y el 1.º de octubre de 2022 fueron asesinadas 1171 personas, es decir, 86 más que en el mismo periodo de 2021.
“Entre el 1.º de enero y el 30 de septiembre [de 2022] la policía recuperó 583 armas ilegales, lo que representó un aumento del 11 por ciento con respecto al período correspondiente de 2021”, dijo el May. Gral. Anderson. “[La] pistola es el arma elegida en el 85 por ciento de los asesinatos y el 79 por ciento de los robos cometidos durante más de una década”.
Operación Gatillo VII
Los países de la región intensifican sus esfuerzos para frenar al tráfico de armas y de drogas. Recientemente, el 13 de octubre, INTERPOL dio a conocer los resultados de Trigger VII, la primera operación conjunta de interceptación de armas de fuego, llevada a cabo con la Agencia de Implementación para la Delincuencia y la Seguridad (IMPACS) de la Comunidad del Caribe (CARICOM). En el transcurso de esta operación llevada a cabo en septiembre, las autoridades de 19 países efectuaron un total de 510 detenciones, decomisaron unas 350 armas, 3300 cartuchos, 10,1 toneladas de cocaína y 2,5 toneladas de cannabis.
“Los resultados de la operación Trigger VII demuestran que las armas de fuego son claras facilitadoras de la mayoría de los tipos de delincuencia. Cuando perseguimos sus armas también perseguimos toda la gama de actividades que llevan a cabo los grupos de delincuencia organizada”, declaró el secretario general de INTERPOL Jürgen Stock, según un comunicado de la organización.
“Sin esta acción cohesionada entre organismos, nuestra región no podrá hacer frente de manera eficaz al tráfico ilícito y, por extensión, a la delincuencia organizada transnacional”, declaró el Teniente Coronel de las Fuerzas de Defensa de Barbados Michael Jones, director ejecutivo de CARICOM IMPACS.
Según Stephen Kavanagh, director ejecutivo de Servicios Policiales de INTERPOL, es probable que la operación continúe dando resultados en los próximos meses, ya que las investigaciones están en curso.