Los submarinos de misiles balísticos y los bombarderos de largo alcance son dos de los tres pilares sobre los cuales se apoya la tríada nuclear de los Estados Unidos. Junto con los misiles intercontinentales terrestres, estos tres pilares están conectados por las capacidades de red del Comando Nuclear, Control y Comunicaciones (NC3).
El 18 de agosto de 2021, fuerzas estratégicas estadounidenses llevaron a cabo uno de los ejercicios de Tormenta Global, cerca de las Bahamas, en aguas del océano Atlántico occidental. Los ejercicios Tormenta Global están a cargo del Comando Estratégico de los EE. UU. (USSTRATCOM en inglés), para demostrar y fortalecer interoperabilidad, letalidad, capacidad de segundo ataque y presencia global de las fuerzas nucleares estadounidenses, en sus misiones de disuasión estratégica. Durante un testimonio reciente ante el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, el Almirante de la Marina de los EE. UU. Charles Richard, comandante de USSTRATCOM, destacó el carácter clave de la naturaleza facilitadora que tiene la disuasión estratégica: “La disuasión estratégica facilita todas las operaciones militares estadounidenses en el mundo. Todos los planes operacionales del departamento y todas las demás capacidades que poseemos se basan en el supuesto de que la disuasión estratégica, y en particular la disuasión nuclear, se mantiene. Si eso falla, nada funciona según lo planeado en el Departamento de Defensa. El USSTRATCOM establece las condiciones operacionales más fundamentales para permitir que el resto de la fuerza conjunta cumpla su misión”.
Durante esta edición de Tormenta Global, dos bombarderos de largo alcance B-52 Stratofortress de la Fuerza Aérea de los EE. UU., pertenecientes al Ala Bombardera N.º 2, y un avión de mando y control E-6B Mercury de la Marina de los EE. UU., Ala estratégica N.º 1, trabajaron junto al USS West Virginia, un submarino de misiles balísticos de propulsión nuclear de la Marina de los EE. UU., para comunicar y demostrar la interoperabilidad entre los tres grupos de capacidades estratégicas. Mientras patrullan, los submarinos como el USS West Virginia deben permanecer bajo el agua sin ser detectados. Dada la misión de disuasión estratégica de estos buques, es fundamental para su efectividad mantener la interoperabilidad entre servicios, eficiencia de mando, control y comunicación, a través de las capacidades del NC3 como el E-6B Mercury, así como también la seguridad de aeronaves como las B-52.
Al concluir la fase de comunicación e integración de este ejercicio Tormenta Global se llevó a cabo una segunda fase, para demostraciones de logística expedicionaria, mediante el uso de dos helicópteros SH-60 Seahawk, del Escuadrón de Ataque Marítimo de Helicópteros, de la Marina de los EE. UU.
Los submarinos de misiles balísticos de propulsión nuclear pueden navegar durante años, antes de requerir reabastecimiento. Las tripulaciones de los submarinos necesitan un reabastecimiento de combustible más frecuente, lo que requiere que los buques regresen al puerto o se encuentren con un barco de reabastecimiento, mientras están en alta mar. Estas opciones tradicionales de reabastecimiento son fáciles de detectar y rastrear, lo que hace al submarino vulnerable frente a fuerzas hostiles, durante un período prolongado.
En la segunda parte del ejercicio Tormenta Global se demostró con éxito una opción de reabastecimiento no tradicional, en la que se emplearon dos helicópteros SH-60 Seahawk, que fueron al encuentro del USS West Virginia para entregar paquetes de reabastecimiento. Además de extender el tiempo de patrullaje submarino, este método de reabastecimiento no tradicional puede reducir el contacto personal entre los miembros de la tripulación de un submarino aislado y la tripulación de las embarcaciones de reabastecimiento, o del personal de suministro portuario.
Las fuerzas estratégicas de los EE. UU. son versátiles, letales, y están atentas a su perpetua tarea de mantener la disuasión.